Nace una revista de pensamiento para reflexionar sobre el enfrentamiento entre valores e intereses
'Claves de Razón Práctica', dirigida por Javier Pradera y Femando Savater, se presenta hoy en Barcelona
Dos intelectuales, Javier Pradera y Fernando Savater, se han embarcado en la aventura de hacer realidad una cita de santo Tomás: "La razón práctica es no sólo capaz de comprender, sino también de causar". Este podría ser el lema de Claves de Razón Práctica, una nueva revista de pensamiento que se presenta hoy en Barcelona. Pradera considera que Claves "no es una revista académica (razón teórica), sino que pretende discutir, razonar y argumentar sobre cuestiones centrales para la convivencia (razón práctica)". Savater afirma que la nueva publicación "intenta reflexionar sobre cuestiones prácticas desde un distanciamiento teórico". Ambos coinciden en que los campos en que va a moverse Claves son los del enfrentamiento actual entre valores e intereses: sociología, política interior y exterior, economía, historia, moral, arte, literatura, etcétera.
Claves de Razón Práctica, de periodicidad mensual, nace sin ningún tipo de subvención, con una tirada de 10.000 ejemplares y 500 pesetas de precio. Aparecerá a primeros de cada mes. Pradera y Savater reconocen ser conscientes del dificil mercado en que se mueve este tipo de publicaciones, pero ambos están seguros de que la aparición de Claves no puede ser más oportuna. "En los últimos años se ha experimentado una cierta nostalgia de Mayo del 68. Se ha hablado de desencanto y de aburrimiento. Ha hecho falta la convulsión generalizada de los países del socialismo llamado real y el fin de algunas dictaduras del Tercer Mundo para que los más desencantados recuperen su interés por el universo", resume Savater. "En un tiempo de gran complejidad de situaciones", añade, "es necesario tomar distancia para reflexionar"-. Algo que la mayoría de revistas no cumple, según los directores de Claves; o bien se centran en el escándalo o en la crítica política personalizada; por otro lado, hay revistas culturales, algunas de ellas concebidas a partir del diseño y la presentación lujosa. "Escasean en cambio las publicaciones centradas en la reflexión sobre las coordenadas del tiempo que vivimos, a la vez informativa y con cierta pretensión teórica: esto es, revistas dedicadas a ayudar al lector a decidir sobre lo que ofrece el mundo en que vive, no buscando únicamente entretenerle o escandalizarle", señalan Pradera y Savater.
"Lectores formados"
Claves pretende llenar ese vacío. Pradera considera que los lectores de la nueva revista pertenecerán en su mayoría al mundo universiario. Savater afirma que va dirigida a "adultos formados". Las publicaciones actuales, opina Savater, contribuyen a "puerilizar al lector, con fotos, chismes, etcétera. Claves va dirigida al lector que no retrocede ante el texto, que no necesita de abalorios para aceptar un texto". Quizá por ello, el primer número de Claves no incluye más fotografías que las que llevan los anuncios. Las única ilustraciones que acompañan a los textos son dibujos de Eduardo Úrculo y caricaturas de Loredano. Y la única concesión en el diseño es un cuerpo de letra bastante grande que facilita la lectura.
Pradera y Savater confían, con distintos matices, en que Claves se convierta en una revista de referencia. "De lo contrario no la haríamos", afirma el primero, quien añade: "Lo que pretendemos es instalar una discusión no académica". Savater considera que la publicación debe ser punto de referencia, pero "ha de huir del monoteísmo cultural y abrirse al pluralismo".
Claves se divide en varias secciones: la primera incluye lo que Pradera define como "temas generales con una argumentación desde la distancia". En el primer número, este apartado ofrece, entre otros trabajos, un artículo del escritor Rafael Sánchez Ferlosio sobre ética y filosofía política; otro de Fernando Savater sobre la despenalización de las drogas; el catedrático Jaime García Añoveros trata sobre el dinero negro e Ignacio Sotelo, catedrático de Ciencias Políticas, propone una reflexión sobre la violencia política.
El segundo apartado, explica Pradera, toma como pretexto un libro, una exposición, un hecho... para analizar una situación. En este primer número, por ejemplo, tres libros motivan una reflexión del catedrático de Historia del pensamiento Santos Juliá sobre la guerra en la formación de los Estados europeos. Una tercera sección lleva por título Casa de citas e incluye, en este primer número, una selección de citas de escritores y filósofos realizada por el profesor de Estética Rafael Argullol. En el segundo número de Claves la selección correrá a cargo de Jesús Aguirre, duque de Alba.
La última sección de la revista, Documentos, incluirá artículos o informes que se hayan convertido en centro de debate o punto de referencia de una polémica. El primer número ofrece el artículo ¿El fin de la historia?, de Francis Fukuyarna, publicado el pasado verano por la revista The National Interest y que hasta ahora no había sido editado íntegramente en España. El próximo numero de Claves ofrecerá los textos del último congreso del Partido Comunista Italiano.
Claves incluirá en los próximos números nuevas secciones: un diálogo -"algo más que una entrevista periodística", según Pradera-, el primero de ellos entre los filósofos José Luis Aranguren y Javier Muguerza. También está previsto un diálogo entre Jon Juaristi y Julio Caro Baroja.
Objeciones y comentarios no será estrictamente una sección de cartas al director, sino que publicará artículos de dos a tres follos de quienes concuerden discrepen o polemicen con al guno de los contenidos de la revista y que tengan "una cierta enjundia teórica, que permita proseguir una polémica racional", según Savater.
Está previsto que colaboren en Claves Félix de Azúa, Juan Benet, Victoria Camps, Fer nando Claudín, Juan Luis Ce brián, Raymond Carr, Salvador Giner, Víctor Gómez Pin, Manuel Gutiérrez Aragón, Tullo Halperin Donghi, José María Maravall, José Ramón Recalde, Nicolás Sánchez Albornoz, Jordi Solé Tura, Manuel Vázquez Montalbán y Eugenio Trías, entre otros. La revista está abierta "a todos cuanto quieran reflexionar sobre lo que sucede en este apasionante final de siglo", concluyen los directores de la nueva revista.
Babelia
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