Pau Gasol se mueve como pez en el agua en los salones del olimpismo
El campeón de la NBA, uno de los mejores deportistas españoles de la historia brilla a los ojos de sus colegas en su trabajo como miembro del COI


La elevada figura de Pau Gasol, 215 centímetros enhiestos, se percibe en la lejanía del pasillo de la zona mixta, pero llega antes su vocero y profeta, Luis Mejía, de 71 años, dominicano, alto dirigente del deporte centroamericano y miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) desde 2017. “Es el mejor, el mejor, sin duda”, le lauda al gran jugador de la NBA que rápida y exitosamente, al parecer, ha transicionado de la lucha sudorosa en las canchas al cabildeo y juego de puñales de los pasillos olímpicos. “Hace unos discursos magníficos. Habla muy bien. Como miembro del COI me siento muy orgulloso de Pau Gasol”. Y un gracioso entre las huestes de la prensa apostilla, “y no hay ninguno más alto que él”.
Y no exagera nadie, Pau Gasol se mueve como pez en el agua por los pasillos del olimpismo. “Sí, me manejo bien”, admite Gasol, de 44 años y muchos por delante para crecer y multiplicarse en el mundo de la dirigencia. “¿Puede ser mi futuro? No, no sé. Bueno, me gusta porque es un lado distinto del deporte, pero también muy fuerte e importante. Y poder estar aquí, sobre todo también representando la voz de los atletas y los deportistas, pues para mí tiene un significado grande. Y luego aprender de las cosas que suceden, de cómo suceden, por qué suceden, y observar y luego intentar aportar el granito de arena que puedo aportar”.
Nadie dudaba que Gasol, nacido para el baloncesto y mago de la pelota y la canasta en los Lakers y la selección española, tenía en su interior la llama de dirigente deportivo, de persona comprometida con la transformación para bien de la sociedad por el camino de la actividad física. Lo sabían sus compañeros deportistas olímpicos, que le eligieron miembro del COI en agosto de 2021, durante los Juegos de Tokio, en una votación entre atletas en la que obtuvo más votos que ninguno (1.888 de los 6.825 emitidos fueron para él) de los 29 candidatos. Lo sabía Thomas Bach, que le eligió para la Comisión Ética y para el grupo que debía examinar las solicitudes de los deportistas rusos para participar a título individual en los Juegos de París, y lo saben ahora los miembros del COI, que le eligen para representar a todos los atletas en la traca de panegíricos en honor del presidente que se va. “Estoy muy implicado, involucrado… Bueno, para eso estoy, si no, no hubiera puesto mi nombre como candidato a la comisión de atletas que es cuando fue escogido en Tokio. Me lo tomo con la seriedad y responsabilidad que se requiere”, dice. Y lo sabe él mismo, que no duda en tomar la palabra durante el examen a los representantes de Los Ángeles 2028 sobre la marcha de los preparativos, y recuerda su orgulloso pasado angelino, el de los dos anillos de la NBA, y encomia la resiliencia de sus ciudadanos tras los incendios devastadores del invierno. “Vivir en Los Ángeles tiene un significado muy importante en mi vida y en mi carrera”, dice. “Y ahora puedo tener un impacto y un papel en lo que puedan ser los Juegos de 2028 en la ciudad. Formo parte de la comisión de Los Ángeles 28 y el papel que puedo interpretar es el de sumar y aportar”.
Gasol habla antes de la votación que consagra a Kirsty Coventry, y muestra sus deseos de no participar en ninguna de sus rondas, y muestra no el nerviosismo de los candidatos, pero sí la emoción del debutante en la elección presidencial. “Siempre es un momento altamente relevante dentro del movimiento olímpico. Esto va posiblemente a marcar los siguientes 12 años de liderazgo, sin duda, con el presidente o presidenta. Así que, bueno, veremos, ¿no?”, dice. “Se respira un aire ya, cierta tensión, cierta expectación y bueno, veremos. Espero no tener que votar, porque mientras Juanito siga en la carrera, esperemos que sea hasta el final, yo no votaré, así que nada, bien, con ganas de ver qué sucede y a ver qué deciden los miembros. Creo que el movimiento olímpico pasa la antorcha al siguiente líder, yo creo que con la cabeza muy alta, muy orgulloso, y los miembros también, creo que ayer se lo reconocimos a Thomas Bach”. No participa, pero no por las razones que deseaba.
Eliminada la presión de votar, quizás lo más complicado para Gasol estos días sea encontrar tiempo para su deporte de elección ahora jubilado de la competición, el golf. “He tenido hándicap siete, pero ahora estoy más en nueve”, reconoce. “Al menos he podido dar unos golpes aquí en el Romanos, el campo que diseñó Bernhard Langer… Al de Olazábal no me ha dado tiempo a ir”.
Y con su paso flexible, su sonrisa de político deportivo nato, Gasol se aleja, pero no muy lejos. Cada dos pasos, periodistas de todo el mundo le detienen para interrogarlo. El camino es largo. El tiempo, corto. La lección de la prudencia y la discreción de la palabra ya la ha aprendido. Y el ejemplo de Coventry, deportista que llegó al COI como él mismo, elegida por sus pares, ilumina todo.
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