_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘Black Mirror’: el vicio de discutir con nosotros mismos

Hay partes de la obra de Charlie Brooker que me estomagan hasta la vergüenza ajena, y otras que me despiertan una admiración sin matices, como ocurre con la nueva temporada de esta serie

Aaron Paul, en la sexta temporada de 'Black Mirror'. En vídeo, tráiler en inglés de esta tanda de episodios.
Sergio del Molino

Tengo con Charlie Brooker una relación de atracción-repulsión muy intensa. Hay partes de su obra que me estomagan hasta la vergüenza ajena, y otras que me despiertan una admiración sin matices. No me puedo creer que el autor de esa cumbre del humor titulada Philomena Cunk sea el mismo que el de esa simpleza llena de chistes de gasolinera a medio cocer titulada A la mierda el 2021. Con su gran obra, Black Mirror, me ocurre algo parecido: hay episodios de aplauso y otros de los que me he apeado a los 20 minutos, incapaz de tragarme más cuentos ñoños de Pedrito y el lobo tecnológico.

Me asomé a la nueva temporada de la serie para temerosos del Leviatán digital con el mando a mano, por si tenía que apagarla de emergencia, pero el primer episodio, Joan is Awful, me ha parecido una pieza magistral de humor terrorífico, a la altura de un Peter Weir o un John Landis. Muchos ya sabrán de qué va: una jefecilla horrible ve una serie que trata sobre su vida, sobre lo que ha hecho ese mismo día.

Como no tiene una tesis evidente (el mejor Brooker es el que narra sin sermonear), cada cual ha sacado su moraleja. Para mí, la historia coquetea con un vicio ubicuo en la discusión política: la incapacidad de salir de uno mismo y la necesidad de verse reflejado en cada opinión ajena. En lugar de debatir, se simulan discusiones con enemigos imaginarios (un Martínez el Facha, un Quico el Progre) que reducen al absurdo las ideas contrarias, de modo que los demás siempre parecen bobos, y nosotros, impecables. A fuerza de recluirnos en nuestras ideas sin confrontarlas con las ajenas, nos vamos convirtiendo en la horrible Joan del episodio, que un día se asoma a la pantalla y solo ve una versión cínica y cruel de sí misma.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_