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EL LIBRO DE LA SEMANA | CRÍTICA 'EL ÚLTIMO HOMBRE BLANCO'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘El último hombre blanco’, la vía labariana

Nuria Labari utiliza una lúcida mirada de alienígena para narrar la vida de una alta ejecutiva que se comporta como un hombre para triunfar

La escritora Nuria Labari. Cortesía de Literatura Random House
La escritora Nuria Labari. Cortesía de Literatura Random HouseJeosm
Rosa Montero

Una noche, hará un par de años, en alguno de esos momentos de duermevela en los que la cabeza echa a volar, se me ocurrió que los novelistas se podían dividir (una clasificación más, entre las muchas que pululan) entre escritores que hablan de un mundo fácilmente reconocible, con personajes cotidianos que reflejan el sentir mayoritario, y escritores que describen realidades anómalas, con protagonistas peculiares e incluso excéntricos. Ambas vías pueden llevar a la excelencia. Un ejemplo de la primera sería la magnífica novela Stoner, de John Williams. En cuanto a la segunda, que es la mía (y el reto está en conseguir que el lector se identifique plenamente con esos tipos raros), hay un buen puñado de autores que la cultivan y que, comprensiblemente, suelen ser aquellos que más me gustan: Nabokov, Patricia Highsmith, Dostoievski… Y también el Cervantes del Quijote, por supuesto.

Pues bien, El último hombre blanco, de Nuria Labari, me ha fosfatinado esta teoría. Hay una tercera posibilidad, un camino al que podríamos denominar la vía labariana, porque me parece que es ella sola la que lo transita: no he encontrado a nadie más capaz de hacer lo mismo. Atención: la máxima ambición de todo escritor es nombrar el mundo de una manera distinta, mirar la realidad con unos ojos que sepan reinventarla, ensartar palabras de tal modo que parezcan nuevas, que estén crujientes y lustrosas, como recién salidas del horno del Verbo primordial. Y resulta que esta mujer ha conseguido hacer todo esto a los 43 años, con tan sólo un libro de cuentos y otras dos novelas a la espalda.

Te voy a explicar cómo es la vía labariana. El espacio al que la autora te conduce parece en principio de lo más convencional, una realidad más o menos cercana, un mundo de ambiciones profesionales y problemas laborales. Lo más raro que le sucede a la protagonista es que se trata de una alta ejecutiva que gana 200.000 euros al año. De ese nivel no hay muchos, pero sí suficientes como para que la mayoría de las personas puedan haberse relacionado con ellos en algún momento; quizá te haya contratado (o despedido) alguien así. De modo que le echas una ojeada a la solapa, ves que va de una directiva que se tiene que hacer el hombrecito para triunfar y entras en la novela creyendo estar en territorio conocido. Pero nada más poner un pie dentro sales catapultado hacia la estratosfera.

Esa voz, la hipnotizante voz de la narradora, es la de una marciana. Quiero decir que no la has escuchado nunca. Yo desde luego no. Mira cómo empieza el libro: “Hay un varón dentro de mí. Está aquí dentro desde que recuerdo, ese rugido de varón. Puedo oírlo ahora, al hombre que golpea en mi interior”. Y de ahí para arriba sin parar, puro cohete. Con una inteligencia deslumbrante y una escritura afilada y hermosa, la autora va destruyendo a martillazos verbales la fiabilidad de ese mundo que te parecía tan conocido. Esa es la tercera vía, la de obligarte a reconocer que tu realidad cotidiana es un asombro. Que lo ignoras todo. Que vives en la punta de un extraño y sumergido iceberg. Labari te ofrece una implacable radiografía de la existencia, y ahí empiezas a ver toda la complejidad que subyace bajo el paisaje más simple, la enorme extrañeza de cuanto nos rodea, cómo hacemos las cosas sin saber por qué. Pero la narradora intenta saber. La autora intenta saber. Palpita el sentido del mundo bajo las palabras de Labari. Leyéndola, te sientes todo el rato al borde de la revelación. Puedes pasarte la novela entera subrayando párrafos.

Su especialidad consiste en lanzarse sobre aquellos asuntos que están en plena deconstrucción (como la maternidad, la familia, la feminidad, la masculinidad) y practicarles una autopsia demoledora

Hay otra virtud extraordinaria en esta escritora, y es que utiliza su lúcida mirada de alienígena para descubrir, enfocar y taladrar los temas más necesarios y actuales. Lo hizo en su novela anterior, La mejor madre del mundo, cuando habló de la maternidad de una manera insólita (era un libro magnífico; este es mejor). Y lo ha vuelto a hacer ahora al escudriñar los entresijos de esa colosal confusión que son los roles sexuales. Qué es hoy ser mujer, qué es ser hombre. Y cómo se relaciona todo ese caos con el poder, con el trabajo, con el sexo, con la humillación (propia y ajena), con el amor, con los hijos, con el dinero, con el deseo, con el cuerpo, con la ambición, con la enajenación. Ahora que lo pienso, advierto que su especialidad consiste en lanzarse sobre aquellos asuntos que están en plena deconstrucción, antiguas realidades convencionales hoy en caída libre (como la maternidad, la familia, la feminidad, la masculinidad), y practicarles una autopsia demoledora.

Y todo esto, que suena muy intelectual y en cierto modo lo es, porque la inteligencia de Nuria brilla todo el rato, está en realidad servido dentro de una envoltura narrativa accesible, amena y deliciosa. Quiero decir que no es una novela de ideas, aunque esté llena de ideas por todas partes. Pero no nos llegan directamente a la cabeza, sino que entran por nuestros sentidos y nuestras emociones. La trama nos atrapa, las escenas nos fascinan, nos reímos, nos asombramos, nos asustamos. Y así, con la facilidad del prestidigitador, Labari nos conduce a aguas muy profundas. Somos más sabios y conocemos más sobre nosotros mismos después de leerla.

Portada de 'El último hombre blanco', de Nuria Labari.

El último hombre blanco

Autor: Nuria Labari.


Editorial: Literatura Random House, 2022.


Formato: tapa blanda (272 páginas. 17,95 euros), e-book (8,54 euros) y audiolibro (14,39 euros).

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