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Sean Combs es acusado por dos mujeres de haberlas violado en la Torre Trump de Nueva York

Las dos jóvenes, que permanecen en el anonimato, afirman en sus demandas que acudieron a una fiesta en un club y después el rapero conocido como Puff Daddy las obligó a acudir al hotel neoyorquino, donde abusó de ellas

Sean "Diddy" Combs
Sean Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, actúa en los premios MTV Video Music Awards el 12 de septiembre de 2023 en Newark, Nueva Jersey.Charles Sykes (Charles Sykes/Invision/AP)
María Porcel

Las demandas contra el músico y empresario Sean Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, siguen cayendo en un goteo incesante. A la espera de un juicio que tendrá lugar el 5 de mayo en Nueva York y después de alrededor de 150 demandas, ahora dos mujeres han acusado al rapero de violarlas en el hotel situado en la Torre Trump de Nueva York, a las que las llevó para cometer el delito.

Las demandas se han conocido en la tarde de este martes. En la primera de ellas, una mujer que ha mantenido el anonimato (se hace llamar por el genérico Jane Doe) ha explicado que, a finales de los años noventa, acudió a una de las fiestas que organizaba Combs en un conocido club llamado de Nueva York llamado Limelight, que estuvo operativo entre mediados de los ochenta y hasta 2007. Según su versión, en ese club de cinco plantas, las dos últimas estaban reservadas para encuentros sexuales y para las fiestas privadas y orgías que montaba Combs. Sin embargo, nada ocurrió en Limelight, pero después tanto ella como una amiga fueron obligadas por el rapero y los suyos a acompañarles hasta una suite en el ático de la Torre Trump: “Combs dejó claro que no teníamos elección”, se lee en la demanda, que ha publicado en exclusiva el medio TMZ.

La denunciante delata entonces la habitual ristra de horrores que ya han hecho saber tantas otras víctimas del rapero: que fueron drogadas y obligadas a participar en una sesión de sexo grupal. También afirma que el rapero obligó a un empresario nocturno a violarla mientras él miraba. Además, esta mujer también relata otro incidente, ocurrido en 1997, cuando una amiga la animó a ganarse algo de dinero trabajando para Combs en sus fiestas de los Hamptons, al sur de Nueva York, donde posee una mansión: podía ganar 2.000 dólares en un día (casi 4.000 de hoy, si se tiene en cuenta la inflación) solo por servir bebidas. Ella decidió acudir y allí recuerda “ver a Combs completamente desnudo y ser testigo de cómo otro hombre lo sodomizaba”. Según ha contado, pasaron horas hasta que les permitieron salir de dicho ático.

La segunda demandante, también anónima, parece ser la amiga de la primera, aunque no se especifica en la demanda. Lo parece por los hechos que relata, muy similares: ella y una amiga estaban en una fiesta en Limelight, y Combs y su entorno las obligaron a acudir al hotel de la Torre Trump, al ático, donde fueron drogadas y violadas. Esta segunda mujer, además de explicar que se vio obligada a practicar sexo en grupo, describe que fue violada por un guardia de seguridad mientras el músico observaba la escena.

SEAN COMBS Y CASSANDRA VENTURA
Sean Combs y Cassie en la gala del Met, el 1 de mayo de 2017 en Nueva York.Jackson Lee (Getty Images)

Las dos demandas las gestiona el abogado tejano Tony Buzbee, que está recibiendo las denuncias de centenares de víctimas de Combs. De hecho, el lunes se conocía otra, esta vez de un hombre, también anónimo, que denunciaba al rapero por acoso sexual en busca de daños contra sus años de padecimiento físico y mental. Le acusa de drogarle, dejarle inconsciente y obligarle a practicar sexo oral en 2015 en Los Ángeles, después de una fiesta y de una actuación suya, entonces un aspirante a músico de 23 años. “La conducta descrita en la demanda es sorprendentemente típica de cómo el demandado se comportó durante años. Sean Combs se creía por encima de la ley. No lo está”, se lee en el escrito legal.

Sean Combs niega todas las acusaciones. El fundador de Big Boy Records permanece en una prisión de Brooklyn, Nueva York, a la espera de juicio, aunque con ciertas salidas a los juzgados y, más recientemente, al hospital, que tuvo que visitar a finales de enero por fuertes dolores en una rodilla, que sufre habitualmente y tras haber corrido alguna maratón. El próximo mayo, si se mantiene la fecha, será juzgado por delitos de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución, que pueden hacerle pasar el resto de su vida en la cárcel.

Hace ya más de un año que Combs lleva siendo denunciado por cientos de hombres y mujeres que dan cuenta de un patrón común: en muchas ocasiones bajo promesas de mejoras laborales o personales Diddy entabla confianza, amistad o relaciones con ellos, para después intoxicarles a base de drogas o alcohol y abusar de ellos sexualmente, o hacer que su entorno abuse de ellos mientras él lo observa o en orgías grupales, a menudo con violencia. La primera en denunciar fue su expareja, la cantante Casandra Ventura, en noviembre de 2023. Cassie, como es conocida artísticamente, relató un durísimo historial de palizas, malos tratos físicos y verbales, abusos y violaciones. Aunque retiró la denuncia un día después, tras llegar a un acuerdo extrajudicial, prendió la chispa para que decenas de personas se atrevieran a alzar la voz contra el todopoderoso Combs, un magnate en los escenarios y tras ellos, con una fortuna de más de 700 millones de dólares y enorme influencia.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.
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