'Cinema Paradiso', fiesta en Italia

Italia celebró ayer como una fiesta nacional el triunfo del joven director de cine sicillano Giuseppe Tornatore, que ha recibido en Los Ángeles el Oscar al mejor filme extranjero.Tanto el presidente del Senado, el republicano Glovanni Spadolini, segunda autoridad del Estado tras el presidente de la República, como Nilde Iotti, comunista, la presidenta del Parlamento, enviaron calurosos telegramas de felicitación al galardonado Tornatore. "Su película", le ha escrito lotti, "es un acto de amor para el cine y para lo que él significa en nuestras vidas", añadiendo que dicho Oscar será muy importante para "relanzar el cine italiano".

Pero fue sobre todo en Bagheria, el pueblecito que vio nacer y crecer a Tornatore, a 12 kilómetros de Palermo, donde la gente no durmió esperando la noticia que hará famoso aquel lugar sicillano, hasta ahora sólo tristemente célebre por sus faenas mafiosas.

Los padres del artista estuvieron en pie hasta las ocho de la mañana esperando la llamada deol hijo desde Los Ángeles: "Nunca lo hemos visto tan emoionado", afirmó la hermana de Bepuecio, como llaman en casa cariñosamente a Gluseppe Tornatore.

Es ahora con este premio en Hollywood cuando se pone de relieve que en el artista italiano se ha cumplido una vez más el refrán bíblico de que "nadie es profeta en su tierra", ya que su película Cine Paraíso había pasado desapercibida hasta que la descubrió Cannes. Es más, la Asociación de Corresponsales Extranjeros en Roma, que cada año premian la mejor película italiana del año, ni siquiera le había concedido el Globo de Oro.

El único que había intuido y reconocido el genio de su paisano siciliano fue el difunto escritor palermitano Leonardo Sclascia, quien, en uno de sus últimos artículos en el diario La Stampa, le había dedicado grandes elogios, reconociendo que lo que había recogido en su película era un espejo fiel de lo que él recordaba de su infancia en las salas cinematográficas de pueblo.