Polémica en la identificación del craneo de Mozart 200 años después de su muerte
Dos antropólogos y un equipo de especialistas austriacos aseguraron el miércoles en Viena haber identificado el célebre cráneo de Wolfgang Amadeus Mozart, 200 años después de su muerte, ocurrida en misteriosas circunstancias el 5 de diciembre de 1791. Los antropólogos Herbert Kritscher y Johann Szivassy, del Museo de Historia Natural de Viena, han realizado una reconstrucción blanda del rostro, sorpredentemente similar al conocido, basándose en el cráneo del genio musical a petición de la fundación Mozarteum de Salzburgo, donde se guardaba la reliquia.La reconstrucción blanda -realizada en yeso- fue comparada con retratos auténticos realizados a Mozart y en la investigación se realizaron métodos morfológicos, métricos, radiológicos, bioestáticos, fotográficos y perigráficos. El presidente de la fundación internacional Mozarteum, Friedrich Gehmather, declaró ayer que "el estado actual de las investigaciones no aporta las pruebas científicas suficientes para asegurar que se trata del cráneo de Mozart".
El resultado de la reconstrucción es un curioso busto de Mozart parecido a los retratos del mismo que han empapelado Austria este año cuando se conmemora el bicentenario de su muerte. En el rostro destaca la redondez algo fofa del mismo, la nariz larga y ancha en la punta, la frente alta y unos ojos extremadamente salientes.
El cráneo de Mozart tiene una larga historia y fue una herencia dejada a la fundación Mozarteum del hermano del famoso profesor de anatomía del siglo pasado Josef Hyrtl. En la calavera Hyrtl pegó una etiqueta documentando la reliquia con la siguiente anotación: "Del sepulturero Rothmayer, que sabía donde estaba el sarcófago de Mozart en la fosa común vaciada en 1801, entregada a mi hermano por su sucesor, Joseph Radschop, en l842".
La muerte de Mozart ha ocupado a criminalistas desde el siglo pasado que no han descartado un asesinato por envenenamiento. Algunos aseguran que la razón por la que el cadáver desapareció durante tantos años fue para borrar las huellas de su muerte.
Mozart enfermó 15 días antes de morir, según su biógrafo, Giorg Nikolaus von Nissen. El último día, el 4 de diciembre de 1791, se reunieron por la tarde en el piso de Mozart, en la Rauhensrteingasse, 97, de Viena, seis o siete personas alrededor del lecho de muerte. Ensayaron una parte del Réquiem. Cinco minutos antes de la una de la madrugada muere Mozart. Le entierran uno o dos días después. Un grupo muy reducido acompañó al sarcófago hasta las puertas de la ciudad y sólo los empleados de las pompas fúnebres hicieron la marcha hasta el cementerio Central de Viena. Desde ese momento se perdió la pista del cadáver.
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