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5 cosas que nunca han de hacerse antes o después de tener sexo

Vigilar la cena o la cama en la que sucede el encuentro, entre las claves para el bienestar íntimo

En la cama, como en la guerra, todo vale. Sin embargo, incluso para los amantes más avezados, hay episodios involuntarios que pueden suponer pequeñas tragedias, especialmente si nuestro acompañante lo es por primera vez. Tenerlo todo calculado al milímetro es imposible y, sobre todo, supone una cortapisa para el disfrute, pero hay errores que se pueden solventar fácilmente para evitar un mal trago. He aquí cinco de ellos que conviene no cometer en los momentos previos o posteriores al encuentro íntimo. Si aún así, suceden, tómeselo con filosofía: la naturalidad suma puntos.

1. No cene alimentos con demasiada fibra

Por muy apóstol de la comida sana que sea, los cereales completos y las legumbres pueden jugarle una mala pasada. “Contienen polisacáridos difíciles de asimilar por el organismo. Consumidos en exceso pueden fermentar en el estómago y ocasionar gases”, advierte Liliana Velásquez, nutricionista en los centros de medicina estética Cristina Álvarez. De acuerdo, pocas cosas son tan sonrojantes como una sonora ventosidad en mitad de la batalla. Pero a lo hecho, pecho… y sentido del humor. Para Vargas, “bromear sobre cualquier contratiempo durante el acto sexual le resta importancia y ayuda a fortalecer el lazo comunicativo y de confianza con la otra persona”. Tampoco se vaya al polo opuesto, las comilonas descomunales provocan el mismo efecto. “Los alimentos ricos en grasas saturadas conllevan una larga y tediosa digestión”. Además de sensación de pesadez, cuanto más tiempo estén las viandas retenidas en su tracto intestinal, más posibilidades de que se formen molestas burbujas de aire.

2. No abuse del alcohol

Beber una copa desinhibe y facilita el acercamiento al contrario. Y hasta ahí. Mejor no seguir empinando el codo porque copular beodo complica mucho la faena. “El alcohol deprime el buen funcionamiento del sistema nervioso. Esto implica que los mensajes desde las zonas erógenas llegan mal al cerebro y viceversa, dificultando la eyaculación y el orgasmo”, apunta la sexóloga Madeleine M. Castellanos en su libro Wanting to Want. Si usted es mujer sepa que la misma cantidad de alcohol le va a afectar más que a sus colegas varones. Por dos razones: probablemente pese menos que ellos y su organismo tiene menos agua que el masculino.

3. No haga contorsionismos innecesarios

Casi un 25% de la población sufre dolor lumbar, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), patología que puede hacer muy molestas las relaciones sexuales. “Tradicionalmente los médicos recomendaban a las mujeres afectadas practicar solo la postura de la cuchara [los dos miembros de la pareja de lado, mirando al frente] para reducir la presión sobre los nervios de la zona. Ahora hemos descubierto que puede ser la peor”, apunta Natalie Sidorkewicz, del departamento de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Waterloo (Canadá). Su equipo acaba de crear un atlas con las cinco posturas menos dolorosas en caso de lesión, entre las que se incluyen el misionero, “sobre todo, poniendo una almohada bajo la espalda para mantenerla en una posición más neutra”, o la cuadrupedia apoyándose en las manos, "nunca en los codos".

4. No haga la cama con sábanas blancas

Si participa una mujer, existe un 17% de posibilidades de que el feliz encuentro se produzca durante el periodo de ella, pero nadie ha de preocuparse: esta situación no impide el sexo con penetración. “Es más, debido a los cambios hormonales, a algunas féminas les aumenta la libido. Y el orgasmo además de ser, en algunos casos, mucho más intenso, al liberar endorfinas, reduce los dolores propios de la regla”, señala Lucía Vargas, psicóloga especializada en sexología y trastornos sexuales de Doctoralia. Dicho esto, es probable que la mezcla de fluidos deje el lugar un poco achurretado. Y aunque no hay que avergonzarse de algo natural, unas sábanas de un discreto color marsala (existen otras opciones igual de útiles: de acabado felino, negro, rojo pasión o lila) rebajarán intensidad a la escena.

5. Al terminar, no se escabulla al baño a hurtadillas

Cuando acabe, es probable que ambos sexos necesiten urgentemente ir al baño. "El deseo de orinar se dispara cuando la vejiga alberga unos 150 cc de líquido. No es que se haya llenado durante el acto, sino que puede que ya tuviera cierta cantidad de líquido pero con la excitación previa no lo notara”, describe la uróloga Pamela Ellsworth en The Little Black Book of Urology (El Pequeño Libro Negro de la Urología). Además de necesario, es un gesto beneficioso: acudir al excusado después del coito es recomendable para las mujeres, ya que la anatomía femenina, con el ano muy cerca de la uretra, las hace 10 veces más propensas a contraer una infección de tránsito urinario, sobre todo con el ajetreo y la lubricación, debido al movimiento de las bacterias fecales. Así lo recomiendan desde el Centro de Información de la Cistitis. Eso sí, saltar de la cama nada más cruzar la línea de meta puede desconcertar a nuestro acompañante. "Jamás se escabulla como si fuera delito. Explíqueselo a su pareja con naturalidad”, apunta Vargas.

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