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Uno de los cerebros de $Libra presumía de sobornar a Karina Milei y controlar al presidente argentino

“Le envío $$ a su hermana y él firma lo que digo”, dijo Hayden Mark Davis a inversores en criptomonedas para convencerlos de poner dinero

Hayden Mark Davis
Hayden Mark Davis en un mensaje en sus redes sociales.@KelsierVentures

El estadounidense Hayden Mark Davis, uno de los cerebros detrás de la criptomoneda $Libra que recomendó Javier Milei, se reunió con el presidente argentino en enero pasado en la Casa Rosada. Había estado en Buenos Aires otras tres veces, y ya en diciembre presumía de controlarlo a través de su hermana y secretaria de la Presidencia, Karina. En mensajes de chat que Davis envió a un inversor —reproducidos por el diario La Nación y por la plataforma especializada en información cripto CoinDesk—, se jactaba de poder hacer “que Milei tuitee, haga reuniones en persona y haga una promoción”. El dueño de Kelsier Ventures decía controlar a Milei a través del pago de sobornos a la persona más cercana a él. “Le envío $$ a su hermana y él firma lo que digo y hace lo que quiero. Una locura”, escribió al dueño de esa firma, que tuvo dudas y rechazó la oferta. No hay ninguna constancia de desembolso que respalde el testimonio de Davis y él ha negado en las últimas horas haber realizado pago alguno.

Karina Milei, apodada El Jefe por el propio presidente, es considerada la principal puerta de acceso al mandatario argentino. Mantiene su rol de toda la vida, alentar y aconsejar en la intimidad a su hermano mayor, pero como secretaria de la Presidencia es también responsable de expulsar a los díscolos y de autorizar o denegar muchas de las visitas que recibe Milei. Por eso es clave saber cómo se gestaron las reuniones celebradas entre el presidente y los empresarios involucrados en el escándalo cripto. Además de recibir a Davis, Milei se reunió con Julian Peh, el director ejecutivo de KIP Protocol, otra de las empresas implicadas en el lanzamiento de $Libra. En ambos casos el nexo fue Mariano Novelli, dueño de una empresa de capacitación financiera, N&W Professional Partners, en la que Milei impartió clases y que ha sido un asiduo visitante a la Casa Rosada en los últimos meses.

El 15 de enero, en un chat grupal cripto, Davis reveló que su objetivo era “sacar lo máximo” posible de la operación ante la pregunta de si pensaba sostener el aumento del valor del $Libra o distribuir rápido las ganancias.

Un mes después, el 14 de febrero por la tarde, Milei recomendaba $Libra en un tuit. Lo presentó como un “proyecto privado” dedicado a “incentivar el crecimiento de la economía argentina”. A partir de ese momento, la demanda de la criptomoneda se disparó e infló su valor hasta que los inversores mayoritarios retiraron ganancias por 90 millones de dólares y $Libra colapsó. En medio de cuestionamientos y acusaciones de estafa, Milei borró el tuit y alegó que “no estaba interiorizado” con el proyecto.

El lunes por la noche, durante una entrevista televisiva, Milei aseguró que le dio difusión al verla, como suele hacer con otras iniciativas privadas, motivado por su condición de “tecno optimista”. En realidad, la información sobre $Libra comenzó a circular con su mensaje, no antes.

La oposición no le cree y pide un juicio político contra él, aunque sabe que hoy por hoy carece de los dos tercios de los votos necesarios para sacarlo adelante. En paralelo, la Justicia estudia la denuncia presentada contra él, Davis y otros involucrados por presunta asociación ilícita y estafa. Los mercados, por el contrario, mantienen el voto de confianza hacia el presidente argentino en vísperas de su viaje a Estados Unidos, donde se reunirá con las autoridades del Fondo Monetario Internacional como parte de la negociación en curso para obtener un nuevo préstamo. Tras una caída del 5,5% de la Bolsa de Buenos Aires el lunes, las acciones rebotaron este martes un 6,1% y el peso recuperó también parte del terreno perdido 24 horas antes en las cotizaciones financieras.

Diálogo con Davis

Durante el fin de semana, Davis aseguró que estaba en poder de cien millones de dólares que no le pertenecían a él sino a las autoridades argentinas y que esperaba instrucciones. Según La Nación, el dueño de Kelsier Ventures estuvo en contacto con integrantes del Gobierno de Milei en las horas posteriores al estallido del escándalo. Durante las conversaciones, la Casa Rosada le habría ordenado no conceder más entrevistas y le habría prometido que el presidente no lo incriminaría en televisión y enviaría a un emisario a reunirse con él.

No hay por ahora evidencias que respalden las palabras del empresario estadounidense, quien usaba su supuesta influencia en el círculo íntimo de Milei para buscar financiación para sus proyectos. Sin embargo, el escándalo acrecienta las sospechas sobre el presunto pago de sobornos en el entorno de Milei. Las primeras se remontan a la campaña electoral, cuando Milei fue acusado de vender candidaturas. Ahora, vuelven con el líder ultraderechista como máximo representante del Estado. El empresario estadounidense Charles Hoskinson, un referente del ecosistema cripto internacional, denunció que durante el Tech Forum celebrado el año pasado en Buenos Aires hubo intermediarios que le propusieron una reunión con Milei a cambio de dinero. Hoskinson, fundador de la plataforma blockchain Cardano, se negó.

El criptogate se ha convertido en la peor crisis política del Gobierno argentino. A modo de autocrítica, Milei señaló que durante sus primeros 14 meses de presidencia fue demasiado fácil llegar a él y anticipó que levantará murallas para corregirlo. Hasta ahora, nadie ha renunciado por el error cometido.

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