Castañeda cree que Fidel Castro pudo salvar al Che

El próximo jueves se cumplen 30 años de la muerte de Ernesto Guevara. El Che fue capturado el 8 de octubre de 1967 por el Ejército boliviano y fusilado al día siguiente sin juicio. La leyenda del guerrillero de muerte prematura no había hecho más que empezar. Su imagen de rebelde y su mirada brillante bajo la gorra se convertirían después en "el símbolo de una época, la de los años sesenta, en la que se transformaron las relaciones entre hombres y mujeres" aseguró ayer el mexicano Jorge G. Castañeda, autor de La vida en rojo. Una biografía del Che Guevara (Alfaguara).

Castañeda sabe que su biografía, la cuarta que se edita en poco tiempo, forma parte ya de la chemanía que nos invade. Antes de salir de Nueva York, el autor contempló horrorizado que en una tienda exhibían juntos los carteles del guerrillero y de Lady Di. "Los aniversarios siempre se prestan a la nostalgia y la evocación del pasado y en el caso del Che se dan, además, dos circustancias: la vuelta a los sesenta que se vive en muchos ámbitos y el carácter de sinceridad que le caracteriza en un momento donde impera el cinismo".El escritor cree, tras investigar en los archivos de la CIA y en los de la antigua Unión Soviética, que en los dos últimos años de su vida el Che fue un hombre acorralado y acosado".

"Con Fidel ni matrimonio ni divorcio", le dijo el propio Che a un amigo. "Tal grado de ambivalencia era insostenible para el guerrillero, que fue perdiendo batalla tras batalla". De la documentación almacenada en los archivos se desprende también que le consideraban un adversario y que él no se resignó al viraje que había dado Fidel en materia económica y de relaciones internacionales.

No cree, sin embargo, Castañeda que se le pueda acusar a Castro de traición, aunque su biografía deja claro que el mandatario cubano sabía que la guerrilla del Che naufragaba en Bolivia. "Fidel sabía que tenía posibilidades de salvarle y decidió no hacerlo por la presiones rusas".

Esta biografía narra las luces y las sombras de la vida del hombre que supervisó centenares de condenas a muerte en el seno de los tribunales revolucionarios y que creó el primer campo de redención para el trabajo. "La paradoja está en que Omar Pérez, su hijo natural, de 33 años, acabó en uno de esos campos". El autor presenta hoy el libro en Madrid, con Regis Debray, Joaquín Estefanía, Joaquín Leguina y Rosa Regás, en la Casa de América, a las 19.30.