Crisis de identidad en la mayor alianza opositora de Argentina

Partidos políticos y coaliciones de Argentina tienen dos semanas para cerrar las listas electorales con las que competirán por la presidencia el próximo octubre. Los nombres de los candidatos definitivos se elegirán en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (Paso) del 13 de agosto. Las encuestas muestran un escenario dividido en tercios —el peronismo aglutinado en el paraguas del gobernante Frente de Todos, la alianza opositora de centroderecha Juntos por el Cambio y el ultraliberal Javier Milei como líder de Libertad Avanza— que prevé la necesidad de una segunda vuelta. El crecimiento de Milei inquieta a la coalición fundada por el expresidente Mauricio Macri y ha desencadenado una crisis de identidad temporal a raíz del diálogo abierto con referentes de los dos extremos del arco político en busca de nuevas adhesiones.

El impulsor de la ampliación es el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los precandidatos presidenciales mejor posicionados. Integrante del ala moderada de Juntos por el Cambio, Rodríguez Larreta presiona para hacer una coalición lo más amplia posible con la que salir victoriosos en las urnas. El equipo del alcalde porteño pretende sumar a figuras tan disímiles como el peronista disidente Juan Schiaretti, gobernador saliente de la provincia de Córdoba; el liberal José Luis Espert, exaliado de Milei; y la progresista Margarita Stolbizer. Detrás hay “un único objetivo”, según expresó el domingo a través de un comunicado: “garantizar el cambio en la Argentina” con un triunfo electoral.

Enfrente tiene a su mayor rival interna, la exministra de Seguridad macrista Patricia Bullrich, representante del sector más conservador. “Estoy en contra de los mejunjes o que Juntos por el Cambio sea una ameba”, advirtió Bullrich al cuestionar que Rodríguez Larreta y el radical Gerardo Morales intenten imponer “quién entra y quién no” en la coalición.

Este martes, Macri se ha sumado a la pelea y ha dejado clara su preferencia por Bullrich frente a Larreta. “Todo esto que se está hablando suena a un amontonamiento que desperfila a Juntos por el Cambio y la vocación de renovación”, ha sentenciado sobre la propuesta de ampliación. Macri ha acusado al alcalde porteño de intentar cambiar las “reglas del juego unilateralmente” en la recta final del partido y generar confusión en el electorado.

Importantes referentes de la coalición opositora participaron el lunes de una reunión para intentar limar asperezas, pero esta concluyó sin que se llegase a un acuerdo.

La propuesta que genera más controversia es la que tiende la mano al gobernador cordobés. Los habitantes de la provincia de Córdoba, la segunda más poblada de Argentina, eligen a su sucesor en dos semanas y uno de los referentes de Juntos por el Cambio, Luis Juez, pelea por el puesto con el delfín de Schiaretti, Martín Llaryora. “Hay que ser respetuoso de las jurisdicciones. No acepto este atropello”, dijo Juez tras presentarse por sorpresa, sin haber sido invitado, al cónclave del lunes de Juntos por el Cambio para expresar su rechazo al peronista.

Aún así, ni Larreta ni Schiaretti se dan por vencidos. Hace cuatro años, Macri también buscó entre las filas peronistas aliados para ampliar su frente electoral y eligió como candidato a vicepresidente al veterano diputado Miguel Ángel Pichetto.

La pelea por el liderazgo en la coalición opositora dejará heridas pero no se avizora una ruptura que fragmentaría aún más el voto y reduciría sus opciones de un triunfo electoral. El peronismo sigue de cerca el enfrentamiento sin poder sacar rédito: a falta de dos semanas sigue en busca de candidato.

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