En 2024 se ha producido una recuperación del impulso renovador, reconociendo no solo que el mundo de hoy es radicalmente distinto, sino que además estamos habitando democracias cuyos derechos liberales se encuentran bajo asedio
La conducta electoral no se está rigiendo por razones ideológicas, sino probablemente por juicios de probidad o competencia de los candidatos para ejercer el cargo
Los partidos de izquierdas (especialmente el Socialismo Democrático) deben emprender el mismo camino que ya tomó el Frente Amplio: reducir su propia complejidad interna
Las izquierdas, si quieren ser relevantes, tendrán que reinventarse de modo organizacional, sin perder de vista la confusión ideológica en la que se encuentran sumidas
El problema es que el PS es un partido chico que se comporta como un partido grande, con gran indiferencia por lo que bien podría ser su propia edad de hielo
Este paupérrimo desempeño se explica por una simple razón: cuando las primarias son voluntarias, los candidatos solo les hablan a sus nichos (electorales, ideológicos, identitarios), quedando muy lejos de lo que en ciencia política conocemos como el votante medio
La formación se parece bastante poco a los partidos de extrema derecha europeos: la inmigración, la omnipresencia del Estado en la satisfacción del bienestar de las personas y el factor Rusia están muy ausentes en su oferta
En Chile, a diferencia de otros países, el papel que se le entrega a los independientes es desmedido, sobre todo cuando estos fueron electos bajo el paraguas de un partido
Nadie ha sido capaz de argumentar sobre la frontera que separa el salario justo y el injusto: es evidente que recibir un salario extravagante sin una clara contraprestación provocará una reacción hostil (que es el caso con Cubillos)
Tanto las viejas izquierdas (socialista y comunista) como las nuevas (el Frente Amplio), en Chile y en buena parte del mundo occidental, han tendido a abandonar la patria y a renunciar a ese vínculo tan poderoso y elemental que reúne por igual
Hay cinco preguntas que aun esperan respuesta para que el estallido social deje de ser un pesado ‘enigma’, de esos en los que predomina el misterio, la ignorancia y la mala fe de la interpretación
No hay mejor manera de decir que, tras el estallido social y la Convención Constitucional, quedamos en el mismo punto de partida, sin dar las gracias a nadie y sin ninguna explicación de lo ocurrido
¿Es reprochable que una hija de torturador, o mejor dicho de un médico que encubrió torturas, sostenga que cree en la inocencia de su padre y al mismo tiempo bregue por la defensa de los derechos humanos?
Ningún tecnicismo podrá eludir la pregunta por las razones de fondo que se encuentran involucradas en el progresivo auge de los candidatos independientes
Hay buenos argumentos morales para convencerse de que la desigualdad no solo es un problema, sino que arroja externalidades nocivas sobre formas de vida a las que una mayoría termina condenado para siempre
El debate sobre la composición del demos es legítimo y necesario, solo debe considerar aspectos normativos y formularse seriamente la pregunta de por qué Chile forma parte de un excéntrico grupo de países en el que los extranjeros residentes pueden votar en todo tipo de elecciones
Lo que acaba de ocurrir en Francia es un excelente ejemplo del romanticismo ineficiente en el que puede caer la izquierda, creyendo que sus miedos e ideales se ajustan exactamente a los temores y esperanzas del pueblo que se quiere representar
Por razones sumamente confusas e ignorantes de la orientación ideológica del gobierno de Vladimir Putin, una parte de la izquierda chilena se opone a cualquier tipo de apoyo a Ucrania argumentando su tradicional lucha anti-fascista
La proximidad geográfica de Milei es un problema para la derecha tradicional y para todas las izquierdas en Chile, y lo será cada vez más si su programa de desguace del Estado y su lucha contra la inflación tienen éxito
Mientras más candidatos y titulares de los escaños sean independientes, mayor es la evidencia acerca del colapso de los partidos, y de la inutilidad de militar en ellos
Es una forma de dar batallas políticas cuando figuras presidenciales o grandes políticos se ven involucrados en eventuales delitos, desde Lula hasta Trump, pasando ahora por Daniel Jadue en casos que son completamente distintos
El problema es inquietante, ya que en todas las derechas prevalece, efectivamente, un profundo sentimiento de desconfianza que a estas alturas no tiene arreglo ni corrección
Desde hace un par de años observamos la irrupción de dirigentes de partidos de izquierda denunciando excesos retóricos de las políticas de la identidad y el consiguiente abandono de la base popular
La imaginación es impresionante, la ignorancia también, y es proporcional a la magnitud de la desconfianza que los diputados y senadores generan en el electorado masivo
Si el principal símbolo de este acontecimiento es hoy denostado, es porque hay algo que se modificó en la cultura chilena y sus representaciones de aquel entonces
Los cientistas políticos arriesgan la irrelevancia si no aclaran sus propios disensos, explicitando qué es, exactamente, lo que hay que reformar del sistema político chileno
Lo que produce asombro es el 1% de confianza del que gozan los partidos y el parlamento, lo que contrasta con el comportamiento ensimismado, y sobre todo, autorreferente de los políticos
Es imprescindible reformar el sistema político, garantizando un pluralismo moderado y capacidad política para gobernar a un país no solo estancado, sino que bloqueado.
Todos los partidos pueden concordar en que la movilización social es importante, pero esta se torna en un desafío inabordable en tiempos en los que las izquierdas están en retroceso
Mientras no mejoren los índices de confianza interpersonal entre los chilenos, que es la base para que esos mismos chilenos confíen en sus instituciones y la política, seguiremos asistiendo a batallas políticas que de sociales no tienen nada