_
_
_
_

En busca de la ‘famosa número 6′: cómo internet se volvió loco por Leticia Sardá, una exmodelo española

Un foro de 50.000 personas buscó con ahínco durante cinco años a una desconocida. Hace unos días la encontraron: era una camarera tinerfeña y su vida iba a dar un vuelco

La exmodelo Leticia Sardá sostiene en Tenerife la foto que le hicieron en 2006 y que se hizo viral en internet.
La exmodelo Leticia Sardá sostiene en Tenerife la foto que le hicieron en 2006 y que se hizo viral en internet.Miguel Velasco Almendral
Jordi Pérez Colomé

“Me preguntaba si podrías ayudarme con esta imagen”, escribió hace unos días por LinkedIn un joven croata a Leticia Sardá, una camarera de Tenerife de 43 años. El joven quería saber si una vieja foto de su cara era realmente de ella. “Gracias por ayudarme con este misterio de internet”, concluía el mensaje.

Sardá se extrañó, pero contestó sin preocuparse mucho: sí, le dijo, soy yo. Él le pidió también la imagen original, que Sardá conservaba. En el email de respuesta del chico, quedó claro que Sardá no entendía bien la magnitud de lo que iba a ocurrir: “¿Tú eres consciente de que hay unas 50.000 personas buscándote desde hace cinco años?”

Fragmento de la tela en el origen de esta historia. En el círculo rojo, la imagen de la misteriosa "famosa número 6", que hoy se sabe que es la tinerfeña Leticia Sardá.
Fragmento de la tela en el origen de esta historia. En el círculo rojo, la imagen de la misteriosa "famosa número 6", que hoy se sabe que es la tinerfeña Leticia Sardá.

La historia comienza porque el rostro de Sardá, sacado de una sesión de fotos para la revista Woman en 2006, acabó estampado en una tela que vendía una empresa checa. Allí estaba su cara junto a la de famosos como Adriana Lima, Orlando Bloom o Brad Pitt. Un comprador, usuario de la plataforma de foros Reddit, había identificado a todos los protagonistas menos a una (o uno): lo llamó la “famosa número 6″ (o celebrity number 6). Hace cinco años surgió una comunidad en Reddit obsesionada con dar con su identidad, que se extendió a Discord y otras páginas. La semana pasada el fenómeno tuvo premio: por fin la encontraron, y Sardá se convirtió en protagonista, sin saberlo, de vídeos y fotos virales en Instagram, TikTok y docenas de artículos en medios.

“Nunca pensé que esto de internet era así de grande”, explica Sardá por teléfono a EL PAÍS desde Tenerife. El vendaval le ha pillado descolocada: “Tengo una vida tranquila con mis hijos, mi casita, mi trabajito. Creo que no me subo a unos tacones desde hace 10 años. Soy una chica de playa, con pantalón recortado, no me maquillo, no me peino”. A los 16 años salió de la isla para trabajar de modelo en Milán y otras ciudades: “Nunca tuve una adolescencia al uso”. En 2009 dejó aquella carrera para volver a casa, donde hoy es madre separada de dos hijos y trabaja en una cafetería.

El vendaval que la convirtió por unos días en la nueva famosa de internet alteró su rutina. Cuando medios locales publicaron la noticia, incluso la paraban por la calle, cuenta. Sus chats de padres del cole y del fútbol se alteraron. “No estoy acostumbrada a recibir tanta atención. Ahí se me ha complicado un poco. Tienes que contar tu vida y yo no lo hago, soy muy discreta, no cuento lo que hice hace 25 años, no me presento y digo ‘hola, soy modelo”.

Leticia Sardá posa en Tenerife.
Leticia Sardá posa en Tenerife.Miguel Velasco Almendral

Ahora Sardá se ha abierto cuentas en Instagram, TikTok y Reddit. Los moderadores de la comunidad Reddit, donde ya hay más de 60.000 personas, le abrieron una página de agradecimiento por el entretenimiento generado en Gofundme, donde lleva recaudados 2.200 euros y ha empezado a vender impresiones de la foto original de hace 18 años. Lleva vendidas más de 30 de momento. Ahora irá también a la tele a contarlo. Si todo esto acaba en sugerencias para volver a ser modelo, se lo pensará.

Pero cómo la encontraron

La parte más fascinante de la historia es cómo miles de usuarios en Reddit dieron con Sardá, una mezcla de perseverancia, inteligencia artificial y casualidad. Los detectives de internet realizaron todo tipo de esfuerzos. Contactaron a la empresa fabricante, hicieron búsqueda inversa de la imagen (incluso con ayuda de inteligencia artificial) y buscaron en el archivo de internet viejos vendedores de la tela o hasta buscar todas las fotos por fotógrafos de Getty entre 1900 y 2008. Un usuario llegó a humanizar los colores la cara de la famosa número 6, ya que parecía evidente que se había usado un programa (Adobe Illustrator) para crear ese tipo de textura.

