Y en los Emmy, HBO sigue siendo el rey
Las victorias de ‘Succession’, en la categoría de drama, y ‘The White Lotus’, en miniserie, impulsan a la cadena de cable en unos galardones en los que ‘El juego del calamar’ logró conquistar dos estatuillas históricas
Lo dijo Kenan Thompson, presentador de la gala de entrega de los Emmy 2022, al principio de la ceremonia: “Esta noche celebramos los cientos y cientos de series que se han producido este año y solo premiaremos a cinco de ellas”. No fueron cinco, fueron 10, pero la idea no iba desencaminada. En un panorama en el que el número de programas que se estrenan cada año es tan inabarcable como absurdo, la mera idea de unos premios, incluso unos que tienen decenas de categorías como los Emmy (los 25 que se entregaron en la madrugada del martes más varias decenas más que se conceden fuera de la ceremonia), es tan reduccionista que se podría decir que no tiene sentido. La actual era televisiva, marcada por la cantidad y variedad de las producciones estrenadas cada año, obliga a que muchos títulos merecedores de galardones queden no solo sin premio, sino incluso fuera del radar por completo. En contra, algunas elegidas consiguen incluso acaparar varios galardones en unos premios que dan prestigio y, sobre todo, publicidad a los ganadores.
Las cinco estatuillas que recogió la noche pasada The White Lotus (HBO Max) son posiblemente la mejor campaña de marketing que HBO podía soñar para la segunda entrega de esta sátira social, cuyo estreno llegará este mismo otoño. La victoria de la serie sobre el contraste entre los huéspedes y los trabajadores de un hotel de lujo en Hawái llama la atención por varios motivos. Por un lado, era la única de su categoría, mejor miniserie, que no se basaba en una historia real, tan de moda en los últimos años para las ficciones cortas por capítulos. Por otra parte, competía como miniserie, es decir, una historia cerrada, cuando está a punto de estrenar su segunda temporada que, aunque narrará una historia diferente, ambientada en otro hotel (esta vez, en Sicilia) y con otros personajes, sí recuperará el personaje al que da vida Jennifer Coolidge, flamante ganadora del Emmy a la mejor actriz de reparto. Una triquiñuela que le ha permitido a HBO volver a dominar en unas categorías, las de miniserie, que se le dan especialmente bien.
De HBO —el rey, una vez más, en los Emmy— es también Succession, el mejor drama del curso y que, con su tercera entrega, repite el premio que ya ganó en 2020 por la segunda. La serie de Jesse Armstrong se ha asentado como heredera de esos grandes dramas que acaparan halagos de la crítica gracias a unos guiones brillantemente trazados, personajes que el espectador ama odiar y una producción (esas mansiones y castillos donde ruedan, esos yates, ese lujo, esa banda sonora) de primera.
Con lo que posiblemente no contaban ni Succession ni HBO era con que El juego del calamar (Netflix) se fuera a quedar con dos de los premios que parecían destinados a la primera. Los Emmy han reconocido al fenómeno mundial de Netflix, la popularísima serie surcoreana que logró, gracias al boca a boca, saltar de la pantalla a la vida real para convertirse en un fenómeno sociocultural que rompía barreras. Demostró que todavía hay espacio para la sorpresa, tanto en los Emmy (ganó el premio a la mejor dirección y al mejor actor protagonista; es la primera vez que un actor de una serie de habla no inglesa lo logra en la historia) como en la vida. ¿Quién habría imaginado hace ahora un año que hoy estaríamos hablando de una serie surcoreana colándose en los Emmy?
Es curioso que, en la gran fiesta de la televisión, en unos premios que se emiten en la televisión de toda la vida, las cadenas en abierto sean un mero invitado, un reducto reducido a la mínima expresión en lo que se refiere a los premios. Este año, sin embargo, las cadenas en abierto contaban con Colegio Abbott (en España, en Disney+) como gran abanderada. La comedia sobre el día a día de los profesores de un colegio público estadounidense ha sido uno de los grandes éxitos de audiencia de la temporada en Estados Unidos. Su propuesta toma lo mejor de la comedia de toda la vida y lo refresca: al clásico formato del falso documental que perfeccionaron, entre otras, The Office y Modern Family, le suma un ligero humor ácido que encaja muy bien entre el público y ejerce como propuesta alternativa a las comedias de nicho y con un toque dramático que pueblan las plataformas. Colegio Abbot ha recogido el premio a la mejor actriz de reparto y mejor guion. Y, aunque se postuló como el título con más papeletas para dar la sorpresa y coronarse en la categoría reina, al final la segunda temporada de Ted Lasso (Apple TV+) se reafirmó como la propuesta favorita de los votantes con sus cuatro galardones. Ambas completaron el triunfo en las categorías de comedia de las historias optimistas y con personajes con ganas de luchar contra cualquier adversidad con grandes dosis de voluntad, historias reconfortantes y amables que han tomado altura con la pandemia.
En lugar de seguir repasando los ganadores (que Zendaya, Jean Smart o Julia Garner hayan vuelto a ganar por sus papeles en Euphoria, Hacks y Ozark, respectivamente, no ha sorprendido a nadie), es más interesante mirar a quienes se han ido de vacío en esta noche. Ninguna de las opciones de Solo asesinatos en el edificio (en Disney+) se han convertido en premio. La serie, que competía por su primera temporada y que venía impulsada por la reciente emisión de su segunda entrega, no ha logrado transformar ninguna de sus opciones en galardón. El mismo duro destino ha sufrido Separación (Apple TV+) el thriller de ciencia ficción protagonizado por Adam Scott que se adentra en una empresa en la que una operación permite a sus trabajadores separar totalmente sus vidas dentro y fuera del trabajo. Viendo la retransmisión de la alfombra roja de los Emmy sorprende que no lograra ningún premio cuando su título fue uno de los más repetidos por los asistentes como una de las favoritas.
¿Más series sin premio la pasada noche? Yellowjackets (Movistar Plus+), cuya mejor baza era la actriz Melanie Lynskey (en su categoría ganó Zendaya). Tampoco se alzó con ningún premio, y duele mucho, Better Call Saul (Movistar Plus+), que se presentaba por la primera parte de su temporada final. Aunque tendrá una nueva oportunidad el año que viene con los últimos capítulos, será complicado que los académicos se acuerden entonces de ella, pero cosas más raras se han visto. También duele el ninguneo a la maravillosa tercera temporada de Barry (HBO Max), una serie que año tras año ha ido mejorando y que en su más reciente entrega ha jugado a medio camino entre la comedia y el drama en su entrega más oscura. Pero, ya se sabe, ni en los premios llueve nunca a gusto de todos, ni es posible reconocer todo lo bueno que hay.
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