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Columna
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A la política y a la cocina se viene llorado de casa

De las pocas cosas que sacamos en claro de estas últimas 24 horas es que hay un número considerable de españoles que considera que si quieres ser presidente del Gobierno tendrás que aguantar, y si vas a ‘MasterChef’ te tocará también resistir sin rechistar

Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, jueces de 'MasterChef'.
Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, jueces de 'MasterChef'.
Ángeles Caballero

De las pocas cosas que sacamos en claro de estas últimas 24 horas es que hay un número considerable de españoles que considera que a la política hay que venir llorado de casa, que “los chicos no lloran, tienen que pelear”, que cantaba Miguel Bosé, que un perro siempre será un perro y que si se requiere el lagrimal intacto para la política, también lo será para salir en televisión.

De las pocas cosas que saco en claro yo es que si alguien se quiebra se comprende sólo si hay catástrofe de por medio, no una minucia. Que un vaso se colma cuando el resto digamos, que los blandos no tienen hueco, que la debilidad se admite cuando juegas en casa, no en campo rival. Que si quieres ser presidente del Gobierno tendrás que aguantar, y si vas a MasterChef te tocará también resistir sin rechistar. Para eso has ido a la tele, a ver si te crees que sale gratis poner los focos a tu persona.

Tamara es una concursante de la actual edición del programa que emite TVE que decidió en el programa de esta semana que ya no aguantaba más. Que se iba. “Así, sin más, a estas horas. Así, cojo y me voy”, le dijo Pepe Rodríguez, uno de los jueces. Pues sí, hijo mío, porque el amor llega cuando llega y el hartazgo también. Ella dice que no se siente bien, que siente que no está dando todo lo que le gustaría, que está nerviosa y que asume su decisión. Jordi Cruz la interrumpe y dice que él no le haría ninguna pregunta, sino que puerta, ciao, adiós, y que cierre la puerta al salir. No sin antes recordarle con su caprichito les ha quitado a muchos la oportunidad de acudir a las cocinas donde él y sus amables compañeros promueven todo un sinfín de valores dignos de la televisión pública que pagamos.

“Perdonadme, pero es más importante estar bien yo que decepcionaros a vosotros. Con todo el cariño del mundo, lo lamento muchísimo”, responde. ¿Acaso encuentran fisuras en esta respuesta? Samantha Vallejo-Nágera sí, por eso le afea que ya dijo que sus prioridades eran, por este orden: ella misma, su madre, su marido y su hijo de dos años. Samantha de España reprochándole a otra persona su ego y el cariño por su familia. Ella.

El show continúa. “Aquí no ha pasado nada”, dice Cruz. Y sí pasa. Lo de siempre. Que vamos por la duodécima edición. Y seguimos con que lo de llorar es de cobardes. En 2024 y en la televisión pública. Felicidades.

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