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Cómo el duelo entró en ‘Animal Crossing’

Usuarios del popular videojuego crean monumentos o rincones simbólicos para sus seres queridos fallecidos, una necesidad impulsada en parte por las restricciones a funerales durante la pandemia

Monumento que Belén Cabo y su hermana erigieron a la memoria de su tía en 'Animal Crossing'.
Monumento que Belén Cabo y su hermana erigieron a la memoria de su tía en 'Animal Crossing'.

En pleno primer confinamiento, Belén Cabo y su hermana se compraron Animal Crossing: New Horizons, la entrega del videojuego de Nintendo que salió el 20 de marzo y que se convirtió en el fenómeno de la pandemia. En él, los jugadores se mudan a una isla en la que van construyendo un pequeño vecindario y comunidad. Cabo y su hermana decidieron añadir a la isla que gestionaban juntas un monumento para homenajear a su tía, fallecida hace unos años. Construyeron una zona de inspiración japonesa, con una fuente y con flores.

Esto no es extraño en el universo de Animal Crossing. La propia Belén Cabo cuenta que se le ocurrió la idea porque había visto a otros usuarios crear rincones como parques y ponerles una placa conmemorativa en honor a algún ser querido fallecido. En su caso la pandemia no tuvo nada que ver, pero en este contexto en el que muchas personas se quedaron sin poder acudir a funerales y sin poder realizar el ritual de despedida de la forma habitual, usar el videojuego para de alguna forma homenajear a quien ya no está puede ayudar en el proceso de duelo. “Si es una persona que está acostumbrada a moverse en una realidad virtual y se siente cómoda en ese contexto, ¿por qué no?”, asegura por teléfono Valeria Moriconi, psicóloga responsable Servicio Apoyo al Duelo Covid-19 del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

Los rituales de duelo son importantes porque ayudan a “tomar conciencia de la pérdida” y son un primer paso “para aparecer frente a la sociedad con una nueva identidad”, explica la experta. Quedarse sin ellos puede hacer que el duelo quede abierto y a las personas les cueste asimilar el fallecimiento, algo que la psicóloga señala que han visto mucho en los últimos meses debido a la situación de la pandemia. La psicooncóloga y experta en duelo y cuidados paliativos Cristina Lázaro coincide. “Sin los rituales, quedan pendientes las elaboraciones personales de aceptación de la pérdida y las ausencias pueden ser más dolorosas”, apunta por correo electrónico.

A partir de marzo hubo muchas funerarias que empezaron a ofrecer servicios como funerales o velatorios en streaming, pero esa es solo la solución más directa. El caso de los homenajes en Animal Crossing o las simples actualizaciones en redes sociales hablando de la muerte de un allegado son formas espontáneas de trasladar el duelo a un espacio virtual, algo totalmente natural, según Moricone, porque la necesidad del ritual no desaparece. “Es para cerrar los capítulos pendientes que podamos tener con el difunto o la relación, para poder poner un momento de intimidad y homenaje frente a la sociedad”, asegura. Lázaro añade que es una forma de elaborar “un duelo simbólico donde la muerte no se oculta, sino que se comparte públicamente y también se expresa el desconsuelo o la pena”.

Un proceso íntimo y comunitario

En Animal Crossing es habitual visitar otras islas y que sus propietarios te hagan una especie de visita guiada. Belén Cabo cuenta que parte de la visita muchas veces consiste en ir a “presentar tus respetos” a los monumentos. Ese acompañamiento de otras personas llega y se siente igual, asegura, aunque sea online y de gente de la que en muchas ocasiones solo conoces su avatar.

Miguel Sicart, profesor de Game Studies en la Universidad IT de Copenhague, explica por correo electrónico que no se trata de algo extraño, porque Animal Crossing da “una sensación de pertenencia en una comunidad”. La plataforma, asegura, es “un lugar en el que establecemos y mantenemos amistades, tanto con personas como con personajes, es un lugar en el que vivimos, tenemos un hogar, y un propósito claro”. En esos espacios se crean también lugares emocionales, por lo que no es una sorpresa que a ellos llegue también algo tan íntimo. “El duelo se manifiesta donde vivimos, en la manera en la que nos relacionamos con nuestras comunidades, y en la manera en la que nuestras comunidades se relacionan con nosotros”, señala el experto. El videojuego es una de esas comunidades.

Esa parte social se une a la íntima, también necesaria en el duelo y presente en el juego. Belén Cabo nunca fue de ir al cementerio, pero en ese monumento a su tía encontró “un sitio al que ir, entre comillas, y recordarla”. Valeria Moricone ve el paralelismo con las visitas a los cementerios o con encender una vela. “Todos los rituales que están alrededor del difunto o de algún lugar simbólico hacen que encontremos en un lugar físico ese primer espacio de recogimiento y de contacto con la persona”, explica. Aunque ese lugar físico sea virtual.

Pero no solo es importante tener el lugar. A Cabo también le aportó mucho todo el proceso de creación del monumento. “Me gustaba la idea de decorarlo, ponerlo bonito, que cambiara con las estaciones”, asegura. Es también una zona a la que han dotado de un simbolismo y unas reglas especiales: allí no cortan las flores ni recolectan las hojas, actividades habituales en el juego, sino que dejan que la “naturaleza” siga su curso. Ahora tiene un “sitio” al que ir “y recordar”, dice. Siempre que ella o su hermana entran en el juego, lo primero que hacen es ir a la fuente a ver cómo está.

¿Cambiará la pandemia la forma en la que realizamos rituales sociales tan arraigados? Lázaro apunta que en cuanto sea posible habría que retomar los funerales o velatorios “para soltar el dolor contenido”. Moricone cree que estamos ante un desafío muy grande, en el que hemos tenido que “construir algo que no sabíamos que podía existir”, aunque añade también que no se puede minimizar la importancia del abrazo. Sin embargo, soluciones creativas como la encontrada por muchos usuarios en Animal Crossing o en otros entornos virtuales también continuarán ahí como recurso con el que “describir no solo la personalidad de cada doliente, sino también la personalidad de cada difunto”, dice la experta.

El espacio que ofrece el juego

Este verano, tras el suicidio del popular streamer y jugador de World of Warcraft Byron Bernstein, conocido como Reckful, muchos jugadores abarrotaron espacios virtuales del juego como la “catedral de la Luz” para rendirle tributo. “Las vigilias por personas desconocidas en mundos virtuales” son algo habitual, asegura Miguel Sicart. Este traslado del ritual no se da solo cuando hablamos del duelo.

Para el profesor, “hay muchos rituales que realizamos en medios sociales y en juegos que, o bien son nuevos, o bien son adaptaciones al mundo digital de rituales sociales”. Pone como ejemplo todo el significado que les damos a gestos sencillos como un comentario o un me gusta, que se convierten en “un símbolo de conexión y de pertenencia”.

El juego es un pariente próximo del ritual, asegura Sicart, por lo que no habría que menospreciarlo ni sorprenderse cuando aparecen en él manifestaciones tan íntimas, personales y serias como un proceso de duelo. “Cuando llamamos a algo ‘juego’, parece que lo estamos trivializando, que lo estamos mandando al dominio de la infancia”, explica. Sin embargo, esto no debería ser así, ya que lo que plataformas como Animal Crossing muestran es que “el juego es una parte tan central de ser humano, tan esencial en nuestra manera de relacionarnos con otros, que siempre lo vamos a utilizar como una manera de entender el mundo y de vivir en el mundo”.

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