Hexo+, la cámara que sigue al protagonista
Un dron permite grabar escenas de aventura sin arriesgar la vida
De una idea absurda puede surgir un negocio. Antoine Level, de origen francés, era un amante del deporte de aventura. Su pasión le llevó a ver una carencia: ¿Cómo inmortalizar las hazañas sin poner en riesgo la vida de terceros? “Puede sonar absurdo, pero nadie piensa en quién está detrás de la cámara en los documentales de alto riesgo”, explica. La irrupción de las cámaras GoPro fue un paso importante. Ese mercado ha permitido que YouTube esté infestado de vídeos en primera persona. “Quizá no sea la mejor perspectiva para contar realmente qué se ha hecho”, argumenta.
Así fue como pensó en la fórmula para inmortalizar cualquier momento sin arriesgar la vida de terceros. A través de Kickstarter, la plataforma de financiación colectiva, pusieron en marcha una campaña. En pocas semanas consiguieron 1,3 millones de dólares (1,14 millones de euros) para Hexo+, el nombre de su dron. Una cantidad suficiente para hacerlo realidad.
Los drones, fabricados en Grenoble (Francia), costarán 1.349 dólares (1.186 euros), pero carecen de cámara: la inversión adicional recaerá en los compradores. La fecha prevista de entrega se ha fijado para el próximo mes de septiembre.
Los prototipos con que hacen las demostraciones están hechos con impresoras 3D, se montan en menos de cinco minutos y tienen autonomía para volar y grabar durante 20. En caso de problemas, vuelve al lugar de referencia. Si se va a agotar la batería, también. “Se trata de evitar accidentes, choques o disgustos. La seguridad es una prioridad”, expone su creador.
Durante la demostración en el parque Golden Gate de San Francisco, se acerca un niño junto a su madre. Aprovecha para resolver algunas dudas: “¿Tengo que tener un teléfono Samsung para que funcione?”. El inventor responde paciente que no, que no hace falta, que se puede controlar con Android o iPhone. El pequeño lo pide para su lista de regalos navideños.
Los prototipos con que hacen las demostraciones están hechos con impresoras 3D, se montan en menos de cinco minutos y tienen autonomía para volar y grabar durante 20
El secreto que diferencia este dron de los que normalmente graban a distancia reside en su programación para seguir al protagonista. No hay una persona detrás manejándolo, sino que lo hacen a través de patrones de inteligencia artificial: dolly, por la espalda, de izquierda a derecha, planos cenitales… así hasta 30 opciones. “Hemos contratado a expertos de Hollywood para programarlo”, desvela.
El sujeto debe llevar una pulsera para que el drone la tome como referencia de la posición. Después, el aparato se conecta al móvil a través de red wifi y Bluetooth, de ahí que la distancia máxima a la que graba sea de 160 metros, el alcance de esa tecnología.
Aunque en principio montañeros y esquiadores eran su público principal, la empresa ha descubierto, a la luz de los pedidos, que la industria del cine también ha encargado algunos ejemplares. Sobre todo, los cineastas alternativos. “Con la colección de movimientos que incluimos, lo ven como una opción económica para hacer efectos que son caros”, presume.
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