Por qué no es buena idea que su hija le robe el esmalte de uñas
Problemas de autoestima y futuras alergias, entre los riesgos de convertir la manicura infantil en un hábito en lugar de en un juego
Si desde hace un tiempo observa cómo su hija pequeña emprende sigilosas incursiones al baño para hacerse con su pintaúñas y someterse a interminables (y originales) sesiones de manicura, es posible que, después de haberse echado unas risas contemplando el resultado, se haya preguntado si hay, en ese comportamiento, algo que deba vigilar, o si el uso del esmalte puede resultar perjudicial sobre sus jóvenes uñitas.
Lo cierto es que, a priori y según los expertos, no existe ningún problema grave de salud asociado a este hábito, aunque también es verdad que aconsejan algo de prudencia cuando se trata de uñas y mentes pueriles.
Plantéelo como un juego. "Todos los niños tienden a imitar a los mayores", afirma la psicóloga Carmen Torrado, quien considera que es "absolutamente normal" que una niña le pida a su madre que le compre maquillaje. Eso sí, la experta aboga por establecer límites, y aconseja: "Del mismo modo que llega Carnaval y las niñas se disfrazan, o el día de su cumpleaños se visten de hada o princesa, de forma excepcional, los padres pueden permitir que sus hijas se maquillen y, en concreto, se pinten las uñas".
Pero, ¿y si no hay día que no acabe con las uñas de colores? "En ese caso, quizá sea el momento de que los padres tomen cartas en el asunto. Este comportamiento puede denotar una falta de autoestima que la niña pretende compensar con la cosmética. Los padres deberían intentar averiguar cuál es el nivel de aprecio propio de su hija y actuar en consecuencia, solicitando, si es preciso, ayuda profesional", explica Torrado. También la doctora Rosa Ortega, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), apela al "sentido común" cuando se refiere a la frecuencia con que los padres deberían permitir el uso de esmaltes de uñas en la niñez (de 2 a 10 años): "Pero no se trata solo de fijarnos en la frecuencia, sino también en la toxicidad de los cosméticos que emplean".
El trío 'del mal'
Manicura infantil
A pesar de lo expuesto, Rosa Ortega, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), asegura: "No existe ningún peligro grave para la salud vinculado al hecho de que una niña se pinte las uñas". He aquí cinco pautas básicas que debería seguir cuando levante la veda.
- Utilice esmaltes 5-Free.
- Elija una laca de uñas de color suave.
- Aplique una base hidratante en la uña antes del esmalte.
- Convierta las sesiones de manicura en un juego puntual.
- Limpie, horas después, con quitaesmalte sin acetona, pues este compuesto reseca el tejido en exceso.
El Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California (Estado Unidos) advirtió en 2012 de que algunos esmaltes comercializados como saludables continuaban teniendo en su composición el llamado "trío tóxico", a pesar de que en la etiqueta no lo indicase. La presencia de estas sustancias (formaldehído, ftalato de dibutilo y tolueno) es, sin duda, una de las razones por la que deberíamos tomar ciertas precauciones a la hora de dejar nuestra laca de uñas al alcance de los críos. "Aunque en España todos los productos comercializados deben pasar exhaustivos controles sanitarios, no podemos olvidar que también hay a la venta otros muchos esmaltes cuya composición no está supervisada", advierte la dermatóloga. En Europa y Estados Unidos el empleo de ftalaro de dibutilo en la fabricación de cosméticos está prohibido. La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), por su parte, apuesta por la limitación de tolueno y formaldehído, que, inhalados, pueden causar tos, irritación de garganta, somnolencia y dolor de cabeza.
Los esmaltes calificados como 3-Free están libres de estos elementos. También existen los 4-Free, que no contienen tosilamida (resina responsable de aumentar el brillo y alargar la duración, pero que, según el mapa de sustancias peligrosas de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, se asocia a casos de alergia alrededor de la uña, con picor y descamación) y los 5-Free, que, además de los anteriores, excluyen el alcanfor (plastificante que reduce las grietas en la pintura, pero que ingerido, según el americano Centro para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC), puede causar irritabilidad, confusión e hiperactividad neuromuscular).
Las alergias suponen la tercera vía de vigilancia, pues como recuerda la doctora Ortega: "El hecho de usar sustancias químicas en contacto con la piel, y en concreto, los esmaltes de uñas, puede favorecer la aparición de alergias en el futuro en niños atópicos [con atopía: mecanismo inmunitario que presentan los trastornos alérgicos]".
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