La calma obsesiva de OnePlus
El CEO Pete Lau analiza los retos de una firma china reconocida por su calidad
Vienen al Mobile World Congress de Barcelona sin un espacio propio. La entrevista tiene lugar en el espacio de Qualcomm, líder mundial fabricando procesadores móviles, del que OnePlus es socio preferente. Pete Lau (Hubei, 1975), su CEO y fundador, confirma que será el cerebro de su próximo modelo. “Esta cita es una buena ocasión para reflexionar y ver cómo algunas de las marcas que venían a lo grande han desaparecido. Nosotros mejoramos porque nos centramos en el producto, de manera obsesiva. Con la guerra de precios muchos perdieron dinero y han terminado mal. Desde el principio nos posicionamos para hacer el mejor Android posible”, defiende.
En solo cuatro años han pasado de ser una firma desconocida a una de las más apreciadas por los fans de Android. Su estrategia va de la mano con la comunidad. No hacen publicidad, ni venden a través de tiendas físicas. Todas sus ventas son a través de Internet y, si pueden, en su tienda. Una manera de quitar márgenes y poner en el mercado móviles de alta gama a precio de un segmento inferior. Todo su motor de ventas se centra en la satisfacción del cliente, que son quienes los promocionan entre otros usuarios de manera natural.
2017 ha sido un año crucial, con un 139% de crecimiento, un 25% del mismo en Estados Unidos, un mercado que se le resiste a muchos de los fabricantes de China. “Nos enfocamos en hacer un gran producto cada año, y una revisión, pero solo si tiene sentido y se aporta valor. Nuestra prioridad es mantener el foco sin distracciones”, relata para explicar por qué en los dos últimos años han salido los OnePlus 3 y 3T, así como el 5 y 5T en 2017. Esto explica también por qué han pasado de largo en modas como los wearables y las gafas inteligentes, por poner dos ejemplos. En cierto modo, recuerdan a Apple: “Solían centrarse en uno o, a lo sumo, dos productos al año, pero muy refinados y pensados”.
Google se ha convertido en uno de los aliados de OnePlus. Durante CES, el modelo 5T estaba entre los recomendados por su integración con el Asistente de Google. Sundar Pichai ha sido el primero en reiterar su ayuda a las firmas de China cuya entrada en Estados Unidos se está complicando, como el caso de Huawei o Xiaomi. OnePlus, al prescindir de las operadoras como socio comercial, se ha saltado esa barrera, con tintes de geopolítica, pero sabe que ese apoyo del buscador abre puertas. “Para Google nuestro valor reside en que podemos mejorar la experiencia. Nuestra reputación en Estados Unidos se basa en el esfuerzo. En China, a pesar de los estereotipos, hay marcas muy fuertes cuyos productos hablan por sí mismos”, subraya.
Esta cita es una buena ocasión para reflexionar y ver cómo algunas de las marcas que venían a lo grande han desaparecido. Nosotros mejoramos porque nos centramos en el producto, de manera obsesiva. Con la guerra de precios muchos perdieron dinero y han terminado mal. Desde el principio nos posicionamos para hacer el mejor Android posible
En parte, su apuesta por un Android limpio ha sido de ayuda para hacer que la relación fluya: “Nos obsesiona hacer que el funcionamiento del software sea rápido y limpio. Quitamos todo lo superfluo. Ahí sí sentimos la presión de la comunidad, que nos piden actuar rápido. Con Google tenemos una integración especial, profunda, con actualizaciones rápidas”.
El público espera con interés la llegada del próximo modelo, cuya fecha no adelanta, pero sí tiene claro que hay dos puntos que no está dispuesto a sacrificar. Dos señas de identidad: la cámara y la carga rápida. “Son elementos clave, críticos en nuestra visión”, subraya. Preguntado por algunas opciones que ya ofrecen competidores, como la resistencia al agua o la carga inalámbrica, se defiende: “No renunciamos, pero cuando pensamos en hacer un buen acabado, sabemos que si la batería es más grande y lenta, perdemos valor. No vamos a hacer ese sacrificio. Tampoco a cambio de subir el precio. El 5T es muy cómodo en mano, pero si lo hacemos más grueso, deja de tener sentido”.
Otro ejemplo de su forma de marcar su propio camino es la clavija para auriculares. Muchos ya la quitan. Ellos la mantienen. “No tiene sentido aún. Los clientes siguen usando auriculares con cable y es útil”, justifica.
El lema de la empresa es Never Settle, una llamada a la insatisfacción permanente. Según el directivo, sigue vigente: “No nos rendimos, ni damos nada por hecho. Estamos en una búsqueda constante para mantener ese equilibrio entre valor y precio”.
En 2018 asegura que se centra en mantener su posición y ganar confianza: “Queremos ser una empresa duradera, no algo efímero. Saber discernir entre el hype y lo que merece la pena. Sería más fácil dar titulares y ser más exagerado, pero en 50 años quiero que sigamos aquí”.
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