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Facebook cierra un grupo con 320.000 seguidores que alegaba fraude en EE UU e incitaba a la violencia

Tras la clausura de Stop the Steal, otros movimientos han tomado su relevo promoviendo falsedades en la red social

Partidarios del presidente Donald Trump se manifiestan afuera del Maricopa County Elections Department en Arizona.
Partidarios del presidente Donald Trump se manifiestan afuera del Maricopa County Elections Department en Arizona.Courtney Pedroza (AFP)

Facebook ha eliminado un grupo con más de 320.000 seguidores, partidarios del candidato republicano y presidente, Donald Trump, que incitaba a la violencia y alegaba fraude en las elecciones presidenciales. El grupo, llamado Stop The Steal (Detened el robo) había sido creado el miércoles y para el jueves ya contaba con más de 300.000 seguidores y crecía de una manera desenfrenada; ganaba 100 seguidores cada 10 segundos y hacía 36 publicaciones por minuto, según CrowdTangle Data. Tom Reynolds, un portavoz de Facebook, ha dicho a The New York Times que la red social eliminó Stop the Steal “como parte de las medidas excepcionales que estaba tomando en las elecciones”. “El grupo se organizó en torno a la deslegitimación del proceso electoral, y vimos llamamientos preocupantes a la violencia de algunos miembros del grupo”, explicó el portavoz.

Caos y confusión en 48 horas

Los grupos de Facebook son públicos y a ellos pueden unirse cualquiera que tenga una cuenta en la red social. Y así fue creado Stop The Steal el miércoles 3 de noviembre a las 15:00, (hora de Washington, las 09.00, hora española) por la usuaria de Facebook, Kylie Jane Kremer, exactivista del Tea Party y dirigente de una organización conservadora sin fines de lucro: Women for America First. Kremer abrió el grupo motivada por la idea de que la elección estaba siendo “robada” a los republicanos, un mensaje que se ha extendido rápidamente y cuyo principal promotor es Trump. A las primeras dos horas, el grupo ya reunía a 100.000 usuarios. Sus primeras publicaciones fueron vídeos de protesta contra las elecciones, como el de un grupo de seguidores de Trump manifestándose frente a un centro de votación en Detroit.

Poco a poco, los usuarios fueron compartiendo imágenes, vídeos y sobre todo, información sobre el supuesto fraude electoral en los centros de votaciones e intimidación contra los partidarios de Trump; hechos que poco después se comprobaron que eran falsos. Por ejemplo, compartían historias anecdóticas en las que los usuarios afirmaban que los trabajadores electorales que contaban las papeletas “llevaban máscaras con el logotipo de la campaña de Biden”, o que los partidarios de Trump “recibieron deliberadamente papeletas defectuosas que las máquinas no podían leer”.

Así, Stop The Steal en Facebook pasó a ser la plataforma para que la gente afirmara —sin ninguna prueba— que “el recuento de votos para las elecciones presidenciales estaba siendo manipulado” contra el presidente Trump. Esto mientras la brecha se cerraba cada vez más en Estados clave como Winsconsin, Míchigan y Pensilvania. A medida que el candidato demócrata, Joe Biden, sumaba delegados y pintaba Estados de azul, más y más fuerte se hacía Stop The Steal. El grupo exportó sus contenidos a otras redes, como YouTube y Twitter —en esta red social, los usuarios incluso añadieron el nombre del grupo a sus nombres de usuarios.

Facebook empezó entonces a etiquetar como “engañosas” las publicaciones del grupo para alertar al resto de usuarios, pero Stop The Steal era demasiado grande. Según The New York Times, las publicaciones del grupo aparecían “más rápido de lo que los verificadores de datos de la empresa podían medir” y eran cada vez más violentos. Por ejemplo, un miembro del grupo escribió el miércoles que “para solucionar esto [el supuesto fraude electoral] hará falta más que hablar” y en los comentarios las respuestas incluían emoticones con explosiones.

Facebook recibió llamadas de activistas y periodistas alertando y preguntando sobre el grupo y su explosivo crecimiento. A media mañana del jueves 4 de noviembre, una fuente dijo a The New York Times “los ejecutivos estaban discutiendo si deberían eliminar Stop the Steal o seguir marcando las publicaciones”. A las 14:00 (hora de Washington) la red social clausuró el grupo. Pero el daño ya estaba hecho. Kremer dijo a The New York Times que “antes de que el grupo fuera desmantelado, sus miembros habían organizado con éxito eventos en docenas de ciudades”. Además, la activista asegura que ha creado otro sitio web sobre el fraude electoral y ahora está dirigiendo a sus seguidores hacia este. Tras el cierre de Stop The Steal, han nacido docenas de nuevos grupos; uno ya suma más de 10.000 miembros y otro más de 2.000, según ha comprobado la red.

Nuevas reglas del juego

La red social anunció desde principios de 2020 junto con Twitter y Google, que optaría por una serie de reformas para asegurarse de erradicar la mayor cantidad de desinformación y noticias falsas posibles en su red con vistas a los comicios electorales estadounidenses de noviembre. En una actualización de sus políticas de publicación, la red social explicaba que no podía ser utilizada “con el propósito de manipular o interferir en elecciones u otros procesos cívicos” mediante la elaboración, publicación y difusión de “contenido que pueda suprimir la participación o inducir a error a las personas sobre cuándo, dónde o cómo participar en un proceso cívico”. “Además, podemos etiquetar y reducir la visibilidad de los tuits que contienen información falsa o engañosa sobre los procesos cívicos para proporcionar un contexto adicional”, aclaraban en el comunicado.

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