La película más taquillera de Corea del Sur sorprende en Sitges

Tantos coreanos juntos y el mismo día no pueden equivocarse, (hablaríamos justo de 872.000) Train to Busan, el mayor fenómeno cinematográfico de la historia de Corea del Sur, con novecientos mil espectadores el día de su estreno y más de cinco millones sólo en la primera semana, ha arrancado una de las primeras ovaciones del Festival de Sitges 2016. Por cierto, es una peli de zombies.

No sería complicado alabar el certero retrato de la sociedad surcoreana a través de unos tipos cuidadosamente escogidos y que se enfrentan al peor viaje de sus vidas en un tren de alta velocidad repleto de infectados rapidísimos y con mala leche. Pero ese no es el tema. Yeon Sang-ho presenta una cinta trepidante, con un puñado de secuencias de acción magníficamente rodadas y un par de persecuciones con cientos, miles de infectados furiosos difíciles de olvidar. Sería la combinación perfecta entre 28 días después, Lo imposible y Speed. Cerca de dos horas en las que el Auditorio de Sitges ha contenido la respiración y ha aplaudido incluso el humor oriental con un guión que funciona como un reloj suizo.

La trama: un gestor de fondos de inversión que intenta recuperar el cariño de su hija pequeña; un tipo rudo y mal encarado que acompaña a su mujer embarazada; un equipo de béisbol de instituto; un empresario capaz de cualquier cosa para poner a salvo sus negocios... todo llevado al límite de un apocalipsis zombie provocado por ellos mismos.

Los números y la leyenda de este Train to Busan no hacen sino crecer con cada festival, con cada estreno en cada país. Superados los diez millones de espectadores en Corea con una distribución que llegó a alcanzar el 70% de las salas del país, la recaudación a nivel mundial acaricia los cien millones de dólares.

Si en su proyección nocturna en Cannes más de uno y más de dos hubieran deseado verla en la sección oficial, en su primer pase en Sitges ha cumplido sobradamente las expectativas. ¿Lo siguiente? Más allá del estreno en España, previsto para el mes de enero de 2017, pasa por las ideas calenturientas de unos cuantos frikis de perpetrar un remake hispánico. A saber, unos cuantos personajes encerrados en un AVE repleto de zombies y a 300 kilómetros por hora con destino al mismísimo infierno. En ocasiones las historias que llegan desde más lejos pueden resultar las más universales.