Golpe de la justicia alemana a Facebook por abusar de su dominio al recopilar datos
El Tribunal Federal de Justicia obliga a la red social a dejar de recopilar sin un acuerdo previo y específico los datos personales de usuarios de aplicaciones como WhatsApp o Instagram
Decisión de calado en la batalla de los Gobiernos europeos por poner coto al dominio de datos que ejerce Facebook. El Tribunal Federal de Justicia de Alemania, la máxima instancia judicial del país, ha dictaminado en un fallo que la red social ha abusado de su posición de dominio en los medios sociales para recoger datos sobre sus usuarios de forma ilegal, tanto en sus propias plataformas como en la de terceros, y que impone cláusulas contractuales abusivas a sus usuarios.
Esta decisión del alto tribunal obliga a la compañía a dejar de recopilar automáticamente y sin un acuerdo previo específico los datos personales de usuarios de aplicaciones como WhatsApp o Instagram.
"No existe ninguna duda sobre la posición dominante de Facebook en el sector de redes sociales, así como sobre la utilización que hace de esa posición dominante", explica el Tribunal Federal alemán en su fallo, que confirma un dictamen del año pasado de la Autoridad Nacional de Libre Competencia. "Facebook no da ninguna posibilidad de elegir", justificó el presidente del Tribunal Federal, Peter Meier-Beck, según recoge Reuters.
El fallo se aplica con efecto inmediato, por lo que la compañía deberá revisar sus cláusulas contractuales. Y no solo eso, puede inspirar a otros países a imponer similares cotos a la compañía. Los reguladores, de esta manera, llegaron a la conclusión de que los consumidores se enfrentaban a una falsa elección: aceptar entregar grandes cantidades de datos personales o no usar en absoluto los omnipresentes servicios de medios sociales de la empresa fundada por Mark Zuckerberg.
“La decisión tiene todo el sentido desde el punto de vista del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea”, asegura Natalia Martos, fundadora y CEO del bufete Legal Army. “Una compañía no puede rechazar la prestación de servicios porque un usuario no acepte las políticas de servicio, dado que estarían forzando el consentimiento”. Martos ejemplifica este caso: Si Facebook cambiase las políticas en uno de sus servicios, como por ejemplo WhatsApp, pediría lógicamente a sus usuarios que diesen su consentimiento. Y el reglamento europeo castiga el hecho de que se impida el acceso a usuarios que no acepten las condiciones.
Sigue la batalla legal
La decisión constituye un golpe al modelo de negocio de Facebook, que se basa en buena medida en recolectar ingentes cantidades de datos de sus usuarios para ofrecer una publicidad lo más segmentada posible. La compañía recoge datos de sus tres grandes plataformas (Facebook, Instagram y WhatsApp) y los enriquece con todas las herramientas que usa en webs de terceros (Facebook Pixel, cookies, conectores sociales, plugins...) de donde también saca datos sin consentimiento. Todos ellos los mezcla con los suyos, con lo que obtiene un perfilado perfecto.
Así las cosas, las autoridades argumentaron que Facebook hace uso de una forma “injusta” de su posición para recopilar datos sobre millones de usuarios de sitios de terceros que utilizaban herramientas como los botones Me gusta y Compartir y el Facebook Pixel (un código que se inserta en los sitios web y que permite recolectar información para conocer mejor las conversiones que provienen de los anuncios en la red social).
La batalla legal aún no ha concluido, sin embargo. Facebook, de hecho, ya ha anunciado en un comunicado que seguirá peleando en los tribunales, y es previsible que eleve la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). “Y, en mi opinión, Facebook tiene base legal para ganar el caso”, opina Natalia Martos, “porque resulta cuestionable que esté ejerciendo una posición de dominio”. Algo que parece más claro en la operativa de otras big tech como Google. “Si uno se lee la normativa respecto a la competencia en el Tratado de la Unión, Facebook no lleva a cabo ninguna de las prácticas recogidas”, asegura. Así, los gobiernos comunitarios estarían intentando imponer límites al dominio que compañías como Google o la propia Facebook ejercen sobre los datos de los ciudadanos europeos. “Sin embargo, la normativa que regula la recolección de datos tiene un límite, tanto en la cuantía de las multas como en las penas que se pueden imponer”, explica Martos. “Por eso, en mi opinión, el tribunal alemán ha decidido llevarlo por la vía del monopolio”.
Otros casos
Facebook se convierte así en la última compañía de tecnología en sufrir un revés regulatorio en el Viejo Continente. Este mes, la Comisión Europea anunció una investigación formal de Apple sobre su tratamiento de los desarrolladores de aplicaciones de terceros. Amazon también está bajo escrutinio antimonopolio en Bruselas. En Washington, Amazon, Apple, Facebook y Google se enfrentan a investigaciones del Departamento de Justicia, la Comisión Federal de Comercio y el Congreso.
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