El papel del amor en la industria musical: “Si eres lista, el amor da dinero”
Sobre el inquietante mundo de las polémicas amorosas, cómo se rentabilizan y cómo conforman la carrera de los famosos
![Shakira](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/77LYDNBRZRCYROJFU4RR6M7EFI.jpg?auth=4970ac5377e4a33914b947f2d62db2ab985a6353de6a86a933a477a33e68f275&width=414)
Recientemente, por el día de San Valentín han sido varios los artistas que nos han sorprendido lanzando nuevas novedades, destacando el caso de Selena Gómez y Benny Blanco. La pareja, que ha anunciado su compromiso recientemente, planea sacar el próximo mes su primer álbum colaborativo, I Said I Love You First. Un trabajo conjunto en pareja que recuerda a otros casos similares como el de Rauw Alejandro y Rosalía en su momento con RR y la icónica BESO, donde también celebraban un futuro enlace.
Y es que el amor, como un elemento sin el que no se pueden comprender las relaciones humanas, también conforma la vida y carrera de los artistas. ¿Cuántas canciones de desamor no se cantarían a pleno pulmón si el despecho no hubiera atravesado a algunas de las voces más importantes de la industria? Por no decir a todas, claro. Desde Taylor Swift a Shakira, muchas figuras han reconocido inspirarse en sus propias relaciones románticas para dar forma a sus composiciones. Transmitir lo que sienten y hacerlo resonar en millones de personas que convierten sus reflexiones en himnos. De eso va ser artista, en teoría.
Sin embargo, el amor, como cualquier sentimiento que entra dentro de una industria, parece representar un arma de doble filo. Supone, a efectos prácticos, un activo comercial para la carrera de los artistas, al igual que cada minuto de su tiempo. Negar esta cruda realidad sería deshonesto para cualquiera que trabaje en el sector del entretenimiento. Y es que, como canta el artista argentino Duki en RCP: “Somos el dúo del mes, la pareja del año, el negocio del siglo”, referenciando a su compañera, la también cantante Emilia Mernes.
El amor, un activo comercial en la industria musical
¿Cómo gestionan las relaciones amorosas los famosos? Porque sí, se gestionan. Y como cualquier otro elemento de su vida, puede determinar su carrera e imagen de una forma o de otra, como hemos visto muy recientemente con el escándalo que rodea la relación entre el rapero italiano Fedez y la influencer y empresaria Chiara Ferragni.
“Si eres lista, una relación en la industria musical, da dinero”, señala el periodista musical de LOS40 y creador de contenido Alberto Palao (@palaozzz), parafraseando una mítica frase de la reconocida serie Paquita Salas. “La curiosidad por saber más sobre los artistas viene de lejos. Antes eran los paparazzi o los periodistas del mundo del corazón los encargados de hacer que las estrellas pareciesen mortales. Ahora son ellos mismos quienes te muestran esa narrativa a través de sus canciones, sus apariciones públicas y sus publicaciones en redes sociales”, explica.
De esta forma, las relaciones amorosas para las figuras reconocidas (los artistas, pero también cualquier otro tipo de celebrity, también los influencers), se han convertido también en una especie de product placement. Lo que en Hollywood se conoce como los PR stunts, o “trucos publicitarios” aplicados al amor entre famosos que en ocasiones se llevan a cabo desde las oficinas de publicidad para sacar el máximo partido (en cuanto a proyección, estrategia empresarial, o simplemente buscar la forma de encajar ambos proyectos creativos) a las relaciones románticas de nuestros ídolos. O incluso, crearlas.
Hasta ahora, ha habido varios casos sonados, protagonizados por socialités como las hermanas Kardashian, pero también por artistas, como los rumores de relación entre Jay-Z y Rihanna a espaldas de Beyoncé, que al parecer fueron impulsados por su antiguo publicista Jonathan Hay para promocionar su single Pon De Replay. “Fue un truco publicitario, estaba desesperado por tener un disco de éxito”, reconoció Hay posteriormente.
