Una empresa mexicana crea una molécula contra las arrugas de la ropa
El Siltex 95, desarrollado en México, ha sido patentado ya en más de 110 países
Un compuesto a base de silicona, fabricado por una empresa mexicana, se ha convertido en la solución para conseguir telas menos arrugadas y más fáciles de secar. El proyecto comenzó en 2001, cuando una multinacional de suavizantes sugirió a la compañía Provista la necesidad de inventar un componente que satisficiera las necesidades de sus clientes.
El proceso de elaboración no fue sencillo y llevó más de una década. “Tardamos tres años en desarrollar la molécula, después pasamos a la fase de pruebas en el laboratorio, luego al proyecto piloto y finalmente conseguimos comenzar su comercialización en 2013”, explica Ignacio González Cossío, director de la firma.
Lo que la empresa Provista logró fue el desarrollo de un polímero -una macromolécula compuesta por una o varias unidades químicas que se repiten a lo largo de toda una cadena- de silicona bautizado como Siltex 95. Este se añade como un componente más al suavizante y se aplica con el resto del líquido en la ropa. La nueva fórmula modifica las características físico-químicas del producto final, consiguiendo un jabón de alto desempeño. Hasta la fecha, el Siltex 95 se distribuye en México, Guatemala, Colombia y Estados Unidos, pero su fórmula ya está patentada en más de 110 países.
Hace apenas una semana, González Cossío recogió el Premio Nacional de Tecnología e Innovación, en la categoría Innovación de Producto, el máximo reconocimiento de este tipo. El galardón se entrega cada año en México y tiene como misión apoyar el desarrollo empresarial. Para la creación del Siltex 95 Cossío debió invertir el 5% de las ventas de la compañía, pero la operación fue exitosa y ha generado un aumento en la productividad del 39%. “El galardón es un gran orgullo para los que trabajamos en Provista, además de ser la mayor distinción en el país, hemos logrado transmitir a nuestros clientes las posibilidades de la ciencia”.
Provista es una pequeña empresa –cuenta con 48 trabajadores- dedicada al desarrollo, fabricación y comercialización de productos químicos. La compañía echó a andar en 1983 y su sede se encuentra en el Estado de Querétaro, a unas tres horas en coche al norte de la capital del país. La ciudad y sus alrededores se han convertido en un centro industrial moderno y estratégico, con empresas en los sectores automotriz, aeroespacial, tecnologías de la información, electrodomésticos, comida y bebida, y productos de papel, cartón y vidrio. En la región hay más de 570 compañías con inversión directa extranjera y un mercado de 45 millones de personas en un radio de 350 kilómetros. Además, el Estado ocupa el cuarto lugar nacional en número de investigadores, según datos del Gobierno de la entidad.
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