_
_
_
_
_

Veinte mil personas en un festival de música española en Salamanca

Cerca de 20.000 jóvenes de muy distintos puntos de España y Portugal, aunque castellano-leoneses y extremeños en su mayoría, asistieron al Festival de la Luna Menguante, que se celebró en Fuenteguinaldo (Salamanca) durante la noche del sábado al domingo pasados, con participación de Los Jaiva, Tribu, Vitorino, Iceberg, Manolo Sanlúcar, Sergio Godinho, Tequila, Pernil Latino y Lole y Manuel. Pese a las ausencias de Víctor Manuel y Triana, que también figuraban en el programa, el Festival de la Luna Menguante ha constituido el mayor acontecimiento musical de cuantos se han celebrado en esta región.

Más de 4.000 automóviles, motos y autocares trasladaron hasta Fuenteguinaldo, un pueblo con algo más de mil habitantes, próximo a la frontera portuguesa y a la provincia de Cáceres, a una muchedumbre juvenil provista de casi todo lo necesario para pasar una noche al aire libre, bajo la luna menguante y la fiesta creciente que auspiciaba un programa musical variado y extenso. Tiendas de campaña, mantas y sacos de dormir, junto a las botellas de vino o licor, los bocadillos y el «chocolate», constituían el principal equipaje de los viajeros.La luna menguante no hizo su aparición hasta las cinco y nueve minutos de la mañana, mientras Pernil Latino ponía música de cha-cha-cha a la fría noche salmantina. La fiesta había alcanzado su momento culminante dos horas antes, cuando Tequila invitó al personal a bailar un rock and roll en la plaza del pueblo y la gente abandonó los sacos de dormir y las mantas para combatir el frío a golpes de ejercicio fisico y ritmo.

Los asistentes habían disfrutado ya con Iceberg, Sergio Godinho o Manolo Sanlúcar, que junto a Lole y Manuel, ofrecieron la música más importante del festival. Pero la fiesta tenía, además, otros rumbos y el personal se divertía con un alemán que acudió hasta el escenario para reclamar a su pareja o con los comentarios irónicos de un presentador que en la mayoría de las ocasiones pareció el portavoz de una casa de citas en su intento de reunir a los desperdigados entre el gentío y las jaras.

Desde las ocho y media de la tarde del sábado, hora en que Los Jalva abrieron el festival, hasta las siete y media de la mañana del domingo, en que Lole y Manuel lo cerraron, con el Sol naciente al fondo, en plena alborada, muchas gentes abandonaron el recinto festivalero, al no poder soportar los ocho grados de temperatura y el viento frío que sopló durante toda la noche. Ni siquiera las capeas anunciadas para la mañana retuvieron al personal.

Sin embargo, eso no fue óbice para que, una hora después de concluido el festival, 2.000 individuos reclamaran la actuación de Triana, que, pese a haber anunciado su intervención a las cinco de la mañana, acababa de llegar a Fuenteguinaldo desde Avila, donde había actuado la noche anterior.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_