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Cómo influyen los vídeos virales en la idea que tienen los adolescentes de las relaciones

Entre el contenido más popular de redes como TikTok se encuentra el reto de besar a un amigo sin su consentimiento o cómo algunos usuarios descubren una infidelidad mirando el móvil de su pareja a escondidas

TikTok challenges
Capturas de pantalla de tres vídeos con retos virales, de la plataforma TikTok.

Si por algo se caracteriza TikTok es por su capacidad para hacer a los vídeos virales. No hace falta tener muchos seguidores y ser muy popular para que un contenido llegue al otro lado del mundo y alcance millones de visualizaciones; aunque un usuario apenas tenga amigos en su perfil, su vídeo puede llegar a las recomendaciones de millones de usuarios. Sin embargo, esta plataforma también cuenta con otra seña de identidad: los retos (que, además, son de los contenidos que más se viralizan). Aunque hablar de retos hace recordar aquellos que fueron muy peligrosos, como la ballena azul, hay otros que buscan el humor, pero que pueden tener un trasfondo poco recomendable para los más jóvenes. Así califica Arola Poch, psicóloga, sexóloga y experta en educación sexual para jóvenes, al reto de besar a un amigo o a una amiga sin su consentimiento y grabar su reacción.

Los vídeos que se suman a este reto, que se ha prolongado durante casi un año y sigue viralizándose, suelen ser en clave de humor: una amiga está en casa con su mejor amigo y, de pronto, sin que este se lo espere, ella trata de darle un beso en la boca. Pero las reacciones que se encuentran son de todo tipo: desde amigos que lo aceptan y la situación se convierte en el inicio de algo más, hasta otros que se apartan bruscamente mientras quien lo ha iniciado los persigue o se agarra a ellos. Mientras en algunos vídeos los dos amigos se ríen, ya se haya aceptado el beso o no, en otros el enfado es manifiesto. “Hay a quien le puede parecer una tontería, pero no lo es porque se está saltando ese consenso que tiene que haber en todas las relaciones y los valores tras una buena educación sexual. En ese tipo de comportamientos que en un vídeo pueden quedar graciosos, el trasfondo no es correcto”, advierte la sexóloga.

Según el Nationwide Children’s Hospital, situado en Ohio (Estados Unidos), con ese reto, “muchos adolescentes no entienden que besar a la fuerza es una forma de violencia sexual. En algunos vídeos posteriores, los adolescentes decían sentirse confundidos, incómodos y violados por esos besos sin consentimiento”.

Para Luis de la Herrán, especialista en psicología clínica, “si un adolescente de 12 años ve un vídeo de ese tipo y sabe que sus adultos de referencia se toman en serio las relaciones de pareja, de forma que hay límites que no pueden traspasar y hay confianza, intimidad, etc., eso le va a chirriar, aunque tenga 9 años, va a decir ‘esto no está bien’ y no lo va a hacer. Lo va a filtrar porque ha tenido el modelo de aprendizaje previo”.

Momento de la agresión durante el directo de TikTok.

El modelo de aprendizaje y los valores que el adolescente adquiere en el hogar y en el colegio resultan fundamentales para que interpreten de una forma u otra lo que ven en las redes sociales. Según explica el psicólogo, la corteza cerebral, que se ocupa del espíritu crítico o de la planificación, es la última parte que madura en los adolescentes, lo que hace más necesario ese control y acompañamiento. “La clave es cómo preparamos a los adolescentes para poder enfrentarse a ese contenido. Se me ocurre el símil de la lluvia: si sales en plena tormenta con ropa de verano, te vas a mojar seguro. Si la lluvia representa algo negativo, te va a perjudicar. Si nos han enseñado a ponernos botas, chubasquero y paraguas, vamos a estar mejor protegidos”, explica.

A esa necesidad, en opinión de Arola Poch, se suma la de educar en sexualidad. Cuenta que, a raíz de la canción “Ese monstruo no es mi amigo”, que se popularizó a través de un anuncio de la serie Stranger Things, en Netflix, “algunos usuarios sacaban un preservativo y decían: ‘este monstruo no es mi amigo’. Eso puede sonar gracioso, puede hacerse viral, que al final es lo que se busca en este tipo de vídeos, pero el mensaje que se está transmitiendo es bastante perjudicial. No hay que olvidar que son adolescentes, que son bromas, pero eso va calando y tiene difícil control”. De ahí que defienda la importancia de contrarrestarlo con una buena educación sexual. “A veces con alguna gracia y alguna canción se transmiten ideas que no son las más adecuadas”, insiste.

