‘Rumbo al infierno’: así es el nuevo fenómeno coreano de Netflix
La serie está entre las 10 más vistas en 93 países, es la segunda en total en todo el mundo y sumó 43 millones de horas consumidas en 48 horas
Las series dramáticas surcoreanas (k-drama) siguen cosechando éxitos globales. Tras El juego del calamar, la serie más vista de la historia de Netflix —con más de 142 millones de reproducciones—, llega Rumbo al infierno (Hellbound). En las primeras 48 horas desde su estreno el 19 de noviembre, esta producción sumó 43 millones de horas vistas (El juego del calamar acumuló 63 millones). Es, además, la segunda serie más vista de la actualidad y está entre las 10 más vistas en 93 países.
Antes de debutar en las pantallas, la historia de Rumbo al infierno ya había llegado al público como un webtoon, una especie de cómic en línea muy popular en Corea del Sur. Titulado Hell, el webtoon fue creado por Choi Kyu-Seo y Yeon Sang-ho, este último ya conocido por dirigir la película Tren a Busan, y el encargado de adaptar el guion y dirigir la serie para Netflix.
Rumbo al infierno cuenta la historia de un fenómeno sobrenatural que empieza a ocurrir en la ciudad de Seúl. Diversas personas reciben la visita de un rostro, que se materializa frente a ellas, las sentencia a irse al infierno y las revela la hora y la fecha de su muerte. Muy puntuales, tres criaturas parecidas a gólems irrumpen desde otra dimensión, golpean brutalmente sus víctimas y al final las incineran. Los casos, cada vez más frecuentes, desatan el caos y una ola de fanatismo religioso en la ciudad.
Liderada por el carismático Jeong Jin-soo, la secta Nueva Verdad cree que el fenómeno es un mensaje de Dios y predica que todos se comporten de forma correcta. El grupo organiza demostraciones públicas y ofrece dinero a la familia de los condenados para retransmitir su muerte por televisión. Los VIP, que ocultan su identidad con una máscara, sientan en primera fila durante los sangrientos actos públicos.
Un segundo grupo más violento llamado Punta de Flecha hace justicia con sus propias manos, ataca a los acusados de ser pecadores y estigmatiza la familia de las víctimas. Un militante que recuerda al Chamán de QAnon, con un maquillaje fluorescente y una calavera en la cabeza, hace transmisiones en vivo gritando frenéticamente e inculcando miedo en la sociedad. Por otra parte, hay quien sospecha que el fenómeno sobrenatural no ocurre solamente a los pecadores. La abogada Min Hye-jin, por ejemplo, es una de las que no creen en la justicia divina y lucha para proteger las víctimas de la persecución social.
Es posible percibir algunas similitudes entre Rumbo al infierno y El juego del calamar. Ambas están ambientadas en Seúl, tienen personajes enmascarados y transforman la muerte en un espectáculo. Sin embargo, la nueva serie de Netflix va mucho más allá, hace el espectador reflexionar sobre los mecanismos del fanatismo religioso y sobre el esfuerzo de las personas por encontrar sentido a la vida.
La segunda temporada aún no ha sido confirmada, pero Yeon ya está trabajando en la secuela del webtoon Hell, que dio origen a la serie y que fue publicada originalmente en la plataforma Naver.
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