![Kris Jenner, Kendall Jenner, Kylie Jenner y Kim Kardashian en Nueva York, el 8 de mayo de 2018.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TBATDIVZRVGVLODLI6VVEVFEPM.jpg?auth=6f4253da9c385a6c58b3c4c353d57153f0d98992b70416e861b5e0ba832103db&width=414)
De esta forma, revistas como Buzzfeed recopilan decenas de casos de PR stunts del amor conocidos. Recientemente, también se habría señalado como truco publicitario el vínculo entre Rosalía y Jeremy Allen White, precisamente por el posicionamiento público que esto podría dar para ambos.
“Cuando interesa una relación de un famoso es cuando los dos son famosos”, explica a EL PAÍS el paparazzi Raúl García. Pero por supuesto que dos personas famosas se relacionen entre sí, no es sinónimo de que tenga que ser un “montaje”. “A Rosalía no le interesa que se relacionen con nadie porque ella es un personaje súper VIP, no quiere que estén detrás suya, no vive de la prensa del corazón”, añade.
Sin embargo, sí es cierto que el potencial de una relación sentimental a nivel de proyección es algo más que tangible para los llamados “personajes públicos”.
“Una relación sentimental puede ayudar a llegar a un artista a otros públicos. Puede hacer que te pongan cara aquellas personas que están alejadas de tu género musical o de tu campo. Lo hemos visto con Travis Kelce, el actual novio de Taylor Swift, quien ha visto como su nombre, asociado a la NFL de Estados Unidos, generaba interés en el resto del mundo, donde ni siquiera se consume fútbol americano. Porque siendo sinceros, ¿a quién le interesa realmente la NFL en España? ¿Quién sabía quién era este señor antes de que Taylor Swift lo pusiese en el mapa de lo mainstream para el resto del mundo?”, ejemplifica Palao.
De esta forma, el periodista expone cómo es el proceso en el que un artista “rentabiliza” una relación romántica. En este caso, desde el propio proceso de creación musical.
“Hemos visto cómo artistas como Shakira han facturado, nunca mejor dicho, toda una relación: desde el flechazo que fue conocer a su pareja hasta la dura separación. El morbo por saber más sobre la intimidad de estas estrellas vende. Y no solo por el chisme, sino porque las hace más cercanas al oyente”, expone.
El proceso, en un sentido comercial, se corresponde con las fases de la relación. “La primera fase es cuando os estáis conociendo y os empezáis a mandar indirectas a través de las canciones. Que si sus gafitas verdes (Karol G en Tus Gafitas), que si es tan solo un niño (Shakira en Me Enamoré) o que si tiene acento irlandés (Sabrina Capenter en Bed Chem). La segunda es cuando los dos sacan colaboración (si son músicos) o empiezan a posar juntos en las alfombras rojas o en las fotos de Instagram. Y la tercera es cuando rompen y las letras se llenan de indirectas. Todo va a ser visto con lupa, va a dar que hablar y, por supuesto, va a rentabilizarse”, indica.
![Karol G en Nueva Jersey, el 12 de septiembre de 2023.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WNX4XA3P55BDJH3POM75F32SIQ.jpg?auth=d49e381302a0779fdc8836c1cafc0bbe498570a628eb2da77049804c8ca1b4fd&width=414)
¿Vende más el amor y la ruptura que la música en sí?
“Hay personajes determinados a los que les viene bien ‘enseñar la patita’, como decimos nosotros. Hacernos saber de alguna forma que están con otra persona famosa, mantenerse en el candelero de alguna forma para que les llamen a eventos, photocalls, programas… Porque muchas veces, si realmente no quieren salir, no salen”, cuenta el paparazzi García.
Porque, viendo la dinámica que siguen los titulares mediáticos y las redes sociales, no es raro preguntarse si al final del día lo que vende más es la música o el artista. Una idea que, aunque esté “muy mal vista”, por así decirlo, no deja de ser un reflejo de una aspiración de cercanía y empatía con la figura en cuestión.
