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8 pruebas médicas que no debería retrasar más

Analizamos los grandes bastiones de la medicina preventiva. ¿Qué significa cada examen y qué se pretende con él?

Ningún calendario ministerial obliga. Son ocho chequeos voluntarios, pero que la medicina preventiva aconseja incluir en nuestra agenda anual. Al fin y al cabo, son poco más de 20 horas al año. Si el ser humano fuera un coche, esta sería su ITV.

1. Analítica básica. Un pinchacito de nada. Las medidas que arrojan los resultados de una analítica son una especie de jeroglífico que, una vez interpretado, aporta al especialista un croquis esencial de nuestro estado general de salud. La doctora Marta Rodríguez, médico internista de la Clínica Cima Sanitas de Barcelona, nos explica por qué es aconsejable vencer el miedo a la aguja: "En pacientes sanos, se aconseja una analítica anual que incluya un hemograma, un perfil de bioquímica y un TSH (valoración de tiroides). En la mujer, se sugiere realizar la analítica para detectar posibles anemias, que pueden ser secundarias a menstruaciones abundantes, en cuyo caso deberíamos suplementar con hierro". En las pruebas rutinarias en personas sanas se pueden detectar problemas asociados a niveles altos de glucosa, colesterol y otras grasas, que permiten iniciar prevención y tratamiento de forma precoz. En los varones, a partir de los 45 años, se incluye el PSA (marcador de próstata) por su tendencia al aumento de tamaño y para la detección precoz de problemas prostáticos.

*Nota curiosa. Una joven llamada Elizabeth Holmes acaba de pasar a la lista Forbes con una fortuna de mil millones de dólares construida a golpe de “sangre”. Ha creado un kit de control (similar al de los diabéticos) que permite analizar la sangre solo con una gota. Su invento ya está en más de 20 farmacias norteamericanas.

2. Presión arterial. Alta tensión. Según la OMS, la hipertensión es una enfermedad que ya afecta a mil millones de personas en el mundo. En Europa, uno de cada tres adultos la padece, con el riesgo que implica a la hora de causar cardiopatías o accidentes cerebrovasculares. Se considera hipertensión a partir de unos valores de 14-9. La doctora Rodríguez insiste en la importancia de someterse a estos controles. Pueden realizarse un par de veces al año si el paciente está sano. Lo ideal es una medición en verano (cuando la tensión arterial suele estar más baja) y a otra en invierno. Las revisiones ayudan a detectar patologías que se pueden prevenir o retrasar ajustando dietas, hábitos de vida o tratamientos precoces.

*Nota curiosa. África es el continente con un mayor porcentaje de hipertensos (el 46 % de los adultos). Su prevalencia es mucho menor en países de ingresos altos (35 %). Son datos arrojados por la OMS y publicados en el año 2012.

3. Perfil hormonal. El hall del organismo. Las hormonas son las más chivatas de que algo no va bien. La doctora Josefina Vicario, especialista en Medicina y Cirugía, lleva décadas pidiendo a sus pacientes las analíticas hormonales más completas: "El análisis hormonal y de tiroides es la gran medicina preventiva con mayúsculas. Somos el resultado de un complejo entramado bioquímico. En el caso de las mujeres, es mucho más importante y se espera que el perfil hormonal femenino forme parte de cualquier revisión médica pronto. La prueba es muy sencilla. Basta extraer la sangre y los resultados los puede valorar un endocrino o el especialista de medicina general". Según la doctora, "una vez al año conviene repasar al menos los niveles de estradiol (favorece la restauración ósea, protege el sistema circulatorio e interviene en la generación de las proteínas del hígado), la progesterona (con un papel vital en el embarazo y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios), la hormona foliculoestimulante (permite confirmar la llegada de la menopausia), la luteinizante (se produce en la glándula pituitaria y se vincula a afecciones como quistes ováricos) y la prolactina (indicativa de tumores hipofisiarios e infertilidad)".

*Nota curiosa. El tiroides tiene una incidencia directa en las glándulas suprarrenales y el cortisol, que es la hormona que controla el estrés. Los últimos estudios demuestran que un 10 % de la población crea anticuerpos que destruyen el cortisol, creándoles, en consecuencia, problemas de ansiedad.

El análisis hormonal y de tiroides es la gran medicina preventiva con mayúsculas. Somos el resultado de un complejo entramado bioquímico" (Josefina Vicario, especialista en Medicina y Cirugía)

4. Repaso dental. El barómetro de la salud. La salud bucodental española está aún muy por debajo de la media europea. Según los últimos datos presentados por la Organización Colegial de Dentistas de España, el 93 % de la población tiene caries. El doctor Gustavo Camañas, director médico de Vitaldent, nos explica por qué no debemos saltarnos esta cita anual: "Si acudimos cada año al odontólogo se podrá detectar de manera temprana cualquier patología, ya sea una caries o un problema periodontal. La detección precoz, además de facilitar el tratamiento, implica menos molestias para el paciente. No es lo mismo tratar una caries en estado inicial que otra en estado avanzado, que puede exigir endodoncia o extracción". La clave es acudir al dentista antes de que duela. La limpieza dental también es obligatoria e improrrogable. La acumulación de placa bacteriana que no se retira de forma correcta puede afectar a la encía y al hueso, que sirven de soporte al diente hasta que se acaba cayendo.

