El científico loco, los esports y la inmortalidad
Pensar en vivir para siempre cambia la perspectiva de todo, es como estar dentro de un videojuego y tener un botón de 'restart'
Hace años vi a un chalado por la tele que despertó mi simpatía. Hablaba de la ITV del cuerpo humano y hacía una comparación con cómo somos capaces de restaurar y arreglar todo tipo de cosas, pero no a nosotros mismos. Hablaba de que hacia 2018 o 2020 ya podríamos vernos pasando ITV’s del cuerpo en las que cambiar alguna cosa estropeada no sería un problema. Lo que estaba contando me emocionó mucho, no solamente por el hecho de vivir más, sino por lo emocionante que parecía aquella aventura. Desde entonces se la he contado una y otra vez a todo el mundo, y sin parar. Me marcó de tal manera que a lo largo de los años he seguido hablando de ello, sin recordar bien su discurso, sin recordar su nombre, pero sin olvidar aquella posibilidad.
Desgraciadamente, nos acercamos a 2018 y todavía no ha pasado absolutamente nada de lo que aquel hombre contaba. Ni siquiera nos hemos acercado. Parecía que aquella gran idea había quedado en una locura o simplemente faltaban muchos más años, y aunque él era un visionario, es posible que ni él ni yo lleguemos a ver semejante avance en la ciencia.
Hace un par de semanas se volvió a hablar del tema. De otra manera, en otro tipo de programa. Fue otro científico, pero lo hizo con igual o más pasión. Contaba que íbamos a ser la primera generación de inmortales (entiéndase inmortales como gente que no envejecerá y en principio —y si no es por accidente o enfermedad—vivirá sin fecha límite).
Me acordé de este tema viendo en directo ESL One en Colonia, Alemania. Uno de los eventos de esports más importantes e impresionantes de nuestro planeta, con una producción, realización y sonido espectaculares y dignos de los mejores conciertos. Con un nivel de competición que no tiene nada que envidiar a las grandes finales de deporte tradicional. Un evento de nivel superior, de otro planeta. Y me diréis, ¿qué tiene que ver esto con los videojuegos y los esports? Bien, todo y nada. Estaba fantaseando con la idea de no tener una fecha concreta en la que partir de este mundo y me asaltaron un millón de curiosidades. Está claro que nuestro mundo cambiaría radicalmente, la concepción de las cosas, los tiempos, las prisas, las pausas,... absolutamente todo tendría otro sentido distinto y viviríamos con una perspectiva muy diferente de la actual, en la que parece que el tiempo nos acecha y atosiga constantemente. También los esports se verían afectados por el cambio.
En el fondo no es una idea tan descabellada, la de ser inmortal, digo. En los videojuegos y en los deportes electrónicos somos inmortales de hecho, probamos cosas distintas, aprendemos, mejoramos con cada intento y morimos… Pero siempre volvemos al inicio, siempre tenemos una nueva oportunidad. En la vida real parece que tenemos que medir todos nuestros pasos para no equivocarnos y no arrepentirnos. Bien, siendo seres longevos podríamos dejar volar nuestra imaginación y ser creativos. Muy creativos… Todo esto sin tener en cuenta que seguramente tengamos capacidades distintas de las actuales, que seamos medio ciborg y que la realidad virtual ya habrá conquistado nuestro mundo.
He tenido la suerte de vivir el nacimiento, crecimiento y consolidación de la empresa en la que trabajo a día de hoy, ESL. Conociendo muy de cerca su evolución, su gran poder de adaptación y su continua búsqueda de nuevas metas, estoy convencida de que también en la inmortalidad tendremos un papel importante creando eventos, ligas y torneos imposibles. ¿Me dejarán empezar con las ligas interestelares?
Bendito chalado que me ha hecho soñar hasta el día de hoy viviendo como si fuera inmortal, haciendo siempre aquello que me mueve por dentro y sabiendo que el día que muera estaré esperando mi botón de RESTART.
Por ahora y con eventos como ESL One Colonia solo podemos rozar con los dedos las sensaciones de ese otro universo, pero, ¿cómo será el deporte del futuro y siendo —casi— inmortales?
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