Un hombre golpea con un martillo la ‘Piedra de los doce ángulos’, la joya arquitectónica de los incas en Cusco
El atacante, que se ha declarado antisistema, se enfrenta a un delito de seis años de cárcel por vandalizar el monumento más visitado de Perú. El daño, según las autoridades, es “irreversible”
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Un muchacho de cabello largo y mochila irrumpe en la calle Hatun Rumiyoq, a pocos metros de la Plaza Mayor del Cusco. Es la madrugada del martes y los comerciantes de artesanías ya se han marchado. El sujeto saca un martillo de su mochila, lo coge con la mano izquierda y golpea, con fiereza, uno de los mayores atractivos turísticos del país: la piedra de los doce ángulos, una joya arquitectónica que compone lo que fue el palacio de Inca Roca, quien gobernó el curacazgo del Cusco entre 1350 y 1380. Un monumento histórico, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1983, que se ha convertido en un retrato obligado para los viajeros nacionales y extranjeros.
📢¡Cae sujeto que atentó contra la Piedra de los 12 Ángulos!📢
— Policía Nacional del Perú (@PoliciaPeru) February 19, 2025
Efectivos de la Región Policial Cusco capturaron a sujeto que atentó contra el patrimonio cultural del Estado empleando un objeto metálico (martillo), el 18 de febrero en la calle Hatun Rumiyoq. #ProtejamosLoNuestro pic.twitter.com/AWcZUqFqtE
Si bien las cámaras de seguridad de la municipalidad captaron el ataque del sujeto, su captura no fue inmediata. Fue intervenido después de doce horas a tan solo tres cuadras, en las inmediaciones del templo de San Blas. El tipo ha sido identificado como Gabriel Mariano Roysi Malanio, es limeño y tiene 30 años. Durante su detención evitó dar declaraciones a la prensa, pero durante el operativo se declaró como un antisistema. Las pesquisas indican que durante el atentado habría estado bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Jorge Moya, jefe de la Dirección Desconcentrada de Cultural del Cusco, ha lamentado el incidente y ha calificado el daño de irreversible. De acuerdo a los peritos se ha quiñado la estructura y se han descascarado algunos fragmentos. “No es la primera vez que ocurren este tipo de situaciones. Nuestro centro histórico debe estar debidamente protegido. Por ello, vamos a llevar las recomendaciones y conversar con nuestro alcalde para mejorar la viligancia”, ha señalado.
La Piedra de los doce ángulos pertenece a una construcción donde actualmente se ubica el Palacio Arzobispal y el Museo de Arte Religioso. Al encontrarse en una calle pública, su visita es totalmente gratuita, y a cualquier hora del día. El inconveniente es que no hay vigilancia durante la madrugada. Un problema que no ha logrado resolverse desde hace décadas, y que ha dado lugar a otros atentados.
Uno de los más recordados sucedió en marzo del 2014, cuando unos vándalos pintaron el monumento con aerosol rojo. Escribieron unas iniciales de cuarenta centímetros de alto: JHK. Las pintas fueron borradas por especialistas de la Unidad Desconcentrada de Cultura con gel biodegradable. Anteriormente, otro graffitero había escrito las iniciales AL. Por esos días también se anunció que se incrementarían de seguridad más eficaces.
Pero, indudablemente, el atentado contra el patrimonio cultural que más revuelo causó en el Cusco sucedió poco antes de las Fiestas de Año Nuevo del 2004. Dos mochileros chilenos llamados Enzo Tamburrino y Eduardo Cadima dibujaron un número tres con un spray azul sobre el muro del Beaterio de las Nazarenas, una casona colonial ubicada frente a la Plazoleta de las Nazarenas, en la calle Siete Culebras. A ambos se les acusó por unos rayados con pintura dorada en la ‘Piedra de los doce ángulos’ meses atrás. El incidente provocó un conflicto diplomático entre Perú y Chile, que obligó a intervenir al presidente sureño de aquel entonces, Ricardo Lagos. Finalmente, Cadima fue liberado del penal de Quencoro luego de 60 días, mientras que Tamburrino lo hizo luego de cuatro meses. Una fundación pagó la indemnización de cien mil dólares.
En el caso de Gabriel Mariano Roysi Malanio podría ir a la cárcel por seis años por el delito contra el patrimonio cultural en agravio del Estado peruano. La Piedra de los doce ángulos está compuesto de una roca de origen volcánico llamado diorita, pesa alrededor de seis toneladas y destaca por sus doce ángulos que encajan a la perfección con otras rocas de menor tamaño. Se presume que simboliza la división entre las familias de las dinastías incaicas, Hanan y Hurin.
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