_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Kathy Bates es mucho más grande que ‘Matlock’

Los primeros capítulos de la serie de Movistar Plus+ no están a la altura de su talentosa protagonista, pero Bates se ha ganado el crédito suficiente como para que le demos otra oportunidad. Y las que hagan falta

Jason Ritter, Kathy Bates y Skye P. Marshall, en una imagen de 'Matlock'.
Jason Ritter, Kathy Bates y Skye P. Marshall, en una imagen de 'Matlock'.
Eva Güimil

Por fin los dioses de la televisión han escuchado a Abe Simpson. El retorno de Matlock era una petición recurrente del abuelo de Los Simpson y el resto de parroquianos del asilo de Springfield. “¡Que vuelva Maaaaaatlooooock!”, gritaban mientras amenazaban a la pantalla con sus bastones temblorosos. Era tal su querencia por el abogado sureño que cuando el alcalde Quimby quiso ganarse el voto de los ancianos, prometió llamar a la autopista de la ciudad Autopista Matlock. Sirvan estos datos para explicar su penetración en la cultura popular estadounidense. No fue el único procedimental de los ochenta protagonizado por un septuagenario que resolvía crímenes que olían a merienda. Por la parrilla, la de allí y la de aquí, campaban asimismo el padre Dowling y el vivaz Dick Van Dyke de Diagnóstico: Asesinato. Y, por supuesto, la enormísima Jessica Fletcher de Angela Lansbury.

Matlock ha vuelto y no ha vuelto porque esta serie sólo utiliza su título como un recurso metatelevisivo; no hay nada en ella que remita a la ficción de Andy Griffith, se llama Matlock como podría llamarse Fletcher. Y tendría más sentido porque la trayectoria de sus protagonistas comparte muchos elementos. Al igual que sucedió con Lansbury, a Kathy Bates le costó salvar el escollo que suponía su físico. Se las trató de actrices “de carácter”, lo que venía a significar que no eran suficientemente guapas para ser protagonistas. Y ni eso garantizaba papeles. Cuando llevaron al cine Frankie y Johnny, la historia de una camarera poco agraciada sin suerte en el amor que Terrence McNally escribió para Bates y que ella había convertido en un éxito en Broadway, Hollywood la sustituyó por Michelle Pfeiffer. Se resarció alzando el Oscar por Misery y regalándonos papel tras papel su extraordinaria capacidad para resultar tierna y aterradora en la misma secuencia.

Es una actriz sin límites y sin prejuicios; sólo hay que ver su paso por American Horror Story. Ryan Murphy puede haberse desnortado un poco, pero sigue sabiendo llevar a su redil a esa clase de actrices que dicen más con un movimiento de ceja que con tres páginas de guion. Un don que ha hecho confiarse en exceso a los creadores de la nueva Matlock (en Movistar Plus+) que parecen haberlo apostado todo exclusivamente al carisma de su estrella. Vistos los dos primeros capítulos, cuesta imaginar que dentro de 30 años alguien alce un bastón tembloroso para reclamar su retorno. Aunque el crédito de Bates es suficiente para darle una oportunidad, a ella siempre la querremos de vuelta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Eva Güimil
Eva Güimil (Mieres, 1972) ha sido directora y guionista de diversos formatos de la televisión autonómica asturiana. Escribe sobre televisión en EL PAÍS y ha colaborado con las ediciones digitales de Icon y 'Vanity Fair'. Ha publicado la biografía de Mecano 'En tu fiesta me colé'.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_