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Reporteros Sin Fronteras demanda a Facebook por permitir que se propague “la desinformación y el odio”

La ONG acusa a la plataforma de “prácticas comerciales engañosas”, acogiéndose a las leyes de protección del consumidor de Francia

Foto de archivo del logo de Facebook en una tableta tomada en París en 2019.
Foto de archivo del logo de Facebook en una tableta tomada en París en 2019.LIONEL BONAVENTURE (AFP)
Silvia Ayuso

Que se acuse a Facebook de permitir que se propague la desinformación y a propagar los discursos de odio no es nuevo. Que se le interponga una demanda por estas prácticas, y que se usen para ello leyes de protección del consumidor, sí resulta más noticioso. Es lo que ha hecho Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Francia, donde ha demandado a la red social más usada del mundo por “prácticas comerciales engañosas”, una estrategia que la organización defensora de la libertad de prensa estudia aplicar en otros países.

Facebook, explica RSF sobre sus motivos, “permite que se propaguen la desinformación y el odio (en general y contra los periodistas), en contradicción con sus condiciones generales de utilización y sus campañas publicitarias”. La organización presentó la demanda el lunes ante la fiscalía de París contra Facebook Francia y Facebook Irlanda, que supervisa la red social en toda Europa.

Es la primera vez que se acude a la justicia por la vía penal y no solo la civil —como para exigir una retirada de contenido de la plataforma— contra Facebook, dice por teléfono el consejero sobre la estrategia legal de RSF, Antoine Bernard. “La situación es lo suficientemente grave y la irresponsabilidad de Facebook lo suficientemente preocupante como para justificar una demanda penal”, señala.

Hay dos motivos por los que RSF ha decidido dar este paso en Francia, más allá de que allí tenga su sede la matriz de la organización. Por un lado, por el alto número de usuarios en este país: 38 millones de personas, más de la mitad de los habitantes del país, de los cuales 24 millones acceden a la red social todos los días. Pero sobre todo, Francia tiene una ley de protección del consumidor “especialmente adecuada para tratar esta cuestión”.

La normativa francesa considera que una práctica comercial es engañosa “si se basa en falsas afirmaciones, declaraciones o representaciones, o puede conducir al engaño”, especialmente en relación con las “características esenciales del bien o servicio” o de las “promesas del anunciante”. Incurrir en estos hechos puede llevar a una multa de hasta el 10% del volumen de ventas anuales, recuerda RSF en el comunicado en el que ha anunciado este martes su acción.

Pese a que se trata de una acción localizada en un país, RSF cuenta con que sus consecuencias alcancen la escala planetaria. “En vista de que los términos de servicio de Facebook son iguales en todo el mundo, un fallo judicial en Francia sobre estas prácticas engañosas tiene el potencial de un impacto global”, explica la ONG, que “está considerando” presentar demandas similares en otros países.

Términos

Según afirma RSF, en sus términos de servicio, la plataforma de Mark Zuckerberg asegura proporcionar un “entorno seguro y sin errores” en el que no se permite “compartir nada ilegal, engañoso, discriminatorio o fraudulento”. También se compromete a “reducir significativamente la difusión” de informaciones falsas. RSF recuerda que, a comienzos de año, la plataforma publicó en los medios franceses un anuncio asegurando ofrecer “información precisa en tiempo real para combatir mejor la pandemia” y aseguraba estar trabajando con gobiernos y organizaciones internacionales para “compartir información fiable sobre la covid-19”.

La realidad, asegura RSF, es “bastante distinta”. Entre los documentos presentados para apoyar su demanda, RSF cita el informe de First Draft, una ONG que combate la desinformación y que ha señalado a Facebook como el “núcleo de las teorías conspirativas sobre las vacunas” en comunidades francófonas. También recuerda que el German Marshall Fund contabilizó, solo en el último trimestre de 2020, 1.200 millones de interacciones con páginas web engañosas. La Unesco, recuerda asimismo, calificó en 2020 a Facebook como “la menos segura” de las grandes plataformas.

Un portavoz de la compañía ha asegurado a EL PAÍS que la empresa tiene “tolerancia cero con cualquier contenido dañino” en sus plataformas. “Estamos invirtiendo mucho para hacer frente a la incitación al odio y la desinformación”, asegura en una respuesta remitida por correo electrónico. “Nuestra aplicación nunca será perfecta, pero aunque nadie puede eliminar por completo la desinformación y la incitación al odio en Internet, seguimos utilizando la investigación, los expertos y las tecnologías para hacerles frente de la manera más completa y eficaz posible”. La empresa ha explicado que en los últimos años, ha triplicado el tamaño de su equipo de seguridad hasta los 35.000 miembros y que ha eliminado 12 millones de contenidos que contenían información errónea y perjudicial sobre covid-19.

Informes notariales

En su demanda, RSF presenta además varios informes notariales que, según el organismo, demuestran esta tendencia. Uno de ellos se refiere a la página de Facebook de la revista satírica Charlie Hebdo cuando, en septiembre de 2020, publicó nuevamente las caricaturas de Mahoma al comienzo del juicio de los presuntos cómplices del atentado de enero de 2015 en el que su redacción fue masacrada. “RSF registró decenas de comentarios con insultos, amenazas y llamamientos a la violencia contra la revista y sus periodistas”, señala la organización. Esta también analizó los “mensajes de odio y amenazas” en Facebook contra periodistas del programa de la televisión francesa Quotidien, así como comentarios amenazantes contra el diario regional L’Union, uno de cuyos fotógrafos fue salvajemente golpeado el mes pasado cuando realizaba una cobertura.

Para respaldar su acusación de desinformar, RSF presenta otros dos informes jurados que demuestran, afirma, “cuán fácil es acceder a grandes cantidades de desinformación sobre covid-19 que Facebook no marca como tal”.

Según Antoine Bernard, RSF espera que la fiscalía abra una investigación preliminar en los próximos días o semanas. Otra cuestión es si el caso llegará a juicio. Algo que no obsesiona a RSF, asegura Bernard. Lo fundamental, señala, es lograr un “cambio positivo” en la plataforma, que Facebook “diga lo que hace, pero sobre todo haga lo que dice hacer sobre proporcionar un entorno ‘seguro y sin errores’, tiene que garantizar ese ambiente seguro” en la plataforma.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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