La tecnología hiberna a la espera del 5G para una revolución inminente
Una de las mayores ferias de Asia muestra el momento de transición del internet de las cosas a la inteligencia de los dispositivos
El Consumer Electronic Show (CES) de Asia, celebrado en Shanghái (China) la pasada semana, ha demostrado que la revolución pendiente por la mayor velocidad de procesamiento, capacidad de interconexión y latencia (menor demora en la respuesta) del 5G, la nueva generación de Internet móvil, ha aletargado la innovación en dispositivos. Los coches han ocupado el espacio principal de la muestra, en especial, ante el auge de la clase media en el país. Pero regalan más ilusión de futuro, aún lejano (como la conducción autónoma completa, imposible sin redes fiables de 5G), para vender vehículos de ahora. Los robots domésticos siguen siendo sofisticados juguetes sin un uso claro, los móviles y ordenadores se han estancado (Apple prepara su primer dispositivo compatible con la nueva generación a partir de 2020) y los electrodomésticos inteligentes avanzan más lentamente de lo esperado. La creación digital y la inteligencia artificial son los dos sectores que más tiran de la innovación.
Steve Koenig, investigador de mercados y vicepresidente de la Asociación de Tecnología de Consumo (CTA), la agrupación empresarial que organiza el CES y que ha invitado a EL PAÍS, habla de una “transición”. “Estamos pasando del internet de las cosas a la inteligencia de las cosas. Y vemos la evidencia de esto en el auge de la inteligencia artificial y cómo se está superponiendo a toda la industria, desde la tecnología de los vehículos hasta la asistencia digital activada por voz. Los sistemas biométricos empiezan a ser cada vez más comunes, especialmente aquí en China”, afirma durante el encuentro de Shanghái.
Aunque la creación de nuevos dispositivos parece vivir una etapa de hibernación, la industria no para y se ha reorientado a utilizar la inteligencia artificial para mejorar los ámbitos de la interconexión y la respuesta mecánica a la realidad a través de, cada vez, más eficientes sensores. Es el caso de los coches y sus sistemas de seguridad, navegación y entretenimiento de pasajeros o de los identificadores faciales, cada vez más precisos y rápidos.
“En estos días, las experiencias de tecnología de consumo se definen por el software. Los datos se han convertido en el denominador común en la industria actual. Esta es la razón por la que hay un aumento del debate mundial sobre la privacidad del consumidor y la seguridad de los datos”, explica Koenig.
Privacidad
A esta discusión global, cada región responde de forma diferente. Europa es la más avanzada en derechos sobre la privacidad mientras en China, según este investigador, no existe expectativa de que los haya pronto. Estados Unidos y Canadá se encuentran, de acuerdo con la percepción de Koenig, “en un punto intermedio”.
El vicepresidente de la CTA cree que “los consumidores se sentirán más cómodos compartiendo datos cuando vean que, por ejemplo, pueden usar el metro con reconocimiento facial y sepan que esos datos están encriptados y protegidos de diferentes formas”.
Hogares inteligentes
Los hogares inteligentes también están a la espera de otros desarrollos, como los altavoces, que han conseguido unificar en un único dispositivo el centro de órdenes para todos los aparatos conectados y evitar la frustrante experiencia de tener una aplicación diferente para cada dispositivo. “Los asistentes digitales activados por voz están actuando como un catalizador para estimular la adopción de hogares inteligentes porque, de repente, puedes controlar todos los dispositivos y tecnologías del hogar. Creo que es un presagio de lo que vendrá, Cada vez más, habrá más asociaciones de máquinas con humanos para trabajar a través de la inteligencia artificial, que aprenderá de nuestros patrones de conducta”.
En China, lo nuevo se convierte rápidamente en lo normal, lo cual es bastante único en el mundo. Si quieren que algo ocurra y Pekín quiere que suceda, va a suceder
Las investigaciones realizadas por CTA en Asia ha desvelado que, además de requerir información deportiva, meteorológica o de actualidad, los usuarios (el 56%) usa ya los asistentes de voz para compras, una actitud que en Europa y en Estados Unidos es “muy, muy incipiente”. “En China, lo nuevo se convierte rápidamente en lo normal, lo cual es bastante único en el mundo. Si quieren que algo ocurra y Pekín quiere que suceda, va a suceder”, comenta Koenig.
La transformación del móvil
En este mundo, el móvil jugará un papel fundamental, según el jefe de Estrategia de Huawei, Shao Yang, quien elude entrar en el conflicto comercial generado por el veto de Estados Unidos. “El coche, los ordenadores, la televisión y los dispositivos más cotidianos estarán vinculados al teléfono. El móvil tiene un mundo por delante y la clave es la inteligencia artificial”, asegura.
El teléfono se convertirá en una plataforma multiuso con el que interactuará el usuario. Será el nudo central de todas las cosas
En este sentido, el responsable de la marca, afirma que el teléfono se convertirá en una “plataforma multiuso con el que interactuará el usuario”. “Será el nudo central de todas las cosas. El televisor, por ejemplo, necesita escuchar al usuario y hacerlo interactivo. Para eso es fundamental que esté vinculado al teléfono”, explica Shao Yang.
El jefe de estrategia de Huawei coincide con Koenig en el error de haber desarrollado una aplicación para cada dispositivo, algo que ha lastrado el avance del internet de las cosas. Su firma trabaja en un concepto que sitúa al móvil en el centro de un entorno compuesto por coches, aparatos domésticos, la nube, ordenadores y hogares que podrán interactuar entre sí”.
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