Anticonceptivos y vasectomías de carpinchos para reducir su población en una urbanización de lujo en Argentina
Los vecinos del barrio privado de Nordelta, construido sobre un humedal, denuncian la multiplicación de estos roedores gigantes
![Capybaras](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GB4VLHWTV5BR5JC225TUHMWVME.jpg?auth=a4edab0304cd6600bbefdc09a7a624905373d41cd5588edda288bf192a0af720&width=414)
Nordelta es una de las urbanizaciones cerradas más conocidas de Argentina. Construida hace dos décadas sobre un humedal vecino al río Luján, al norte de Buenos Aires, tiene hoy 45.000 ricos habitantes que disfrutan de casas ajardinadas y vistas a lagos y arroyos. Es un hábitat distinto al original, pero aún tentador para uno de sus antiguos ocupantes, los carpinchos, cuyo número se ha triplicado en poco más de tres años hasta superar los mil ejemplares. La mayoría de vecinos ha pasado de ver con simpatía a estos roedores gigantes a denunciar ataques a mascotas y destrucción de plantas y exigir un freno a estos animales silvestres. El Gobierno bonaerense acaba de aprobar planes de control de población de fauna que incluyen esterilizaciones selectivas y anticonceptivos con los que confían en reducir el ritmo de reproducción de la especie y limitar los crecientes problemas de convivencia. Fuera de los muros del barrio cerrado, la situación es objeto de críticas y burlas.
El carpincho, también conocido como capibara, es el roedor de mayor tamaño del mundo. Los adultos pueden llegar a pesar hasta 60 kilos y medir 1,30 metros de largo. Son vegetarianos, anfibios y viven en colonias formadas por un macho dominante, varias hembras y sus crías.
“Desde la ventana veo a ocho carpinchos, cuatro adultos y cuatro crías. Algunos están en el agua, la familia entera son unos 15″, dice por teléfono Marcelo Cantón, portavoz de la Asociación Vecinal Nordelta. Cantón, residente desde hace 20 años, cuenta que si bien siempre hubo carpinchos, fueron escasos hasta 2020 y a partir de entonces comenzó un crecimiento poblacional que parece no tener techo. “Acá es un ambiente casi perfecto para ellos. Tienen mucho espacio para refugio y comida y nadie los caza”, argumenta antes de detallar que Nordelta posee unas 500 hectáreas de lagos y espacios verdes. Al vivir libres de sus depredadores naturales—como el yacaré, el yaguareté y el puma— y de cazadores furtivos que les disparen para comérselos, los carpinchos han acelerado su ciclo reproductivo.
![Capibaras se acercan al lago, en Nordelta.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LHMD3BGA3ZGZRGOG3TCEFYEMNQ.jpg?auth=43cb9c5c188b558301c69857f5c7b26aa10d8ebacc037bf575a7647e7d771f28&width=414)
“Los carpinchos son roedores, y como todas las especies dentro de este grupo, se reproducen velozmente. Cada hembra puede tener dos pariciones anuales, con hasta 8 crías en cada una“, señalan fuentes del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, de la que depende la Dirección de bosque y fauna que autorizó el procedimiento. “Nordelta era un humedal y sigue teniendo características de humedal, pero ahora es una ciudad semiurbanizada y requiere manejo de la fauna silvestre”, agregan. El plan aprobado consiste en aplicar dos dosis inyectables de anticonceptivos a 250 individuos, que tendrán un efecto de entre nueve meses y un año. “Lo realizará un grupo de veterinarios especialistas en fauna silvestre porque hay que capturarlos no una, sino dos veces”, dice Cantón. Los resultados serán supervisados por biólogos del Consejo nacional de investigaciones científicas y técnicas (Conicet). “Iban a comenzar esta semana, pero se demoró por las lluvias. La idea es empezar lo antes posible”, subraya.
Cantón cuenta que el mayor problema de convivencia ocurre con los perros porque tanto esta mascota como los carpinchos son animales muy territoriales. “La gente refuerza los cercos de las casas para evitar el enfrentamiento con los perros y también conflictos con los chicos porque aunque el carpincho es pacífico, una hembra con crías reacciona de forma violenta si te acercas”. Este vecino insinúa lo que otros cuentan con más claridad bajo condición de anonimato: hay un grupo que los considera una plaga y promueve eliminarlos como sea. “Hay casos extremos, que quieren que se los lleven a todos, y otros que no quieren que se haga nada”, dice tras asegurar que la mayoría aprueba el plan de control recién aprobado.
Entre aquellos que promueven soluciones alternativas está Silvia Soto y un grupo de vecinos autoconvocados en la agrupación Carpinchos Nordelta - somos su voz. Esta vecina denuncia que el plan de manejo se decidió de forma inconsulta y se informó a posteriori a través de un correo electrónico. Critica además que la desarrolladora haya desoído propuestas como crear corredores biológicos o áreas protegidas y cree que la crisis actual está relacionada con la destrucción del área conocida como centro cívico, que era el último refugio que tenían los carpinchos. “Dicen que no hay espacio para hacer corredores biológicos, pero sí que lo hay para seguir construyendo”, critica. Soto asegura que el número de animales se ha reducido desde diciembre hasta ahora y sospecha que pueden estar cazándolos, pese a ir contra la ley.
![El barrio de Nordelta, construido sobre humedales donde una población de carpinchos se ha instalado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7UWYDYZ5YNG4TCD6I2NGPWYUOY.jpg?auth=e7300b0f1ce157323a348ce5b8eaf14ea74b8db43b8cbd40f0278fcdb6aedb8e&width=414)
Vasectomía a machos dominantes
Desde el Conicet confirman que ellos realizarán el seguimiento del plan de control poblacional, pero aclaran que no lo recomendaron ni lo sugirieron. “En Brasil existe una vacuna [anticonceptiva] que es de una sola dosis, se puede aplicar a distancia con dardos y se demostró que es eficaz en carpinchos, pero no se consigue en Argentina. La que se consigue acá no fue probada para carpinchos y requiere la captura del animal para una dosis y la recaptura para la segunda”, señala María José Corriale, investigadora del Conicet especializada en la relación entre hábitat y fauna silvestre.
En paralelo, el equipo de Corriale trabaja en otro proyecto similar: han realizado una vasectomía a cinco machos dominantes de las colonias presentes en Nordelta para ver si reduce la fertilidad. “Se trata estudio más observacional. Lo habíamos propuesto hace dos años, pero hasta ahora no lo aprobaron”, cuenta esta bióloga que sigue desde años el crecimiento de la población de carpinchos en Nordelta. Coincide que las condiciones son óptimas para la reproducción de la especie, aunque aclara que los cercados puestos por los vecinos y el crecimiento poblacional hacen que empiecen a competir por territorio y alimento, a diferencia de años atrás.
Algunos ambientalistas piden que no se tomen medidas contra los carpinchos y, en su lugar, se apruebe una ley que proteja los humedales e impida cualquier construcción sobre ellos, cuestionando con dureza los planes de sostenibilidad ambiental que permitieron barrios como Nordelta. Otros critican que haya personas que quieran vivir en la naturaleza, pero expulsar a los habitantes naturales de su hábitat, ya sea los carpinchos en Nordelta o zorros en barrios cercanos, donde también son vistos como un problema.
![Una familia de carpinchos en Nordelta, Argentina.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LHWBP4XKXBDCTG5BDGLGFDEMZE.jpg?auth=b93d0e8bcefb32541b5a356846d47345d9860e1da3d38741713b9dcbb802fba6&width=414)
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