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Argentina comienza a elegir a su próximo presidente

Las elecciones primarias del domingo definirán a los candidatos que competirán en los comicios del 22 de octubre, pero también marcarán el tono de la campaña electoral

Carteles de propaganda electoral para las elecciones primarias del próximo 13 de agosto en Buenos Aires.
Carteles de propaganda electoral para las elecciones primarias del próximo 13 de agosto en Buenos Aires.Juan Ignacio Roncoroni (EFE)

Argentina se acerca con nervios —y cierta apatía— a las decisivas elecciones primarias del domingo. En esta votación está en juego mucho más que la disputa en el interior de las fuerzas políticas para elegir a sus candidatos. De los resultados dependerá también el tono de la campaña electoral de cara a las generales del 22 de octubre y el rumbo de un Gobierno que llega a la recta final con el ministro de Economía y precandidato a la presidencia, Sergio Massa, como gran protagonista.

“Las primarias tienen un efecto de encuesta general porque dan muchísima información para la elección siguiente”, señala el politólogo Pablo Secchi, director de la fundación Poder Ciudadano. Secchi destaca que en algunos casos incluso ya queda definida la elección, como pasó en 2019, cuando se hizo evidente que el entonces presidente, Mauricio Macri, “no iba a poder recuperar la cantidad de votos que había perdido” y provocó un cimbronazo en la gobernabilidad a lo largo de los cuatro últimos meses de su mandato.

A menos de una semana para la votación, obligatoria para todos los argentinos de entre 18 y 70 años, quedan aún muchos indecisos. Los precandidatos, lanzados a un maratón de actos antes de la veda electoral, despliegan todos sus encantos para seducirlos o al menos convencerlos de que el de enfrente es peor. La lucha más encarnizada se da en el interior de la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC). Después de meses de ataques feroces y acusaciones cruzadas, la noche del domingo se desvelará si el candidato será el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, o la exministra de Seguridad macrista Patricia Bullrich.

Halcones y palomas

“En las primarias se va a definir el perfil discursivo que va a adoptar la coalición opositora Juntos por el Cambio de cara a las elecciones de octubre”, opina la politóloga Lara Goyburu. Un triunfo de Larreta sería también el del ala más moderada y dialoguista; el de Bullrich significaría el del sector más combativo, convencido de que es necesario el uso de la fuerza para cambiar Argentina. “Bullrich avisó en sus spots de que es ‘a todo o nada’, que los problemas de Argentina no se resuelven con diálogo”, señala Goyburu. El resultado en la interna opositora influirá también en la estrategia discursiva de sus rivales en los próximos dos meses.

Sea quien sea el vencedor en JxC, Bullrich y Larreta escenificarán el entierro del hacha de guerra sobre un escenario compartido, desde el que harán causa común contra el gran rival a derrotar en octubre, la alianza peronista Unión por la Patria, segunda en los sondeos. Los sigue en intención de voto el partido de extrema derecha La Libertad Avanza, liderado por el economista ultraliberal Javier Milei, y en cuarto lugar, el Frente de Izquierda y de Trabajadores.

Las encuestas se multiplican por despachos, medios y redes sociales, pero su fiabilidad está en entredicho. Hace cuatro años, ninguna predijo el descalabro de Macri en las primarias, que derivó al día siguiente en un lunes negro financiero que puso al borde del colapso la economía. La derrota en las urnas afectó también a la gobernabilidad en el tramo final de su mandato. El peronismo no sabe si la situación se repetirá, a la inversa, este domingo, y hace todo lo posible por evitarlo.

Pobreza en alza

En la alianza oficialista, Massa compite contra el líder social Juan Grabois. A diferencia de la pelea entre Bullrich y Larreta, nadie duda en este caso que el primero se impondrá, pero confían en que Grabois impida una sangría de votos hacia la izquierda. En el otro extremo, Massa busca retener a los votantes más volátiles, aquellos que hace cuatro años, desilusionados con Macri, apoyaron al peronismo. Tiene poco que ofrecer. El empleo ha crecido, pero lo ha hecho también la pobreza, muestra de que los salarios más bajos han perdido la carrera frente a una inflación desbocada, que es hoy del 115,6% interanual. Aquellos que en 2019 hacían horas extra para poder ahorrar, hoy tienen que hacerlas para llegar a fin de mes. Las ayudas estatales se han multiplicado, pero aun así son insuficientes para el 6,2% de los hogares a los que ni siquiera alcanzan para comprar alimentos.

El traje de ministro aprieta cada vez más al Massa candidato. La constante intervención en el mercado cambiario para evitar una devaluación brusca del peso antes de las elecciones, lo que derivaría de un nuevo salto inflacionario, ha sido insuficiente para frenar una depreciación moderada de la moneda local en la docena de cotizaciones que conviven en el país. El pago de los últimos vencimientos de deuda se ha hecho a costa de endeudar al Estado aún más, una estrategia que lastrará al Gobierno que asuma a partir del 10 de diciembre.

El domingo Argentina comenzará la primera etapa para elegir presidente. Un día después, los candidatos que sigan en pie apretarán el acelerador con los resultados de las primarias como faro en la carrera.

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