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El sistema económico español es "híbrido" para Garrigues y "ambiguo" para Carrillo

El sistema económico español es híbrido para Garrigues y ambiguo para Carrillo. El actual modelo económico vigente en Europa fue puesto en cuestión ampliamente en el curso de la primera jornada de la VIII Semana Económica Internacional del grupo Mundo, iniciada ayer en Barcelona. Sin embargo, el protagonismo esencial de los debates recayó en los aspectos políticos de la alternativa que se plantea al actual esquema social.

Reportaje:Canarias: tan sola, tan lejos / 5

Es necesaria una flota pesquera de altura para acceder a nuevos caladeros

Es necesaria una flota pesquera de altura para acceder a nuevos caladeros. La pesca constituye, acaso con mayor justificación que ninguna otra, una actividad básica en la vida canaria. Un elevado porcentaje de la población activa del archipiélago -cerca de 40.000 trabajadores- depende de las pesquerías, ya sea directamente o a través de la industria derivada. Como en otras zonas españolas, la pesca atraviesa en estos momentos por una dificil situación en Canarias. A las dificultades para continuar faenando en el caladero canario-sahariano se unen otros problemas e intereses, que en nada contribuyen a revitalizar este importante sector económico de las islas.Durante 1976 fueron desembarcadas en los puertos canarios más de 250.000 Tm. de pescado, aunque las capturas de la flota -incluídos los buques factorías- se calculan por encima del doble de la cifra apuntada. Quedan, por otra parte, los 2,5 millones de toneladas que los armadores canarios estiman como volumen de extracción de las flotas extranjeras que faenan en los caladeros de la zona. El producto de las capturas se destina en su mayor parte a la industria transformadora o la congelación, ya que el consumo interno de las islas es -curiosamente- muy bajo. El canario es un escaso consumidor de pescado fresco. En los principales puertos no existen siquiera lonjas de contratación, al destinarse la mayor parte de las extracciones a la aludida industria transformadora. Normalmente, los propios conserveros-principal, sector industrial -actúan al mismo tiempo como armadores o subcontratan pequeñas flotas. Al controlar la demanda y los escasos circuitos comerciales del mercado en fresco, los industriales imponen unilateralmente unos determinados precios, dudosamente rentables para la actividad del armador y que, por tanto, provocan una creciente descapitalización del sector, yugulando las posibilidades de llevar a cabo la deseable renovación de la flota.En realidad, la mayoría de la flota pesquera canaria es caduca e inadecuada para las actuales necesidades. Así, compitiendo con los pesqueros autóctonos, las dotaciones extranjeras han esquilmado en los últimos años caladeros tradicionales, en los que los pescadores canarios obtenían volúmenes de capturas nada despreciables. Un dato que puede darnos idea de la degradación del caladero canario-sahariano es la diferencia ostensible entre la captura media de una embarcación en 1962 - 10.000 kilogramos diarios de cefalópodos- y la que obtiene actualmente: 1.800 kilogramos de la misma especie, en idéntica zona de la franja canario -sahariana. Huelga decir que la presencia de los grandes buques-factoría -propiedad de empresas peninsulares o extranjeras- también ha contribuido notablemente a consolidar la situación existente en la actualidad. En Canarias podemos distinguir tres tipos esenciales de flota, perfectamente diferenciados, tanto en objetivos como en características. La denominada artesanal, cuyas connotaciones más notables son la caducidad de.sus embarcaciones y los escasos recursos técnicos que utilizan. Su mayor actividad se desarolla en la franja costera africana; es decir, en aguas de dominio marroquí, saharaui y mauritano. Otro tipo de flota es la que podríamos denominar industrial, integrada esencialmente por los buques congeladores y los dedicados a captura de sardina para su transformación por la industria conservera. Los congeladores tienen su mayor campo de actividad frente a las costas mauritanas y saharauis, con una importante actividad exportadora, cifrada en 10.000 millones de pesetas anuales. Aunque los barcos son relativamente modernos, su plazo de renovación debe ser mucho más reducido que el de los buques tradicionales. Ello, unido a las características de la actividad, precisaría una movilización de recursos financieros superior a la existente, que debería potenciarse a través de un acceso más fácil y riguroso al crédito pesquero -no sólo para la construcción, como hasta ahora-. Otro sector de la denominada flota industrial es el de sardinales, cuyas extracciones se calculan por encima de las 120.000 toneladas anuales; la zona primordial de actuación es la costa marroquí. Finalmente, la flota de litoral tropieza con los problemas más acuciantes, al poseer las embarcaciones más inticuadás y practicar los métodos, más ancestrales. Habitualmente, su actividad se centra en las aguas próximas a las islas. Su reforma es acaso la más urgente para el futuro inmediato. A causa de una incomprensible falta de previsión, sobre todo a partir de 1973, Canarias precisa en estos momentos una urgente política de sustitución sistemática de caladeros, buscando nuevas zonas en las que la actividad sea posible. Existen, al parecer, importantes posibilidades en las cercanías de las costas latinoamericanas, pero para ello resulta imprescindible la provisión de una numerosa y racionalmente estructurada flota de altura, que propicie el acceso a caladeros enclavados más allá de las zonas de actuación históricas y tradicionales. Sería ni más ni menos que imitar el claro ejemplo de las flotas soviética y japonesa, capaces de llevar a cabo su actividad alternativamente en Canarias, Azores, Brasil o Angola, por citar algunos ejemplos asequibles. Esta necesidad tiene ya una base real sobre la que transformarse en realidad: la actual flota de altura, que representa ya el 30 % de los buques existentes, el 91 % del tonelaje de registro bruto existente y enrola al 72 % de los tripulantes. Paralelamente se hace necesario -dicen los expertos- tecnificar adecuadamente las flotas artesanal y litoral, de modo que su competitividad sea equiparable a la de otras zonas españolas.

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