Noruega detiene la recopilación de datos de su ‘app’ contra la covid-19
El uso del GPS es el punto crítico por el que la Autoridad Noruega de Protección de Datos notificó el viernes la prohibición de seguir utilizando la aplicación de rastreo Smittestopp
El Instituto Noruego de Salud Pública (el Folkehelseinstituttet o FHI) anunció este lunes que deja de recopilar datos a través de la aplicación de rastreo Smittestopp (“freno a la infección”), lanzada el 19 de abril con dos objetivos: uno, notificar a los usuarios si han estado cerca de una persona infectada y, dos, permitir a las autoridades monitorear cómo se mueve la población para calibrar la efectividad de las medidas. La suspensión temporal responde a la advertencia del viernes pasado de la Autoridad Noruega de Protección de Datos, el Datatilsynet, que impedía a las autoridades sanitarias de Noruega seguir procesando datos personales a través de la app contra la covid-19.
Con un gasto de 290.000 euros para su desarrollo, Smittestopp ha sido descargada 1,6 millones de veces y tiene casi 600.000 usuarios activos —el 14% de la población, lejos del 60% que sería ideal—, según las cifras del FHI actualizadas el 3 de junio. “En función de la situación actual, menos grave, con una baja incidencia de infecciones, y un logro deficiente de los objetivos de detección y de la evaluación de medidas preventivas, ya no consideramos Smittestopp como una intervención prioritaria sobre la privacidad del usuario individual”, escribe la Autoridad Noruega de Protección de Datos en su notificación.
Sin embargo, la advertencia no debería leerse como una prohibición tajante, señala el director del Datatilsynet, Bjørn Erik Thon. “El FHI puede continuar recolectando datos si lo hace de una manera justificada con respecto a la privacidad de los usuarios. La prohibición temporal no significa que la aplicación desaparezca definitivamente”, señala Thon. Ahora el FHI tiene margen para proponer nuevas medidas hasta el 23 de junio.
Para la Autoridad de Protección de Datos, el punto crítico reside en el uso del GPS para recopilar datos de ubicación. “La intervención es mayor de la necesaria. Con el GPS, el FHI puede monitorear el patrón de movimiento de los usuarios, además de recopilar información sobre sus contactos con otros usuarios de la aplicación. Dependiendo de cuántas personas la descarguen y usen, el monitoreo puede realizarse a gran escala. Todo eso va contra las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y el Supervisor Europeo de Protección de Datos, al producirse una gran interferencia en la privacidad de las personas”, recalca Thon.
Como respuesta a la notificación, el FHI entiende, aunque con desagrado, la necesidad de eliminar los datos y detener el rastreo. “La aplicación es importante en la preparación para emergencias en la situación actual. Con la suspensión, debilitamos una parte esencial del trabajo, porque perdemos tiempo en desarrollar y probar la aplicación”, afirma Camilla Stoltenberg, directora del FHI, quien defiende que la importancia de Smittestopp en la prevención de infecciones compensa la interferencia en la privacidad de los usuarios. Sin embargo, Stoltenberg anima a los usuarios activos a suprimir la aplicación en sus móviles, esperando que “más personas la eliminen para que más adelante se pueda reactivar rápidamente”.
El director adjunto de salud, Espen Nakstad, espera también que la app se pueda relanzar pronto. “Será una herramienta muy importante para el futuro. El FHI hará grandes esfuerzos por mejorarla y usarla de nuevo. La aplicación jugará un papel importante en limitar una futura propagación del coronavirus ante las pocas medidas de control de infecciones disponibles”.
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