Cuando una chica irrumpe en la ciencia de los hombres

Nathalia tiene 16 años y apenas acaba de ingresar al bachillerato. Pero como buena amante de las matemáticas, sabe los números de la discriminación en México. De su boca sale una estadística que le atañe por completo: apenas el 11% de los concursantes en la Olimpiada Nacional de las Ciencias es como ella, una chica.

Su nombre es Nathalia Jasso Vera, vive en Guanajuato (a 360 kilómetros de Ciudad de México, en la región del Bajío) y fue ganadora del Robomath Challenge, en la categoría de primero de bachillerato.

Ataviada en un vestido azul y puestos en sus pies unos zapatos que la hacían saltar como ningún otro ganador, ella fue una de las más sonrientes en la ceremonia. También fue de las pocas mujeres que lograron estar en la foto de primeros lugares.

Esta chica es una de las pocas mujeres que consigue traspasar el techo de cristal: romper una barrera que impide llegar a las mujeres a puestos directivos o estratégicos en la toma de decisiones. Nathalia la rompió.

No es ninguna novedad para ella. “En la Olimpiada Nacional de Matemáticas, que es el siguiente evento importante, participamos muy pocas mujeres. El año pasado rebasamos por primera vez el 10%”.

Nathalia sabe el esfuerzo que es vivir contra la corriente en un país con profundas actitudes machistas. Es hija de una madre soltera, Estela Vera, que sabe de los esfuerzos que implica tener dos hijos y salir adelante.

“Ella ha sido muy talentosa desde chiquita”, dice doña Estela, “pero la verdad es un esfuerzo de mucho tiempo. Este premio es eso, un premio a un esfuerzo muy grande, porque Nathalia ha trabajado mucho para eso”, dice la orgullosa mamá, mientras se enjuga las lágrimas para que su hija no lo note.

La inspiración: Olga Medrano

Nathalia no había ni bajado del escenario cuando sus amigos del Club de Ciencia estallaron en aplausos y gritos durante la ceremonia. Esta chica con gafas y actuar pausado también cree que detrás de este esfuerzo están dos variables en la ecuación: sus pasiones e inspiraciones.

Sus pasiones: la fotografía, los viajes, la lectura. Su número favorito: el 13, porque es el día que nació. Y claro, su inspiración: una tapatía llamada Olga Medrano.

Esta ciudad que hoy la ve ganadora es Guadalajara, donde nació y vivió Olga Medrano hasta hace un par de años. Ahora Medrano es estudiante becada del MIT de Massachusetts, después de haber ganado la olimpiada mundial de matemáticas y que los mexicanos la convirtieran en Lady Matemáticas.

“No sé todavía qué es lo que quiero estudiar, me faltan dos años para elegir”, dice Nathalia. “Pero sí, quiero estudiar algo relacionado con las matemáticas o con la física. Quiero ser científica y que la gente vea que las mujeres sí podemos estar ahí. Poco a poco vamos convenciendo a nuestras compañeras y amigas, para que vean que las matemáticas son divertidas".

Y así, esta chica de sonrisa sincera y zapatos azules, ha ganado un espacio en los concursos de matemáticas. Ya ganó el estatal en Guanajuato, ahora el Robomath Challenge, en Jalisco. Y en noviembre próximo va por el Nacional de Matemáticas.

Esta noticia, patrocinada porTalent Land, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.