El español que se convirtió en meme global sin saberlo: “Es una paranoia”
Una página satírica de EE UU ilustró un artículo titulado “La peor persona que conoces” con la foto de un vecino de Molins de Rei (Barcelona). EL PAÍS revela la identidad del modelo y la historia detrás de la imagen viral
En pleno confinamiento, su cuñado lo llamó asustado: “Me dijo que no me preocupara, pero que pusiera en Google “the worst person you know” [”la peor persona que conoces”, en inglés]”, explica Josep Maria García, de 42 años. “Lo escribí en Google, en mi pantallaza de gamer, le di y, pam, salía yo, fui bajando con el scroll y mi cara, mi cara, mi cara. Pensé: ‘Pero qué pasa aquí’. Fue una paranoia, me quedé pillado”, explica.
García, que vive en Molins de Rei (Barcelona) y que cuenta su historia por primera vez a EL PAÍS, ya sabía que en 2018 una página satírica de Estados Unidos, Clickhole, había usado su foto para una pieza paródica titulada: “Desgarrador: la peor persona que conoces acaba de dar en el clavo”. El hermano mayor de García la vio y se lo dijo, pero se quedó ahí. Hasta dos años después, cuando lo llamó su cuñado, que es el fotógrafo profesional Albert Mollón y autor de la imagen original. La combinación de titular y foto logra reflejar una sensación peculiar de la era de las redes sociales: aunque gente odiosa diga cosas terribles sin parar, alguna vez también tienen razón. La ilustración de ese sentimiento es hoy en internet la cara de García.
Heartbreaking: The Worst Person You Know Just Made A Great Point https://t.co/L3PuR9yvsR pic.twitter.com/a4zrv02IuJ
— ClickHole (@ClickHole) May 16, 2019
Una búsqueda del título del artículo en Google da hoy 4.860.000.000 resultados. La búsqueda de la frase en Twitter da docenas de resultados solo de mayo de 2022, muchos que solo usan la imagen de Garcia para responder a un buen argumento de alguien que les cae mal. Las opiniones del magnate Elon Musk o del comentarista político conservador estadounidense Ben Shapiro han sido a veces respondidas con el meme de “la peor persona que conoces”.
https://t.co/4ZfZ22ipTs pic.twitter.com/eLHosuG7YQ
— Sean O'Kane (@sokane1) May 10, 2022
La foto original fue tomada en el Turó Park de Barcelona en primavera de 2014. García tenía 34 años y ayudaba a su cuñado y amigo de la infancia en las fotos. Mollón tenía una sesión con una escritora estadounidense de paso por Barcelona. Pidió a García que le hiciera de modelo para calibrar la luz. Una foto quedó bien y el fotógrafo la subió al catálogo de Getty el 19 de abril de 2014. Allí la encontró un redactor de Clickhole cuatro años después y empezó la fama en internet de Garcia ―más conocido entre sus amigos como Paia Moss, el apodo que usa en redes―, que hoy es técnico en la empresa de marketing olfativo Cuarto Sentido y batería del grupo Primogénito López.
En octubre de 2021, el canal de YouTube Internet Today describió la foto de García como “una de las fotos de stock que ha logrado mantenerse envuelta en misterio durante años a pesar de su estatus de meme”. El mayor esfuerzo para revelar quién estaba detrás de la imagen lo hizo un periodista de Slate, Cameron Wilson. Mollón retiró la foto de Getty después de su éxito. Pero Wilson logró encontrar su nombre en los metadatos de la foto usada por una página india para ilustrar a un enfermo de cáncer. Mollón respondió en mayo de 2020 que no le interesaba hablar con el periodista, que lo publicó en Twitter. Algún lector dedicado imaginó que el modelo podía ser amigo de Mollón y busco entre sus seguidores en Instagram. Allí había alguien que se parecía al modelo: era efectivamente García. Y le escribió varios mensajes con esta frase memorable: “Sales en una foto realmente famosa en internet”.
García, aún abrumado por tanto ruido y la soledad del confinamiento, declinó: “Nos escribían desde Melbourne, de Estados Unidos, de todas partes, habré recibido más de 80 mensajes y mi cuñado muchos más”, dice. “Cuando alguien me escribía pensaba, es que no me fío de nadie”, añade.
García vivía una sensación rara: le escribían mensajes de madrugada desde California o Chicago y, en cambio, entre sus vecinos, nadie sabía nada. El titular en inglés hace que el meme tenga una vida vinculada a entender el texto: “Miras a tu alrededor y nadie ha dicho nada, el alcalde del pueblo no ha dicho nada. En tu vida no ha pasado nada, ningún colega del curro, gente de la música de Sant Feliu, gente de Cornellà que conozco no me dice nada. Y me están tocando las pelotas unos que vienen random de no sé dónde”, explica. “Si hubiera salido en TV3, TV1, algo más cercano, te lo tomas con más cariño. Pero la gente te bombardea desde todas partes que eres superfamoso; pero vamos a ver, que eso está a tomar por saco, ¿qué me estás contando? Y, después, entiendes que esto es internet”, añade.
¿Cómo se puede ser famoso si nadie de carne y hueso en tu mundo sabe que lo eres, si nadie te para por la calle? Había otra cosa que inquietaba a García. Según el titular, ilustraba a “la peor persona que conoces”. ¿Alguien podría confundirse y pensar que era él, en realidad, esa “persona”? “Leí que tenía cara de nazi supremacista o que esa mirada al horizonte no tiene sensibilidad. Te quedas flipado”. García cerró su cuenta de Instagram porque un grupo de Facebook capturaba sus fotos y las compartía. Ahora ya ha aceptado el calificativo y pretende hacerse una camiseta con su lema: The worst person you know.
Con el tiempo ha ido aceptando su nueva vida de meme: “Aprendes a racionalizar. Pero no le ha pasado a nadie. A mi hermana le dije: ‘Gracias por calmarme, pero el que está ahí soy yo”, dice. A veces, sus amigos, cuando aparece alguien nuevo entre cubatas, le dicen que tienen un amigo que es un meme: “¿En serio eres un meme? Mucha gente no se lo cree. Es como si hiciera magia. Les digo que pongan “the worst person you know” en Google, me ven y hacen: ’Halaaaaa”.
García tampoco tiene el carácter de subirse a esta ola: “Soy una persona reservada. No me gustan las movidas. Me gusta ir a mi rollo. Yo soy batería. Los baterías estamos atrás y, cuando acaba el concierto, nadie te dice que le firmes nada. Los focos y el micro en la otra punta”.
EL PAÍS quiso hacerle una foto para ilustrar este artículo. Después de dudar, optó por no hacérsela: “No sea que se haga viral de nuevo”. En la realidad tiene una expresión más cordial y relajada que el tipo tieso del meme. También ha adelgazado en estos ocho años desde la foto original.
García sabe que las fotos originales de memes se han convertido en NFT y se han pagado cientos de miles de euros por algunas. “Lo hemos mirado y consultado”, dice. De momento, sin embargo, no ha visto ni un euro por todo este trajín.
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