‘Naked Attraction’: el emperador está desnudo
Se agradece –y a estas alturas de la película se exige– el respeto a los diferentes físicos, faltaría más. Pero al final, que todo gire alrededor del cuerpo abarata la realidad de la atracción, mucho más compleja, divertida, excitante e imprevisible que un pubis sin depilar o un tatuaje multicolor
Los ricos tienen Ozempic; los pobres, body positive. Lo dice Cartman en el último capítulo emitido de South Park tras descubrir que no tiene ahorros suficientes para poder adquirir el medicamento —en Estados Unidos la pluma de Ozempic ronda los 1.000 dólares—. El médico le recomienda Lizzo, un nuevo fármaco que consigue que te dé igual estar gordo, llamado así por la cantante del mismo nombre, abanderada de la aceptación de todo tipo de cuerpos. “¿Estás preocupado por la obesidad? Pregunta por el poder de que todo te importe una mierda gracias a Lizzo”, reza un anuncio en el capítulo.
En España, un médico con las mismas luces que el de South Park podría recomendar Naked Attraction, el dudoso buque insignia de Max, antigua HBO Max. No nos ha dado tiempo ni a encargarles a los Fisher de A dos metros bajo tierra un funeral como es debido para HBO cuando en Max nos han lanzado un buen puñado de penes a la cara. Doctrina del shock, que me perdone Naomi Klein.
Naked Attraction, formato original del Channel 4 británico donde ya han emitido 12 ediciones, es un dating show cuya particularidad reside en que quien va a buscar pareja, tiene que seleccionar a la persona con la que tendrá una cita de entre varios aspirantes completamente desnudos. Lo que en otro tiempo se habría prestado a una televisión salvaje, mofa y befa del físico mediante, ahora da lugar a un cúmulo de respetuosas apreciaciones donde ningún cuerpo, ni ningún apéndice es poco atractivo para nadie. Además, el concurso va acompañado de pildoritas científicas sobre anatomía, psicología y antropología evolutiva. Pues bueno, pues vale. Se agradece —y a estas alturas de la película se exige— el respeto a los diferentes físicos y la diversidad, faltaría más. Pero al final, que todo gire alrededor del cuerpo reduce el formato a la mínima expresión y abarata la realidad de la atracción, mucho más compleja, divertida, excitante e imprevisible que un pubis sin depilar o un tatuaje multicolor.
Con la apuesta por Pekín Express, ahora mismo en producción, y por Naked Attraction, que recuerda a otro dating con desnudos llamado Adán y Eva, Max parece estar siguiendo los pasos que dio Cuatro hace más de 10 años. Otra plataforma inventando la vieja televisión. Pero lo que perdura en Cuatro es First Dates. Tantos cuerpos sin ropa para descubrir que el que está desnudo es el emperador.
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