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Javier Fernández Sebastián cuenta la historia política de Iberoamérica con sus palabras clave: “cadenas”, “pueblo”, “independencia”...

El libro ‘Historia conceptual en el Atlántico ibérico’ cambia la cronología por el léxico para radiografiar con brillantez la evolución de los países de habla hispana y portuguesa de ambos lados del Atlántico

Javier Fernández Sebastián Historia conceptual en el Atlántico ibérico
Anuncio de compra de esclavos de los hermanos López publicado en 1851 en 'El Redactor' de Santiago de Cuba.archivo Martín Rodrigo (cristian segura)

Sostenía Ortega y Gasset en Ideas para una historia de la filosofía (1942) que “la misión de la historia es hacernos verosímiles los otros hombres”. Sus vidas, afirmaba el intelectual madrileño, eran extrañas y distintas a las nuestras. En realidad, estos individuos son para nosotros inexorablemente otros, habitantes de unos mundos y unas épocas que poco tienen en común con el presente, desplegando lenguajes y conceptos, experiencias y emociones, mitos y visiones que se nos antojan, asimismo, ajenos. La función del historiador es, precisamente, hacerlos comprensibles en un tiempo nuevo. Pensarlos desde el presente como si ellos vivieran también en este marco, y no en un pasado tan lejano como disímil, constituye un enorme error. El presentismo, ya sea imputable a la impericia, a la ingenuidad, a los prejuicios o a la manipulación, es una característica intrínseca de la modernidad tardía, descreída de la historia y desconfiada del futuro. De ahí la importancia de escuchar las voces del pasado, de tomar en serio sus argumentos, opiniones y sentimientos, como defiende Javier Fernández Sebastián en Historia conceptual en el Atlántico ibérico. El historiador, sostiene, no solamente debe historiar, sino también “historizar” y “despresentificar”.

A diferencia de la clásica historia de las ideas, en la que estas se presentan con harta frecuencia desencarnadas, el autor insiste en la necesidad de prestar atención a sus usos por parte de los hombres y mujeres del pasado en el contexto de una realidad, como todas, lingüísticamente conformada. La perspectiva propuesta es la de la historia conceptual, que se ocupa de las sociedades pretéritas desde el prisma del lenguaje, donde este y el tiempo suponen sus ejes centrales. Sin conceptos no hay experiencia posible, y viceversa. Se reivindica la discontinuidad y las mutuas implicaciones de la diada innovación-tradición. El libro de Fernández Sebastián, excelente síntesis entre teoría y práctica historiográficas, denso y con un impresionante despliegue bibliográfico, es deudor de los trabajos de Koselleck, pero también de Gadamer y Skinner y de la metaforología de Blumenberg. Resulta, al mismo tiempo, el producto más acabado del proyecto colectivo Iberconceptos: una profunda investigación y reflexión comparada sobre la transformación de los conceptos políticos entre mediados del siglo XVIII y mediados del XIX en los países de habla española y portuguesa de ambos lados del Atlántico.

En la era de las revoluciones hispánicas se produjo una auténtica renovación cultural y conceptual. En esta época, umbral de transición a la modernidad, para decirlo a la manera koselleckiana, especialmente detectable entre finales del setecientos y las cuatro primeras décadas del siglo XIX, tuvo lugar un cambio profundo en la estructura de la experiencia humana y se desplegó un nuevo régimen de conceptualidad (constituyente, proactivo, futurocéntrico). Los textos contemporáneos muestran un nítido discernimiento de que lo ocurrido constituía la entrada en un orden radicalmente original, inestable y acelerado. Y además con constantes discrepancias político-semánticas, como la proliferación de diccionarios discordantes ejemplifica. Apuntaba Donoso Cortés en 1837: “Semejanza de voces; confusión de ideas”. Fue el tiempo de la aparición de términos como liberalismo, nacionalismo y otros ismos. Más allá de cambios léxicos, existía una conciencia de la historicidad de los conceptos y de su capacidad para moldear la realidad. Analiza finamente el autor mitos (revolución, independencia), metáforas (cadenas, cuerpo político), imaginarios (rey cautivo) y conceptos como Estado, civilización, opinión pública, pueblo, Constitución o soberanía. La entrada de los mundos iberoamericanos en la modernidad —no coincide con el modelo atlántico canónico, de factura anglosajona—, en pleno proceso de globalización semántica, constituye un momento fascinante. Un laboratorio conceptual único. Fernández Sebastián le ha dedicado un libro que es una extraordinaria lección de historia.

portada 'Historia conceptual en el Atlántico ibérico', JAVIER FERNÁNDEZ SEBASTIÁN. EDITORIAL FONDO CULTURA EUROPEA

Historia conceptual en el Atlántico ibérico. Lenguajes, tiempos, revoluciones

Javier Fernández Sebastián
Fondo de Cultura Económica, 2021
570 páginas. 24 euros

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