*Nota curiosa. Una dentadura amarilla no tiene por qué revelar ningún problema de salud o higiene. El paso del tiempo y hábitos alimenticios como el consumo de café conducen, con facilidad, a este estado, según nos contó el dentista Iván Malagón.

5. Control respiratorio. A pleno pulmón. Respirar bien en apariencia no basta. Los doctores proprevención aconsejan revisar el aparato respiratorio cada uno o dos años, como Santiago Carrizo Sierra, especialista en Neumología y miembro del directorio de especialistas topdoctors, que cuenta al detalle en qué consisten las pruebas: "Salvo la gasometría arterial (que exige extraer sangre de la arteria radial para conocer con exactitud la cantidad de oxígeno y CO2 en la sangre) y que se hace en pocas ocasiones, el resto de pruebas ni duelen ni son invasivas. La más común es la espirometría, que consiste en medir el flujo de aire en los pulmones. Para llevarla a cabo, el paciente solo tiene que respirar dentro de una boquilla conectada a un espirómetro que registra los datos". Con este reconocimiento, se busca prevenir la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

*Nota curiosa. La espirometría tiene más de siglo y medio de vida. Se trata de una técnica que se conoce desde el año 1846, cuando el doctor Hutchinson presentó el primer equipo.

6. C, U, F, W, T… Examen visual. Según el Libro Blanco de la Visión, solo un 40 % de la población española se somete a revisiones de vista regulares. Y entre el año 2008 y el 2012, el porcentaje de población que necesitaba corrección visual aumentó del 50,6 % al 53,4 %. La doctora Marta Pazos, del Institut de la Mácula i de la Retina del Hospital Quirón Teknon de Barcelona y miembro también de topdoctors, defiende el examen oftalmológico anual. "No hay que esperar a notar síntomas visuales o baja visión para ir al oftalmólogo", insiste. Este test puede diagnosticar alteraciones oculares importantes antes de que presenten síntomas, mejorando en muchos casos su pronóstico. Las enfermedades relacionadas con la edad son la causa más frecuente de pérdida visual, siendo la degeneración macular y el glaucoma sus máximos exponentes. "Las revisiones oculares periódicas a partir de los cincuenta años deberían ser la principal medida a tomar en cuenta para diagnosticar precozmente estas enfermedades y así mejorar su pronóstico", dice la experta. El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico, que es el responsable de enviar la información visual desde el ojo hasta el cerebro. Hoy por hoy, no se puede recuperar el tejido nervioso que se haya deteriorado antes del diagnóstico, pero sí se puede evitar que el daño al nervio continúe avanzando. 

*Nota curiosa. Los niños españoles son los que más utilizan gafas o lentillas de toda Europa. Durante el año 2012, se realizaron en nuestro país 125.000 intervenciones de cirugía refractiva y 350.000 de cataratas. En el caso de los críos, muchos problemas escolares están directamente ligados a deficiencias visuales.

7. Revisión dermatológica. Con lupa. Tenemos dos metros cuadrados de piel. Es el órgano más extenso de nuestra anatomía. La doctora Cristina Núñez, dermatóloga de la Clínica de la Milagrosa de Madrid, aclara el protocolo que se ha de seguir para mantener a raya las lesiones cutáneas. Según cuenta, es buena idea acudir una vez al año (o cada seis meses si hay mayor riesgo de lesiones: muchos lunares o piel muy blanca) a la consulta del dermatólogo para estudiar a fondo la evolución de estas manifestaciones dérmicas. "El método más avanzado de control consiste en revisar la piel con un aparato que amplía por 10 el tamaño de los lunares. Lo más importante es que las fotos se archivan y se pueden realizar comparativas en las revisiones posteriores", cuenta Núñez.

*Nota curiosa. La detección precoz del melanoma es un seguro de vida. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, cogido en épocas tempranas, el porcentaje de supervivencia es casi del 100 %. 

8. Solo mujeres. La ITV femenina. Todas las mujeres deben hacerse una revisión ginecológica al año. Aun así, según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), una de cada cinco confiesa no haber ido nunca al ginecólogo. El doctor Miguel Ferrer Gispert, especialista en Obstetricia y Ginecología, explica al detalle las pruebas obligatorias. "A la hora de realizar revisiones ginecológicas, hay que tener en cuenta dos factores: la edad y los antecedentes personales o familiares de la paciente. Los controles ginecológicos deben empezar a realizarse a partir de los 18 años o en el momento del inicio de las relaciones sexuales. La revisión completa ha de incluir cinco tipos de pruebas como mínimo en pacientes sin antecedentes: exploración mamaria; citología, coloposcopia, tacto vaginal bimanual y ecografía ginecológica transvaginal. La frecuencia de la realización de la citología (para la prevención del cáncer de cérvix) también dependerá de la persona y de sus antecedentes. Esta puede ser alternada por el examen del papiloma (HPV). Aunque no se tengan antecedentes, a partir de los 40 años es importante realizar una mamografía al año".

*Nota curiosa. ¿Ginecólogo o ginecóloga? Según un Estudio de la SEGO, un 17 % de las madrileñas no han ido nunca al ginecólogo por cuestiones de pudor. Deberían saber que en la Comunidad de Madrid, el 90 % de los médicos internos residentes de esta especialidad son mujeres.

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