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Karen Sevillano, la tiktoker afro que le gana un ‘reality’ a las celebridades de Colombia

La ganadora de ‘La casa de los famosos’ se hizo conocer en redes sociales durante la pandemia gracias a su humor, al mismo tiempo que ha venido señalando el racismo y el machismo

Karen Sevillano.
Karen Sevillano.Karen Sevillano
Camila Osorio

Más de cinco millones de personas votaron por Karen Sevillano— más votos de lo que ha obtenido cualquier senador o alcalde colombiano en las últimas elecciones. Pero ella no se estaba lanzando a un cargo de elección popular. Sevillano, una influencer de la ciudad de Cali que se hizo primero conocer en la pandemia a través de TikTok, fue la ganadora esta semana del reality La casa de los famosos, la primera edición de una franquicia del norteamericano Big Brother en Colombia, y que le dio a RCN Televisión uno de los mayores ratings en la pantalla chica del año. “Es muy fácil estar en televisión y mostrarse perfectamente bien”, dijo al terminar la grabación quien es una de las pocas personas del planeta que siempre se ve impecable frente a las cámaras. La casa de los famosos grabó a los participantes, la mayoría actores de fama local, 24 horas durante cuatro meses. “Lo verdaderamente difícil es ser vos, con todo lo que sos”, añadió Sevillano.

Por esa última razón, el mostrarse auténtica en el mundo televisivo de lo no auténtico, y hablar de racismo y desigualdad entre celebridades que normalmente prefieren no tocar estos temas, es que sus admiradores creen que ganó la votación. Detrás de su victoria está la historia de una movilidad social improbable, y muy simbólica de las economías virtuales del siglo XXI. Pasó de ser una mujer afrocolombiana sin oportunidades a convertirse en una influenciadora viral (tiene 3,5 millones de seguidores en TikTok), y así al reality en el que se acaba de ganar 400 millones. En Instagram tiene 2,9 millones seguidores, más que otros influenciadores conocidos en Colombia como Wescol, ‘Marce’ La Recicladora o el senador Jota Pe Hernández.

“Sé que el dinero va y viene... y mejor que venga”, dijo Sevillano sonriendo al empezar su discurso antes la votación, en el que se describió como una “pelada divertida, extrovertida, muchas veces bullosa”. “A lo mejor no crecí con las mejores oportunidades. Mientras vendía sandalias en el centro, o servía helado por 25.000 pesos, decía: le quiero comprar una casa a mis papás”. Antes de ser famosa fue modelo webcamer, un pasado que no oculta. “Desde cuando ser webcam es un insulto para denigrar a alguien, bien por las viejas que en este país sin oportunidades buscan como salir adelante como sea”, dijo en una conferencia de estas actrices eróticas, defendiendo el oficio.

Durante el reality, Sevillano contó que creció en un inquilinato, donde vivió con cuatro hermanos y sus padres en un mismo cuarto, y que fue discriminada por ser negra tanto allí como en su escuela. “Ser niña negra no es fácil”, le dijo llorando al público. Pero no solo habló de ella. “En Timbiquí y Guapi, Cauca, que son pueblos donde mayoritariamente vive gente negra y están olvidados, los colegios públicos no son igual que en Cali, que en Bogotá, que en Medellín”, dijo, dándole clase a un público de compañeros. “A las personas las juzgan por sus actitudes, pero lastimosamente nosotros antes de las actitudes nos ven el color de piel”, señaló en otro episodio.

La mayoría de los compañeros de Sevillano, blancos o mestizos, no debatieron el tema del racismo con ella. Sí lo hizo Omar Murillo, el único otro concursante negro. “No podemos hacernos el pajazo mental de que todos somos iguales”, le pidió Sevillano a Murillo, en el capítulo 58, cuando este insistía que no quería ser activista de los negros sino de “la humanidad”, ya que otros como Martin Luther King Jr. ya luchado contra la segregación. “Los blancos deben ser conscientes del privilegio que tienen ante la sociedad, porque a nosotros como negros sí nos toca más difícil, porque blanco corriendo es atleta, mientras negro corriendo es ratero”, le respondió Sevillano.

No es una denuncia nueva en grupos activistas, académicos, o incluso en la oficina de la vicepresidencia de Colombia, que desde agosto de 2022 ocupa Francia Márquez. Pero Sevillano no es una activista ni una política. Se ha hecho conocer más por su humor que por sus denuncias. Aun así, tocó fibras en un programa de entretenimiento de la televisión nacional por hablar francamente de temas más duros que los usuales.

“Yo ando feliz”, dijo otro influenciador de Cali, Lali Fernando Riasco, contando que leyó comentarios racistas contra Sevillano por lo que decía y por cómo hablaba. “Es muy importante resaltar esto, por lo que representa ver una mujer negra hablar de diferentes problemas sociales como la diferencias de clase, el abandono estatal, el racismo estructural”, añadió. Rossi Lemos, presentadora de noticias chocoana en RCN Televisión, también celebró: “En tiempos donde ser auténtico parece ser difícil, Karen Sevillano nos ha demostrado que toca seguir siendo nosotros”.

Sevillano ya había tenido dos apariciones previas en otros realities, menos conocidos, Duro contra el muro y LOL Colombia. Había logrado un empate en el último, pero no había ganado. Un reality, para cualquier persona que haya visto uno, es más actuación que realidad, aunque se venda como lo segundo: hay guiones, peleas manipuladas por los productores para generar reconciliaciones, disputas que parecen sacadas de telenovelas. Y, como explica Juan Villoro en su libro No soy un robot, el programa encierra a las personas en un espacio donde siempre son vigiladas y el espectador mira con morbo cómo pueden sobrevivir, o matarse entre sí, los que parecen náufragos en una isla desierta. “En el reality, formar parte del cautiverio vale más que salir del encierro: quien se libera pierde”, escribe Villoro.

¿A quién quiere ver América Latina sobrevivir en la isla desierta? La actriz trans Wendy Guevara, también influenciadora en México, ganó la versión mexicana de La Casa de los Famosos en 2023 y, como Sevillano, habló contra la discriminación, en su caso contra las mujeres trans. Guevara superó, como Sevillano, a varios actores de fama local. Se dijo que ganó, como Sevillano, por su naturalidad y desparpajo. Los influenciadores, sin embargo, son otra versión de la autenticidad puesta en escena. “Lo verdaderamente difícil es ser vos, con todo lo que sos”, dice Sevillano. Eso es cierto tanto dentro del reality como dentro de TikTok. Cuando se puede hablar de discriminación en las redes sociales o en la televisión, pareciera decir la audiencia, algo sí está tocando el mundo de lo real.

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Sobre la firma

Camila Osorio
Corresponsal de cultura en EL PAÍS América y escribe desde Bogotá. Ha trabajado en el diario 'La Silla Vacía' (Bogotá) y la revista 'The New Yorker', y ha sido freelancer en Colombia, Sudáfrica y Estados Unidos.
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