“Vender no sé si vende más, lo que sí sé es que es una forma de crear comunidad mucho más rápida. Cuando conoces a los dos protagonistas de una historia, es más fácil empatizar y opinar. Y eso pasa cuando los artistas muestran sus relaciones públicamente. Luego, si rompen, llegan hasta tal punto esa empatía y esa imagen de relación perfecta que tenemos sobre ellos o ellas, que terminamos diciendo ‘si ellos han cortado, ya dejo de creer en el amor’. Como en todos los ámbitos, necesitamos referentes, y ver a una pareja de artistas famosos mostrando su vida, que suele ser idílica de cara a la galería, nos llega más”, expone.
Pero como señalaba al principio, el amor, como un elemento más de la vida privada de alguien, puede ser un arma de doble filo. Puede, efectivamente, afectar a la imagen de un artista. De ahí que la mayoría quieran dejar fuera su vida privada, al menos cuando salen del estudio. “Al 80% de artistas y actores no les gusta ni les interesa hablar de su vida privada”, señala García. Precisamente, esto tiene mucho que ver con una cuestión que comentábamos recientemente: las polémicas y las crisis de reputación de los famosos.
“Claro que una relación puede afectar a la reputación de los artistas. Al final, si cae uno, puede caer el otro. En tiempos donde la cultura de la cancelación es tan temida por los celebs, hasta las relaciones pueden ser castigadas. Pero no solo en el ámbito de la pareja, también con amistades y familiares. Igual que te puede beneficiar en un momento dado relacionarte con ciertos personajes públicos, años después se puede volver en tu contra. Solo hay que ver lo que está ocurriendo con P. Diddy. Todo aquel y aquella que ha pasado por una de sus fiestas, está siendo juzgado o juzgada con lupa”, indica Palao. Un ejemplo que nos recuerda a cómo se ha relacionado a la pareja más famosa de todos los tiempos, Beyoncé y Jay-Z, con el escándalo.
Unas dinámicas relacionales que al final son sometidas a juicio público, y que no afecta a todos los personajes por igual. “Obviamente afecta más a las mujeres, porque todo en esta sociedad afecta más a ellas. El ejemplo más claro de esto es la historia de Justin Timberlake y Britney Spears. Nadie escuchó la versión de ella y dieron por válida la de él. Simplemente por ser un hombre”, señala Palao.
![Britney Spears y Justin Timberlake en Hollywood, California, el 11 de febrero de 2022.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/J2BWZRGXD5D4ZND2UJ42366GHI.jpg?auth=6de85047915b5038ac68578b6c8c458f420c6f84ae839d2a47268fa7180e111c&width=414)
Lo que no se ve en el “negocio del amor”
Hay una forma más sutil de ‘vender’ el amor, como la que hemos contado, pero también está el rentabilizarlo directamente, aunque sin que lo parezca. García, como paparazzi que lleva más de una veintena de años en el negocio, nos cuenta un poco cómo ha cambiado la dinámica. “Antes la prensa del corazón era lo que es ahora Instagram. Nosotros [los paparazzis] éramos los intermediarios entre los famosos y las revistas; ahora son los personajes quienes rentabilizan directamente la noticia”, explica. “Aunque digan lo que digan, a todos les gusta salir en las revistas del corazón”.
De ahí, antes que existieran los “posados pactados” míticos del verano y las exclusivas de enormes cifras. Portadas que, aún hace 10 años, podrían llegar a alcanzar las centenas de miles de dólares. Una tendencia que está cambiando y, de alguna forma, pasando a convertirse en ya las muy conocidas “colaboraciones” entre los famosos y las marcas. “Ya no se paga lo que se pagaba. El caché de los famosos en los últimos cinco años ha bajado un 50%”, explica. Una tendencia que, sin duda, está afectando negativamente a la profesión en pro de lo digital.
Uno de los secretos mejor guardados de cara a la proyección de las relaciones románticas de los famosos en prensa es de dónde vienen. ¿De dónde salen los supuestos insiders que adelantan polémicas como fue la sorprendente ruptura de Rauw Alejandro y Rosalía, o la razón por la que Taylor Swift estaría enfadada con Blake Lively, y por eso no acudió a la Super Bowl.
“Son personas que van a comisión. Al final todo el mundo conoce a alguien. Aparcacoches, camareros, personal del equipo de trabajo… quien da la información siempre pregunta primero cuánto va a cobrar”, explica el profesional.
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