Pérez Villalta reivindica el carácter tridimensional de su obra en 'Artífice'

"Desde que tengo uso de razón artística siempre he tenido claro que mi tarea era la de artífice, no la de pintor". Con estas palabras, Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, Cádiz, 1948) ratificó ayer en Sevilla el sentido de Artífice, una amplia muestra que, a través de un centenar de obras recorre todos los géneros que ha tocado durante su carrera. Los muebles, joyas, objetos domésticos, suelos, tapices, alfombras, vidrieras, carteles, arquitecturas, templos, diseños de jardines y escenografías, entre otros, se exhiben desde ayer repartidos en dos salas de la Obra Social de Caja San Fernando: en la plaza de San Francisco y en la calle Imagen. Las obras están fechadas entre 1976, cuando el artista acometió sus trabajos más "desenfadados y yeyés" y 2006, con piezas "ritualistas" llenas de simbolismo.

"Es en este tipo de obras, que son mi verdadera vocación, donde mi cabeza piensa mejor; por su concepción volumétrica, tridimensional y espacial, algo que en la pintura se refleja débilmente", explicó el artista, que no exponía en Sevilla desde 1999.

Pérez Villalta, quien recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1985 y estudió Arquitectura durante 10 años aunque no se licenció, lamentó que muchos de los proyectos arquitectónicos que pueden verse en Artífice no se hayan realizado "por culpa de algunos políticos" y que tampoco haya cobrado algunos de esos encargos que él ha realizado pero nunca vieron la luz. "Mi arquitectura es muy lógica, es extremadamente racional; algo que le choca a la gente que, a veces, piensa que se trata sólo de proyectos bonitos", añadió.

Para la muestra, comisariada por Óscar Alonso Molina y montada por el también artista José Soto, se han producido por primera vez algunos de sus diseños de muebles; así como maquetas de sus templos como el destinado a ritos agrícolas o el de la lluvia y los vientos. "Siempre he pensado que se puede construir manteniendo la función práctica y la función estética ritual de cualquier edificio", afirma el artista. La exposición incluye uno de sus pocos edificios realizados: la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, en Algeciras (Cádiz), aunque es un trabajo que "después de 14 de años de construcción aún no se ha acabado". El artista aclaró que faltan por colocar algunos mosaicos que él ya ha entregado pero que, de momento, "no aparecen".

De entre todos sus proyectos no realizados, a Guillermo Pérez Villalta le gustaría poder acometer su Jardín de lugares, es decir, convertir en un espacio ajardinado el terreno que separa dos ciudades dando usos rituales a los elementos prácticos que se encuentran en ese recorrido y creando "una especie de paraíso". "Sería bonito que la gente paseara para ver, por ejemplo, cómo crece el trigo", añadió.

Entre el mobiliario de taracea de madera realizado desde finales de los ochenta a mediados de los noventa y propiedad del artista, destacan piezas como Sagrario de las 12 puertas, un pequeño armario que en su corazón esconde un Grial; Arca del cielo, que se posa sobre la figura de un atlante; o General-life, una librería-fuente (con un circuito cerrado de agua). "Las casas del norte siempre están asociadas a la chimenea y las del sur, a la fuente; por eso hice esta pieza que resume conocimiento, por los libros que sostiene, y sosiego a través del agua", aclara.

Artífice, que podrá verse en Sevilla hasta el 30 de julio y viajará a Cádiz en noviembre de este año, incluye también la faceta literaria de Pérez Villalta, con la publicación de 11 cuentos -10 de ellos inéditos- inspirados en personajes reales de la Historia del Arte como Velázquez, Rubens o Piero della Francesca.

Por otra parte, el artista acaba de publicar también el libro Idea, una selección impresa en el mismo tamaño que el original de sus cuadernos de dibujo de 1978 a 1992, y ha ilustrado para el Círculo de Lectores Viajes de Gulliver, de Jonathan Swift, con más de un centenar de dibujos.