El móvil que nunca se queda sin batería
Solo un ‘zapatófono’ o la gran promesa del grafeno son capaces de erradicar el temor a la pantalla negra
Los móviles plegables o con múltiples cámaras son el reclamo publicitario de algunas firmas presentes en el Mobile World Congress. También apps de lo más variopintas. Pese a que el software de los teléfonos va mejorando para consumir menos, pocos terminales sobreviven más de 24 horas sin la asistencia de un enchufe. Las baterías de larga duración siguen siendo un reto en el sector de la telefonía móvil. El grafeno, la gran promesa. El profesor agregado del Departamento de Ingeniería Electrónica de la UPC Àngel Cuadras explica que la tecnología de las pilas de litio, las que llevan incorporados los teléfonos, ha evolucionado poco desde los años ochenta. Al miedo de salir de casa sin móvil o de quedarse sin batería se le llama nomofobia. ¿Cómo nos podemos liberar hoy en día de esta ansiedad cuando prevemos estar muchas horas lejos de un enchufe?
Un zapatófono puede ser la solución. El modelo Power Max P18K que Energizer presenta en el Mobile tiene una batería con una capacidad de 18.000 mAh. Para entender esa magnitud: las novedades de Nokia y Samsung tienen, 3.320 y 3.400 mAh, respectivamente. Pero el móvil de la clásica firma de pilas paga cara su promesa de poder estar hasta 50 días sin cargar en reposo: tiene más de tres centímetros de grosor. Es muy incómodo para llevar al bolsillo pero puede ser útil en algunos casos como, por ejemplo, en largas travesías de montaña.
Las baterías llevan litio reactivo y tiene tendencia a explotar
Cuadras explica que las baterías llevan "litio reactivo, que tiene tendencia a explotar". No ocurre a menudo, pero ha habido algunos casos a lo largo de la corta historia de los móviles. Sin embargo, asegura que actualmente "están diseñadas para ser bastante seguras". Según él, una de las nuevas líneas de investigación en este ámbito pasa por sustituir el líquido que las pilas llevan dentro por un sólido. De esa forma se podría aumentar su capacidad y reducir tu tamaño. Sin embargo, aún no se ha dado con ninguna técnica que sea lo suficientemente segura. "Quien lo encuentre, hará un gran bien", valora.
Juanita Fernández es la directora de mercadotecnia de Goui, una compañía de Dubái especializada en baterías externas. En su estand nos muestra auténticos ladrillos. Uno de ellos tiene una capacidad de 20.000 mAh, capaz de cargar un móvil hasta ocho veces. Cuenta que las baterías podrían ser más finas pero que se calentarían más y sería difícil obtener la homologación. La empresa, que distribuye en Oriente Medio y aterrizará este año en Europa, busca dar formas originales a sus accesorios: una batería es también una linterna que se puede acoplar a una bicicleta. Otra, de carga sin cables, tiene unas ventosas para asegurar que el móvil no se mueva y el flujo de energía no se vea interrumpido.
El grafeno es un material que podría conseguir en el futuro que las baterías puedan doblarse, propiedad esencial para los móviles plegables. Algunas compañías han anunciado baterías de grafeno que no acaban de llegar, pero que podrían ser la solución para unos móviles que, con unas funcionalidades en aumento, cada vez requieren más electricidad. Fabrizio Tubertini, del Istituto Italiano de Tecnologia (IIT), las ve aún muy lejos en el ámbito comercial. Su expositor está dentro del espacio del Mobile dedicado al Graphene Flaghip, un programa de la Comisión Europea dotado con 1.000 millones de euros para estudiar este material.
El grafeno es un material que podría conseguir en el futuro que las baterías fueran maleables
Tubertini presenta un prototipo de supercapacitador (es decir, un dispositivo capaz de condensar una gran cantidad de energía) muy fino basado en grafeno, cuyas "excelentes propiedades eléctricas permiten transportar de forma muy rápida y almacenar energía hasta 100 veces más". Su propuesta sería la evolución de las baterías externas y permitiría cargar el móvil en cinco minutos. El invento del IIT se podría colocar, por ejemplo, en estaciones de autobús, como servicio público. Sin embargo, el prototipo presentado en el Mobile tiene un coste de unos 2.000 euros y las aplicaciones en la industria serán en primer lugar, afirma Tubertini, en el sector aeronáutico y espacial.
Cuadras, cuyo equipo de investigación estudia el rendimiento de baterías presentes en el mercado, ve un estadio medio antes de pasar de la batería de litio a una de grafeno. Las pilas actuales tienen dos electrodos —conductores eléctricos— y desde hace décadas uno está hecho de óxido de litio y otro de grafito. El reto es cambiar el de grafito por grafeno, lo que aumentaría, según el profesor de la UPC, la duración de las baterías. Justamente en esta línea trabaja un grupo de la Universidad de Cambridge. En el espacio del Mobile dedicado al grafeno presentan un modelo de batería que incorpora este material para alargar su vida útil. Sea como sea aún no las veremos producidas a gran escala hasta dentro de unas cuantas ediciones del congreso. De momento, el teléfono móvil seguirá quedándose sin batería.
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