El porqué de los desafíos criptográficos: conocerte a ti mismo, conocer a tu enemigo

Sun Tzu decía, hace más de 2.500 años, en El arte de la guerra, que “si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer enfrentarte a cien batallas”. La criptología, ciencia y arte de manejar información con garantías pese a la potencial presencia de adversarios, tiene que ver con esta sabiduría. En realidad, es el resultado de la interacción entre dos tipos de entidades enfrentadas: las que desde la criptografía construyen mecanismos para proteger nuestros datos o nuestras comunicaciones, y los llamados criptoanalistas, que diseñan sofisticados ataques para burlar esas barreras.

Paradójicamente, y desoyendo los consejos del sabio chino, el ciudadano de a pie hace hoy uso de una cantidad ingente de métodos criptográficos, sin que pueda decirse que su conocimiento en esta fascinante materia haya aumentado en consonancia. Todos los días ciframos el contenido de los mensajes que enviamos con nuestro móvil, firmamos digitalmente documentos o almacenamos nuestras contraseñas fragmentadas en varios servidores sin preguntarnos qué ideas y conceptos sustentan nuestra confianza en estos servicios y aplicaciones. También todos los días nos llegan noticias de ciberataques, suplantaciones de identidad o robo de credenciales; y de los esfuerzos desde el lado bueno de la fuerza por evitarlos.

Sin duda, muchos de los fundamentos de la criptografía moderna no pueden explicarse sin adentrarse en escenarios seductores y tortuosos en los que la informática, las matemáticas, la física y distintas áreas de la ingeniería se entrelazan tejiendo una red, a menudo, intimidante. No hay sin embargo razones de peso para esquivar las ideas subyacentes a un gran número de construcciones criptográficas. Muchos de sus fundamentos pueden explicarse a través de ejemplos cotidianos, usando matemáticas elementales y razonamientos intuitivos. Por encima de todo, criptógrafos y criptoanalistas son el resultado de la evolución de instintos humanos elementales; el de proteger nuestro conocimiento y el de inmiscuirnos en el de los demás.

La serie Los desafíos criptográficos, que lanza hoy la sección de Tecnología de EL PAÍS, está concebida como un taller en el que se presentarán diferentes métodos parar proteger nuestra información, a través de diez pequeñas historias que incluyen un reto para el lector. El objetivo es dar a conocer algunas de las herramientas que de forma inconsciente utilizamos todos a diario, mostrando ejemplos que pueden entenderse con matemáticas elementales, de modo que el lector descubra los trucos y mecanismos del pensamiento criptográfico.

Cada dos semanas publicaremos una nueva historia, cuya solución se revelará en la siguiente entrega, acompañada de un comentario con las ideas más inspiradoras u originales que hayamos recibido de los lectores. De este modo seguiremos el consejo de Sun Tzu, conociendo qué herramientas utiliza para defenderse nuestro yo digital, aprendiendo a pensar como sus potenciales enemigos y descubriendo como la pugna constante entre criptógrafos y criptoanalistas es una fuente inagotable de nuevas técnicas e ideas.

PEQUEÑO GLOSARIO

CRIPTOGRAFÍA: Del griego Kryptos (ocultar) y graphos (escritura). Según la RAE, “arte de escribir con clave secreta o de un modo enigmático”. Hoy en día, este término se ha actualizado como la disciplina que se encarga del diseño de herramientas y métodos para proteger información.

CRIPTOANÁLISIS: estudio crítico de herramientas y métodos criptográficos, con el fin de detectar vulnerabilidades que puedan llevar a brechas de seguridad en implementaciones reales.

CRIPTOLOGÍA: disciplina que aglutina el estudio de técnicas criptográficas y de criptoanálisis.

María Isabel González Vasco es catedrática de Matemática Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos e integrante de la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Matemática Española.

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