El Nationwide Children’s Hospital también ha analizado un reto llamado “Iknowsomethingyoudont (‘sé algo que tú no sabes’), que incluía vídeos donde se bromeaba sobre secretos, incluidos los de las relaciones, o que se referían al stalking o acoso en las redes sociales de un miembro de la pareja al otro para obtener información sobre sus relaciones anteriores a través de sus perfiles. Otro, llamado #deviouslicks, algo así como ‘robos diabólicos’, acabó con numerosos actos vandálicos en los centros escolares estadounidenses, pero también incluyó retos como besar a la novia de un amigo, enseñar los genitales o tocar el pecho de otra persona. En este caso, TikTok bloqueó las búsquedas de ese hashtag, de forma que, tenga la edad que tenga el usuario, ya no puede encontrar vídeos relacionados con el reto.

Entre las medidas que ha puesto en marcha TikTok al tiempo que se ha ido popularizando se encuentra la sincronización familiar, que permite a los padres vincular su cuenta con la de sus hijos y decidir si estos pueden realizar búsquedas, gestionar la privacidad de la cuenta de los menores, impedir que les lleguen mensajes privados de desconocidos y activar el Modo Restringido para que no se recomiende a los jóvenes vídeos que pueden no ser adecuados.

Si el adolescente en cuestión, al crear su cuenta de TikTok, pone su edad real, entre 13 (la edad mínima para poder usar la aplicación) y 18 años, habrá, además, búsquedas que no podrá realizar, como “sexo”, “sexy” o “desnudo”, de acuerdo con las normas de TikTok. El problema radica en si ese adolescente ha indicado o no su verdadera edad porque es tan fácil falsificarla como introducir otra fecha de nacimiento. Depende de la voluntad del joven y de la supervisión de sus padres o tutores.

Aun así, y con todas las medidas disponibles, los adolescentes pueden encontrarse no ya con contenidos no adecuados para su edad, sino con cualquier vídeo con un trasfondo no deseable, pero que no viola las normas de la comunidad de la plataforma, por ejemplo, por no tratarse de un contenido explícito. Como insisten los expertos consultados, se trata de un trasfondo que esconde el humor o del machismo intrínseco de vídeos que suben tanto otros adolescentes como los adultos.


“Yo soy una firme defensora de que los adolescentes tienen criterio, de que si un chico o una chica están educados en valores como la empatía, el respeto y la igualdad, por ver un vídeo no se van a olvidar de golpe de todos esos valores y van a poder entender qué cosas se ajustan a ellos y qué cosas no. Eso no quiere decir que con un contenido tan popular y tan viral no haya gente que caiga, porque en esa época de la vida el poder del grupo es importante, así como sentirse aceptado y la popularidad que dan las redes sociales”, explica la sexóloga.

Ese sentimiento de pertenencia trae, según Luis de la Herrán, una tranquilidad al adolescente. “Sorprendentemente, a estas alturas de la película nos encontramos con muchos comportamientos machistas en edades muy tempranas, que están aparentemente normalizados. Yo creo que la aportación que podemos hacer desde la Psicología es decir: ¿qué estamos haciendo los adultos con eso?”, plantea.

Si un adolescente pasa muchas horas conectado a las pantallas, “estamos contraponiendo a la media hora de aprendizaje en la cena de lunes a viernes, donde los padres dan cierto modelo, una hora de sexo, media de tiktoks machistas y otras tres de más internet. Si simultáneamente no le hemos ofrecido maneras de enfrentarse a eso, tenemos más posibilidades de que acabe pensando que es normal”, explica el psicólogo, que pone como ejemplo que, estando en pareja, cuando el novio le pide a la joven su móvil y le pregunta con quién ha estado o le exige que bloquee a otros chicos en sus redes sociales, si no ha habido un aprendizaje de otros valores, lo verá como algo normal.

Es precisamente un tipo de contenido que se ve mucho en la plataforma: reacciones de cómo se comporta un novio celoso, retos para poner a prueba a la pareja… Algunos pueden tratar el tema con humor, pero en muchos casos se trata de contenidos y reacciones reales. Uno de los asuntos recurrentes es cómo mirando el móvil de la pareja se descubre una infidelidad.

“Aquí yo veo que no se han desmontado ciertas ideas sobre cómo son las relaciones sanas de pareja. Detrás de esos vídeos de ‘a ver cómo reaccionan por los celos’ está esa prueba de que si se siente celoso es que me quiere. La idea que hay tras ello es que los celos son una muestra de amor”, lamenta Arola Poch, que añade: “Yo creo que esto pasa más en TikTok porque la edad media es un pelín más baja, es más fácil que se viralicen los vídeos y promocionan este tipo de vídeos y de retos”.

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Sobre la firma

Clara Rebollo
Es colaboradora de la sección de Tecnología, donde presta especial atención a la influencia de las redes sociales en la sociedad y a la ciberseguridad. Se graduó en Periodismo con premio extraordinario en la Universidad Complutense de Madrid y realizó el Máster de El País.

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