One Plus 2, alta gama con precio bajo

One Plus 2 cumple con lo que promete: un móvil con características de alta gama a un precio muy ajustado. 339 euros el modelo de 16 gigas de memoria con tres gigas de RAM y 399 el que presenta 64 gigas de memoria y cuatro de RAM. Presenta una cámara trasera de 13 megapíxeles, y cinco en la frontal, unas características que se han convertido en la norma dentro del segmento más alto.

No se vende con ninguna operadora y tampoco con software preinstalado. Para hacer todavía más accesible el precio, carece del Android oficial y apuesta por OxygenOS, una versión propia, muy similar a lo que hace también Xiaomi. Es compatible, eso sí, con todas las aplicaciones de Android, por lo que no habrá carencias de software que descarten su compra.

Presenta varias innovaciones algo menos comunes: USB tipo C, el mismo que acaban de estrenar los Nexus 5X y 6P de Google. Es decir, con este cable reversible, se adelantaron a lo que Google quiere que sea lo habitual en los próximos modelos. Funciona con una batería de 3.300 miliamperios que permite pasar más de un día sin tener que cargarlo. Lector de huellas para desbloqueo, diferentes fundas, pantalla de 5,5 pulgadas con resistencia a golpes y caídas, así como la inclusión de doble tarjeta NanoSIM, para poder cambiar de operadora de manera cómoda y sin necesidad de usar dos móviles.

La única carencia notable es el chip NFC, cada vez más usado en los pagos a través del móvil. Carece de ranura para ampliar la memoria mediante tarjetas microSD. Si el modelo anterior podía resultar algo plano por la falta de colores, el nuevo presenta cubiertas en bambú o kevlar para adaptarse a diferentes gustos.

En cuanto a software, resulta ingenioso que se puedan configurar los usos de lo botones para activar la cámara, disparar o cambiar el volumen a placer. También que se puedan crear gestos en pantalla, cuando está apagada, para activar la linterna (basta con pintar una ‘V’) o activar la cámara (haciendo una ‘O’).

One Plus One creó una ruptura en la lógica de los fabricantes de móviles. Vendieron 1,5 millones de unidades. Cambiaron por completo la cadena de distribución, prescindiendo de tiendas y operadoras de telefonía. Al igual que la también china Xiaomi, se vendía online. Al igual que la empresa cuya expansión dirige Hugo Barra, uno de los exgooglers más brillantes, apenas gasta dinero en publicidad y márketing. En ambos casos insisten en que el factor red, la satisfacción de los clientes será su mejor promoción. One Plus, además, consiguió crear gran expectación con altas prestaciones, bajo precio y un sistema de distribución que generaba gran deseo. Era necesario contar con una invitación para tener uno de sus terminales. Por 350 euros, se contaba con gran cámara, fueron pioneros en grabación de vídeo con definición 4K, procesador de Qualcomm similar al de los teléfonos de Sony, HTC o Samsung más caros, excelente diseño y batería de gran duración.

El truco, si puede llamarse así, está en que para poder comprarlo es necesario contar con una invitación. Se puede conseguir a partir de otro amigo que haya comprado el móvil, pidiéndola a contactos en Twitter, o pidiéndola en su página web. En realidad, este sistema lo que esconde es una ingeniosa gestión de la demanda. De modo que se mantiene el deseo, el comprador no tiene sensación de sufrir demora, pero tampoco se va con otro fabricante que le pediría más dinero por un teléfono de rendimiento muy similar.

One Plus, firma muy cercana a Oppo, una de las grandes emergentes de China, levanta gran expectación. No solo por su fórmula de venta y juegos en redes sociales, sino también por su comunicación medida. 

A pesar de la falta de sorpresa, One Plus 2 mantiene vivo su lema: “Never Settle”, algo así como “sin acomodarse”. Un peldaño más en características sin pagar demasiado.