Hablar de emprendimiento afro es hablar de oportunidades de negocio
En un evento virtual organizado por América Futura y CAF, expertos del continente ahondan en la brecha digital, la falta de datos y las posibilidades que se abrirían en la economía global si se financiaran más estos negocios
EL PAÍS ofrece en abierto la sección América Futura por su aporte informativo diario y global sobre desarrollo sostenible. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscríbete aquí.
El emprendimiento es uno de los canales para promover mejoras socioeconómicas, pero este sigue siendo un terreno lleno de zancadillas para las poblaciones étnicamente diversas. Es por ello que América Futura y CAF-banco de desarrollo de América Latina organizaron un encuentro virtual este jueves para reflexionar sobre los retos del sector, los emprendimientos de personas afrodescendientes que están marcando la ruta y las guías para arrancar una startup o financiarla.
Niousha Roshani, cofundadora y CEO de The Black Entrepreneurs Club, fue muy tajante cuando se refirió al lenguaje y la intención alrededor de los negocios de personas negras o indígenas: “Hasta que las narrativas del emprendedor negro no cambien, siempre vamos a pensar apenas en diversidad e inclusión, que es un buen paso, pero no es bastante. Tenemos que pensar en negocio”, explicaba desde Brasil. “Se está perdiendo dinero por no invertir en esta población. Y las comunidades afro en el mundo generan más de siete trillones de dólares anualmente. Es un mercado muy grande, pero no se piensa en los datos”.
Este fue un argumento muy compartido por los demás panelistas, que lamentan que no existan bases de datos potentes para direccionar las políticas públicas o las inversiones en el sector. Una de las múltiples cifras compartidas por Paula García, gerenta regional de Seedstars es que los equipos con diversidad étnica tienen un 30 % más de retornos que los equipos de un solo grupo racial. “Existe un potencial muy grande. Y estos son mercados emergentes en los que hay que invertir”, dijo. “Viendo estas cifras, nos motiva mucho a seguir en este camino”, explicaba la líder de esta incubadora de startups tecnológicos en todo el globo.
Daniel Manjarrés, asesor de relaciones institucionales, PretaHub, Brasil, por su parte incidió en que las personas que se definen como negras no son una minoría. En el gigante latinoamericano, cerca del 56% de la población se autorreconoce como tal. Sin embargo, no son esas las cifras de representatividad en el liderazgo de negocios. Para el colombiano, una de las razones detrás de ello tiene mucho que ver con la brecha digital: “El racismo estructural quiere borrar nuestra cultura y que estemos aislados, pero la conectividad nos pone en un lugar muy adelante. Pero el acceso y el buen uso de la tecnología es muy limitado”. Manjarrés señaló tres factores que hacen que el emprendedor tenga dificultades para disfrutar de la tecnología: la conectividad, los dispositivos y la familiarización.
Un estudio de CAF- banco de desarrollo de América Latina a finales de año mostraba lo estancadas que están las cifras de movilidad social y económica en la región. Y cómo, para las comunidades afrodescendientes e indígenas, es incluso más complejo salir de círculos de pobreza o vulnerabilidad. También para emprender. El racismo, la falta de financiación y la brecha digital están detrás de que muchas puertas estén cerradas antes de tocarlas. O que cueste más abrirlas.
En el evento, moderado por Noor Mahtani, periodista de América Futura, también intervino Eddy Marcelín, coordinador de diversidad étnico-racial de CAF y originario del Chocó, una de las regiones más olvidadas históricamente por el Estado y más azotadas por el conflicto armado y la desigualdad. Marcelín compartió varias anécdotas sobre la innovación a pesar de las adversidades. “Nosotros pretendemos generar acciones a través de los gobiernos que nos permitan igualar la cancha y generamos mayores capacidades de ascenso y movilidad social”. Y añadió: “Hay barreras enormes pero también grandes oportunidades”.
Helena Valencia también es del departamento del Chocó. Ahí fundó el programa Innovation Girls, un proyecto de formación en tecnología a niñas y mujeres, en la Escuela de Robótica, y es una fiel defensora de iniciativas con perspectiva de género: “Cuando formas a una mujer, formas a una comunidad completa. Y ellas son conscientes de ello. Después de intentarlo, crean una cadena enorme de empoderamiento, donde también se beneficien otras mujeres y los saberes sean compartidos”.
Según un estudio de Google, los fundadores de emprendimientos afrodescendientes recibieron menos del 1% de todo el capital de riesgo mundial en 2020. Una realidad que no sorprende en absoluto a Wendy Jordán, fundadora de la plataforma Encuentra24, Panamá, quien aportó consejos al tejido empresarial que quiere ser inclusivo: “Hay que aspirar a una mayor diversificación en las contrataciones que reflejen la división racial del país. Hay que dejar de buscar en los mismos espacios. Y eso requiere un mayor esfuerzo por parte de los empleadores [...] Habla con tu persona de recursos humanos y dile que te busque este tipo de perfil. Solo así vamos a tener opiniones diferentes; mayor riqueza”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.