Con esa imagen que volvía a parecer una foto, la puso en el software de reconocimiento facial PimEyes. Allí salieron varias capturas de Sardá. Ninguna era la foto original, pero se le parecía bastante. Aquí es donde entran en juego otros dos españoles.

“Yo formo parte accidental en este proceso”, explica por correo un veinteañero andaluz que es el usuario de Reddit IndigoRoom y que prefiere conservar el anonimato. “Todo se gestó en una hora de descanso para almorzar en mi trabajo”, cuenta. “Estaba visitando Reddit a través del teléfono, algo que no acostumbro a hacer, solo participo ahí de forma esporádica, cuando me topé con el subreddit [la comunidad] que investigaba la búsqueda de la imagen”, añade. IndigoRoom apenas conocía el caso de la famosa número 6. Sabía que en el foro habían creado una lista enorme de candidatas de facciones similares. “En la cortina solo había imágenes de supermodelos y actores de Hollywood, por lo que me sorprendí al encontrarme con el nombre de origen español de una modelo de la que nunca había oído: Leticia Sardá”, dice.

Buscó el nombre en Google para ver quién era y dio con la portada de la Woman que recordaba vagamente a la imagen de la cortina. Luego encontró el nombre del fotógrafo de aquella sesión, Leandre Escorsell. Y le escribió. “Le escribimos desde un foro de internet”, empezaba el correo.

¿Y si es una estafa?

Escorsell explica a EL PAÍS que al principio iba con mucho cuidado. “Pensé que podía ser una estafa, no quería tocar ningún enlace”, dice por teléfono. Pero la cortesía y amabilidad de IndigoRoom le convencieron y les mandó la foto original. Entonces surgió la inevitable polémica: usuarios veteranos del foro acusaron al desconocido IndigoRoom de haber creado la foto con IA. Le insultaron. Escribieron a Escorsell para comprobar si era realmente el autor. Esos nervios tienen sus motivos. Ya otros habían intentado colarse y aprovechar el posible tirón de la fama súbita: “A lo largo de estos años, este misterio ha ido adquiriendo una dimensión cada vez más grande, aunque nunca me imaginé que tanta, y me consta que ha habido modelos y actores que han confirmado que eran ellos los de la foto, pero sin ser capaces de proveer la imagen original”, dice IndigoRoom. También otros usuarios habían intentado generar la imagen o distorsionarla.

Ese afán de lograr la verdad fuera de toda duda, y esta búsqueda incesante y detectivesca de personajes, es un entretenimiento habitual en internet. A veces, como en casos policiales, el objetivo es delicado y dudoso, pero en otros es puramente de demostrar destreza digital. Ha habido otras situaciones como la cara española de un meme famoso o el objetivo último de un juego creado en internet. Tanto Sardá como Escorsell destacan la amabilidad y educación de los usuarios de Reddit cuando les contactaron. Pero ninguno de los dos, que han vuelto a hablar estos días tras años sin hacerlo, tenía ni idea de lo que les iba a caer encima.

El propio IndigoRoom, más habituado a las dinámicas de internet, también se sorprendió de hasta dónde puede llegar algo que empezó como un juego banal: “Cuando obtuve la imagen y la compartí en el foro, no tenía la impresión de estar realizando algo que le interesara especialmente a nadie, más allá de que 60 o 70 personas comentara el post de la imagen original. Pero ha obtenido millones de visualizaciones y se han generado muchos artículos en medios masivos, sobre todo en inglés”. Ahora dejará su cuenta IndigoRoom en recuerdo de su gesta, como el jugador que cuelga las botas tras marcar en la final de un Mundial.

Sardá lo ve como una oportunidad, pero sobre todo admite que es un giro divertido que le ha dado la vida: “Llegados a este punto, es algo que no pedí que pasara, pero ha pasado y vamos a disfrutarlo hasta donde llegue y me echaré unas risas. Es una fantástica historia para contar a mis nietos cuando hagamos galletas una tarde de domingo”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jordi Pérez Colomé
Es reportero de Tecnología, preocupado por las consecuencias sociales que provoca internet. Escribe cada semana una newsletter sobre los jaleos que provocan estos cambios. Fue premio José Manuel Porquet 2012 e iRedes Letras Enredadas 2014. Ha dado y da clases en cinco universidades españolas. Entre otros estudios, es filólogo italiano.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_