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Charlie Brooker, creador de ‘Black Mirror’: “Soy un pesimista patológico, este año no me ha pillado por sorpresa”

Los responsables de la serie distópica estrenan en Netflix un falso documental que ofrece una mirada satírica a 2020

Annabel Jones y Charlie Brooker, en un evento de Netflix en junio de 2019 en Los Ángeles. Vídeo: Tráiler de 'A la mierda el 2020'.
Natalia Marcos

Ni las retorcidas mentes detrás de Black Mirror podrían haber imaginado un 2020 como el que está a punto de terminar. Charlie Brooker y Annabel Jones, responsables de la serie distópica que plantea mundos alternativos en los que la tecnología saca lo peor de los seres humanos, se han rendido a la evidencia. Este año han aparcado su icónica creación para aprovechar un material de primera: la vida real. Porque 2020, por sí mismo, ha parecido un capítulo de Black Mirror. “Tengo sensaciones raras cuando me dicen eso. Por un lado es como ¡wow!, hemos creado algo, una serie tan conocida, que ya se usa como sinónimo de algo terrible. Siento una combinación de orgullo y terror”, ríe Charlie Brooker en una de las ventanas de la entrevista por videoconferencia. En la otra, su compañera de batallas televisivas, Annabel Jones, asiente. “En la mayoría de los episodios de Black Mirror ocurre algo bastante triste, pero también hay algo de esperanza. Normalmente le afecta solo a una persona y el resto del mundo parece que sigue normal. 2020 nos ha golpeado a todos en el mundo, ha sido global”, completa ella.

Ese particular repaso de Brooker y Jones se titula A la mierda el 2020 y se estrena el 27 de diciembre en Netflix. Si los capítulos de Black Mirror suelen tener un giro inesperado, aquí ese giro llega en tono de comedia y con forma de falso documental. En él, imágenes reales de los principales acontecimientos de los últimos doce meses se combinan con los análisis de falsos expertos interpretados por Hugh Grant, Lisa Kudrow, Samuel L. Jackson, Kumail Nanjiani, Tracey Ullman o Leslie Jones.

“En Reino Unido, antes y durante Black Mirror, he hecho muchos programas de comedia sobre la actualidad que también satirizaban la televisión. Nos preguntamos qué podíamos hacer realmente durante una pandemia, cuando grabar es muy complicado”, explica Brooker. “A la vez, me di cuenta de que Netflix es muy conocida por sus documentales de gran calidad. A veces son sobre cosas terribles que han ocurrido. Y pensé, ‘¡es perfecto!’. Podíamos grabar a la gente individualmente. Y al mismo tiempo, estaremos satirizando, haríamos algo a medio camino entre uno de esos programas por los que Netflix es tan conocido, además de incluir comedia y un montón de personajes”, continúa. Eso sí, Brooker avisa de las diferencias con Black Mirror: “que nadie lo vea esperando a alguien con el ceño fruncido y siendo perseguido por perros robot asesinos”. “Eso ocurrirá el próximo año, no este”, añade Jones entre risas.

Aunque la grabación del especial solo les llevó 10 jornadas y cada actor tardó solo un día en rodar su participación, los primeros pasos del programa se remontan a julio, cuando Brooke y Jones contaron su propuesta a Netflix. En septiembre ya se puso en marcha un guion que ha ido evolucionando durante semanas, firman casi una veintena de escritores coordinados por Brooke y que repasa acontecimientos como las elecciones estadounidenses, la irrupción de Tik Tok, la victoria de Parásitos en los Oscar, los incendios de Australia o el movimiento Black Lives Matter.

Hugh Grant, en una imagen de 'A la mierda el 2020'.
Hugh Grant, en una imagen de 'A la mierda el 2020'.KEITH BERNSTEIN/NETFLIX (Netflix)

Y, por supuesto, una pandemia, que ha resultado ser muy diferente a la que Brooker como guionista y Jones como productora imaginaron en 2008 en la serie de zombis Dead Set. “La sociedad colapsaba en los primeros 20 minutos. Todo el mundo se volvía contra el resto del mundo. Y eso no ha ocurrido en esta pandemia”, repasa Brooker, casi monopolizando la conversación. “No ha sido tan deprimentemente dramática como las pandemias al estilo Hollywood. Los vecinos han estado más por la labor de ayudar a los otros que atacarlos por los escasos recursos. Sí, la gente entró en pánico comprando papel higiénico. Pero aparte de eso, la gente en general ha sido muy comprensiva y ha habido un mayor reconocimiento de los trabajadores esenciales y los sanitarios, los repartidores… Ha habido más espíritu comunitario del que un pesimista como yo podría haber imaginado”.

Brooker utiliza una y otra vez las palabras cínico y pesimista para describirse, características que, cree, le prepararon para hacer frente a un año en el que su compañera asegura haber sufrido tres derrumbes emocionales. “Siempre he sido un neurótico y vivo esperando que algo terrible ocurra. Soy un pesimista patológico [Jones asiente]. Y cuando algo terrible ocurre, como este año, me pilla menos por sorpresa. He hablado con otras personas neuróticas y sintieron algo parecido. Cuando vives esperando que algo horrible ocurra, en el momento en el que sucede, es extraño. No es alivio, pero es como, vale, ya no estoy temiendo lo desconocido, ahora me enfrento a algo real. Es curioso, pero a pesar de los tiempos extremadamente inciertos que vivimos, este año soy un poco más optimista de lo que he sido en muchos años. Quizá sea porque soy jodidamente raro”, ríe. Y continúa Jones: “Estas Navidades van a ser difíciles para mucha gente, pero es maravilloso llegar a las Navidades sabiendo que hay una vacuna en el horizonte. Aunque, por supuesto, todavía no sabemos qué consecuencias económicas habrá, lo profundamente que va a afectar a la brecha de igualdad, los efectos en las libertades…”.

El dúo creativo asegura que tienen varias ideas para nuevos episodios de Black Mirror, “pero si los haremos o no, eso todavía no lo sabemos”, dice Jones. La pandemia, en cualquier caso, no es un obstáculo para ellos y no temen que la realidad pueda superar a la ficción. “En general, la gente siempre ha encontrado inspiración en las cosas que suceden, no importa lo terribles que sean. Solo tienes que ver la cantidad de creatividad que surge después de una guerra”, argumenta Brooker. “Y creo que en los próximos años habrá un mayor apetito de escapismo y humor. Estábamos hablando antes de que hemos estado viendo Schitt’s Creek, una comedia reconfortante en muchos aspectos, y creo que crecerán las ganas de ver ese tipo de cosas. Dicho eso, los tiempos de gran convulsión también han vivido, históricamente hablando, un repunte de películas de terror… Así que, ¿quién sabe?”, concluye.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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