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La subida del café debe servir para ordenar el mercado

No existe peligro de escisión en el seno de la OIC, la organización que agrupa a los países productores de café, ya que los gobiernos de Brasil y Colombia -los dos mayores productores del mundo- están plenamente de acuerdo en ordenar el mercado, para evitar alzas espectaculares, como la que se ha registrado recientemente.La afirmación ha sido formulada por Jorge Cárdenas, gerente auxiliar de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, a EL PAIS, en el curso de su breve estancia en Madrid.

El Gobierno colombiano propuso, hace pocas semanas, la celebración de una reunión conjunta de productores y consumidores, en la que se sentaran los criterios para la ordenación del comercio cafetero en el mundo. La reunión, a celebrar en el seno de la OIC, en Londres, se encuentra actualmente en fase exploratoria, ya que los productores investigan el mejor modo de sentar a la misma mesa a productores y consumidores, con unas mínimas garantías de alcanzar un acuerdo. A la iniciativa colombiana se adhirió, casi de inmediato, el Gobierno brasileño.

Prácticamente todo el conjunto de países latinoamericanos poseen importantes intereses en el mercado cafetero mundial. Con excepción de Argentina , Uruguay y Chile, todas las economías del centro y sur del continente dependen en gran medida de sus exportaciones de café, para nivelar sus balanzas de pagos. Brasil es el primer productor mundial, cubriendo entre el treinta y el 35 % del consumo, por lo que se explica su incidencia en los mercados mundiales. Colombia, por su parte, es el segundo productor, con un volumen anual de unos nueve millones de sacos, de los que 7,5 millones se destinan a la exportación. Cada año, Colombia -que mantiene su producción estacionaria desde hace más de cinco anos- ingresa 1.100 millones de dólares en divisas, como resultado de sus ventas al exterior.

La Federación cuenta con delegaciones en diversos países, entre ellos España. Los principales clientes del café colombiano -el más caro y de mejor calidad de los existentes en el mercado- son, por este orden: Estados Unidos -que adquiere el 40% de las exportaciones-, República Federal de Alemania, Holanda, España y Suecia.

Para este año se ha establecido un acuerdo de principio con el Ministerio de Comercio -en España, el café es comercio de Estado-, para retornar a los niveles de pasadas campañas. En tal sentido, una misión española viajará a Colombia en febrero, para fijar los cupos de compra.

Finalmente, el gerente auxiliar del organismo cafetero colombiano se refirió al boicot contra el consumo de café, iniciado en Estados Unidos, y que ya ha alcanzado a una asociación de amas de casa de Barcelona. Cárdenas dijo que aunque comprendía la reacción del consumidor, era necesario hacerle comprender que los nuevos precios tenían un sentido social, ya que de alguna manera la economía de los países productores estaba en funcion de los resultados del comercio cafetero. Además, las circunstancias habían reducido la producción mundial a los niveles de consumo, por lo que los productores habían, incluso, agotado sus reservas. Todo ello, unido a las dificultades de reanudar los cultivos o intensificarlos -poner en producción una superficie precisa, con la tecnología más moderna, entre veinticuatro y treinta meses, en condiciones favorables para tan delicado cultivo-, hizo inevitable el aumento, que debe servir, en todo caso, como punto de partida para una ordenación del mercado.

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