EE UU debate con las tecnológicas para usar los datos de ‘smartphones’ para frenar el coronavirus
El Gobierno se plantea utilizar los patrones de movimiento para gestionar mejor los recursos y comprobar si se cumplen las medidas de distanciamiento
Frenar la propagación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se ha convertido en uno de los principales retos de países como Italia, España o Estados Unidos. Mientras que cierran tiendas, aulas y fronteras y establecen medidas de distanciamiento, también buscan en la tecnología un aliado para parar los contagios. El Gobierno de Estados Unidos está manteniendo reuniones con Facebook, Google y otras empresas tecnológicas y con expertos en salud. Debaten sobre cómo utilizar los datos de localización de los smartphones de los ciudadanos de Estados Unidos para combatir la pandemia, según The Washington Post. Con esta información, se plantean ayudar a los epidemiólogos a detectar tendencias, mapear la propagación de la infección y comprobar si las personas mantienen entre sí las distancias de seguridad establecidas.
Esta colaboración entre Washington y Silicon Valley refleja la urgencia de cara a detener la expansión del brote. La pandemia ya se ha extendido por al menos 140 países y afecta a unas 200.000 personas. El gobierno de Donald Trump está especialmente interesado en comprender los patrones de movimiento de los habitantes de EE UU para realizar una mejor gestión de los recursos, según recoge el mismo medio citando a ejecutivos de Facebook. Por ejemplo, para saber si hay centros de salud desbordados en los que haya que dedicar más medios.
El proyecto, que aún se encuentra en una etapa inicial, recogería los datos de los usuarios de forma anónima y agregada. La intención del gobierno de EE UU no es recopilar una base de datos del paradero diario de los estadounidenses, según insisten a The Washington Post fuentes familiarizadas con el proyecto.
Aún así, el cómo finalmente se implemente puede levantar debates en torno a la privacidad. "El equilibrio entre la privacidad y la política de pandemia es delicado", tuiteó la semana pasado Al Gidari, director de privacidad del Centro de Internet y Sociedad de la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford. “El problema aquí es que este no es un examen de la facultad de derecho. La tecnología puede salvar vidas, pero si la implementación amenaza injustificadamente la privacidad, más vidas pueden estar en riesgo”, explicaba.
Para Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital, el uso de los datos sobre la localización en este caso está totalmente justificado, ya que “hay un interés público esencial para combatir la pandemia”. “Nadie quiere decir nada porque es un tema tabú. Si le dices a alguien que vas a utilizar sus datos aunque solo sea para una cosa, habrá mucha gente que se niegue. Pero llega un momento en que el interés general es más importante que el particular”, afirma.
Con la alerta sanitaria desatada por la propagación del coronavirus, “la sanidad pública está abordando un tema muy grave”: “Claro que en este caso pueden utilizar datos especialmente protegidos porque hay un bien superior y de interés general, que es precisamente la salud pública. Lo que tienen que hacer es hacerlo con las debidas garantías de securización y de seudinimización. Y deben garantizar que solo van a usar esos datos para lo estrictamente necesario”. El abogado, que cuestiona si realmente pueden resultar útiles los datos anonimizados, explica que el debate debería estar en hasta qué punto se pueden cruzar los datos para tener controlada la pandemia.
Acceso a la ubicación
Gigantes tecnológicos recopilan en todo momento información sobre dónde se encuentran algunos de sus usuarios. “Tanto las compañías telefónicas como empresas como Facebook o Google pueden saber dónde estamos. Depende de los permisos que hayamos aceptado en el móvil, pero hay tecnológicas que incluso acceden a esta información muchas veces sin nuestro consentimiento”, explica Fernando Suárez, presidente del Consejo de Colegios de Ingeniería Informática (CCII) de España.
Para él, este es un ejemplo claro de cómo la tecnología puede ayudar a mejorar la gestión de crisis: “Puede servir para ver cómo se mueve la gente, dónde es necesario dedicar recursos tanto de sanidad como de seguridad pública o cómo podemos prevenir contagios”. E incluso para comprobar si los ciudadanos respetan las medidas de distanciamiento. La ubicación a la que tienen acceso las tecnológicas “es muy precisa”. “Google Maps sabe el punto exacto en el que estamos. Si nos movemos, también lo registra. E incluso sabe en qué lado de la acera estás”, añade.
La compañía de Mountain View, que aún está considerando si participar en el proyecto, ha afirmado estar trabajando por su cuenta para aprovechar los datos de sus usuarios de cara a combatir el coronavirus. “Estamos explorando cómo la información de ubicación anónima y agregada podría ayudar en la lucha contra la Covid-19. Un ejemplo podría ser ayudar a las autoridades de salud a determinar el impacto del distanciamiento social, de forma similar a la forma en que mostramos los horarios de restaurantes populares y los patrones de tráfico en Google Maps", afirma el portavoz Johnny Luu en un comunicado que recoge el mismo medio. Dicha asociación, insiste Luu, “no implicaría compartir datos sobre la ubicación, el movimiento o los contactos de cualquier individuo".
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